Un cerebro activo es un cerebro sano
Consejos prácticos para mantener una mente despierta
Uno de los mayores miedos de enfrentar la vejez es la posibilidad de la disminución de las habilidades mentales, como la memoria o el poder de concentración, entre otras. Pero las dificultades cognitivas no son necesariamente inevitables, y en la actualidad, expertos aseguran que es posible mantener una mente joven, a pesar del paso de los años.
Estas son algunas ideas que pueden ayudarte a mantener un cerebro sano:
- Estimulación mental. En la actualidad se sabe que es posible desarrollar nuevas conexiones neurológicas, contribuyendo positivamente a la plasticidad del cerebro. Una manera de estimular el cerebro es aprendiendo cosas nuevas. Aprender a tocar un instrumento, o a hablar un nuevo idioma ofrecen más beneficios que realizar tareas repetitivas, como hacer crucigramas diarios, que antes se creían útiles. Leer con regularidad, tomar clases o desarrollar alguna nueva habilidad, como tejer, pintar u otras manualidades también ayudan a la plasticidad cerebral.
- Ejercicio físico. Al ejercitar de manera regular, aumenta el número de pequeños vasos capilares que transportan sangre rica en oxígeno al cerebro. El ejercicio también estimula el desarrollo de nuevas neuronas y aumenta las conexiones entre estas. Como resultado de la actividad física, mejora la plasticidad del cerebro. Por otro lado, el ejercicio reduce el estrés, ayuda a disminuir la presión arterial, reduce los niveles de colesterol y azúcar en la sangre, lo que a su vez, contribuye positivamente a la salud del cerebro.
- Relaciones sociales. Las conexiones con amigos y seres queridos han demostrado ser beneficiales en la expectativa de vida de una persona, a la vez que reducen el riesgo de desarrollar enfermedades mentales como la demencia. Las amistades proveen la motivación para involucrarse y realizar diferentes actividades. Otra manera de desarrollar vínculos sociales positivos es ofrecer el tiempo como voluntario en una organización cuya causa sea importante para el individuo.
- Nutrición. Ciertos alimentos como el pescado, el broccoli, el avocado, los arándanos o dietas del tipo mediterránea apoyan el desarrollo de un cerebro sano. Al mejorar la dieta, se reducen los niveles de colesterol y de azúcar en la sangre, así como las posibilidades de desarrollar demencia u otras enfermedades cognitivas.
- Emociones y estrés. Las personas con altos niveles de ansiedad, falta de sueño o depresión tienden a obtener bajas calificaciones en exámenes cognitivos. Una vez que el individuo logra descansar y reducir su ansiedad, sus funciones cognitivas tienden a mejorar. Prácticas como la meditación de atención plena o el yoga también pueden ayudar a reducir el estrés y mantener una mente joven y despierta.