Elecciones en México: por qué es clave el tercer y último debate presidencial
El resultado final puede empezar a definirse en el debate de candidatos presidenciales este 13 de junio
Es una de las últimas oportunidades para cambiar el escenario en la contienda para elegir al nuevo presidente de México.
El tercer y último debate de candidatos, que se realiza este martes 12 de junio en Mérida, Yucatán, en el sureste del país, ocurre en un momento inédito.
Por primera vez en la historia un representante de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador (a quien se conoce como AMLO), tiene amplias posibilidades de convertirse en presidente.
Todas las encuestas realizadas hasta ahora lo ubican en el primer lugar de la preferencia electoral, con una diferencia de al menos 10 puntos sobre el segundo lugar.
Una ventaja que no ha perdido a pesar de que no tuvo un buen desempeño en los dos debates anteriores.
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Otro elemento nuevo es la violencia que incide en los comicios. Desde el inicio de la campaña, en octubre de 2017, han sido asesinados 112 políticos, alcaldes y candidatos.
Según la consultora Etellekt también se han registrado 400 agresiones y amenazas. Es una situación que no había ocurrido en la historia reciente del país.
En este panorama algunos creen que el resultado del tercer debate presidencial puede influir en el resultado de las votaciones, el próximo 1 de julio.
La última oportunidad
El analista Salvador García Soto, por ejemplo, cree que el encuentro de los candidatos es la última oportunidad” de influir en los electores indecisos, que según encuestadoras representan un promedio del 20% de los votantes registrados.
Pero además es el momento para atraer al llamado voto útil, las personas que pueden cambiar de opinión si creen que su favorito no puede ganar la contienda.
Si eso ocurre, dice, no está claro hacia donde se movería el apoyo. De acuerdo con las encuestas el segundo lugar lo tiene Ricardo Anaya Cervantes, postulado por la coalición Por México al Frente.
Está formada por los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC).
Según la encuestadora Consulta Mitofsky tiene el 26,1% de votación efectiva, es decir, sin contar a indecisos o quienes no respondieron el sondeo.
El tercer sitio lo ocupa el oficialista José Antonio Meade, de la coalición Todos por México formado por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista (PVEM) y Nueva Alianza.
Su respaldo es, según la misma encuestadora, del 22%.
Y en el fondo se encuentra el independiente Jaime Rodríguez, ”El Bronco”, con el 4% de los posibles votos.
La distancia con el puntero es importante. López Obrador, de la coalición Juntos Haremos Historia tiene el 47,8% de las preferencias electorales.
AMLO es postulado por los partidos del Trabajo (PT), Encuentro Social (PES) y Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
El debate del debate
Así, el desempeño de los candidatos en el encuentro es importante, dice el analista, aunque otros creen que existe el riesgo de sobrevalorarlo.
“En general se magnifica mucho a los debates pero son un evento más”, dice a BBC Mundo Francisco Abundis, director de la empresa de opinión pública Parametría.
“En los debates el ciudadano ya está preparado para recibir información que verá con cierta suspicacia. La gente que ve un debate es para corroborar que su candidato es el mejor”.
Uno de estos temas es el intercambio de descalificaciones entre Meade y Anaya por presuntos casos de corrupción.
El candidato del Frente por México ha sido vinculado a un caso de presunto lavado de dinero.
Meade, a su vez, fue asociado a casos como la investigación de la empresa Odebrecht y sus operaciones irregulares con Petróleos Mexicanos.
El ganador de los escándalos es López Obrador, dice José Antonio Crespo académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Más allá de la polémica, hay al menos tres elementos que vuelven importante el debate de este 12 de junio. BBC Mundo te los presenta.
1- Alcanzar al puntero
Desde octubre de 2017, cuando inició la precampaña electoral y luego la contienda formal, López Obrador se ha mantenido a la cabeza de todas las encuestas.
Esto marca el escenario del tercer debate, dice Roy Campos director de la empresa de opinión pública Consulta Mitofsky.
“En términos de números hay un primer lugar claro. Nadie disputa el primer lugar desde hace tiempo a AMLO“, explica a medios locales.
La oportunidad para hacerlo es el tercer debate, un evento que en las ocasiones anteriores ha tenido altos niveles de audiencia.
Según Lorenzo Córdova, presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) unas 11 millones de personas atendieron los encuentros anteriores.
Ahora, entonces, es la oportunidad de convencer a tal audiencia. El investigador Crespo dice que la estrategia será concentrar las críticas en López Obrador.
La idea es restarle popularidad en las encuestas. ¿Se puede? Es la apuesta de los candidatos en el encuentro, dice Francisco Abundis.
“Éste es el debate donde no hay nada que perder, de echar toda la carne al asador. Lo que no hagan en este debate no les va a cambiar la tendencia”.
2- Preguntas de la audiencia
Para el encuentro de este 12 de junio, el INE solicitó a usuarios de redes sociales que cuestionen a los candidatos sobre los temas programados en el debate.
Se recibieron más de 11.000 preguntas de las que sólo 15 fueron seleccionadas.
Los tópicos centrales del encuentro son crecimiento económico, desigualdad, pobreza, salud, educación, ciencia, tecnología, desarrollo sustentable y cambio climático.
Desde 1994 cuando se realizó el primer debate de candidatos presidenciales, los cibernautas mexicanos no habían sido convocados a participar en una contienda presidencial en su país de origen.
Es parte de la realidad electoral: la parte más intensa de las campañas ocurre en redes sociales de internet.
3- Pobreza, el reto
Uno de los temas centrales del debate es la pobreza. Según datos oficiales unos 54 millones de mexicanos (cerca de la mitad de los habitantes) se encuentra en esa condición.
Incluso muchas de las preguntas de cibernautas se refieren a la desigualdad social que hay en la mayoría de las ciudades mexicanas.
Así, analistas como Eduardo Huchim señalan que del debate “lo menos que se espera” son propuestas concretas para atender el problema.
La estrategia de los candidatos es distinta. Por ejemplo, Ricardo Anaya plantea un ingreso básico universal para todos los mexicanos.
Es decir, que cada uno de los habitantes del país recibirá una especie de pensión “por el sólo hecho de nacer en México”, confiesa.
A su vez López Obrador plantea aumentar los subsidios a los adultos mayores, así como un programa para ayudar a los jóvenes que no estudian ni trabajan.
El oficialista Meade ofrece, en cambio, mantener los actuales programas de subsidios.
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