Así se buscan salvar las petroleras ante los autos eléctricos
Las grandes petroleras podrían sufrir contra la electricidad, pero han decidido unirse al enemigo para mantenerse vigentes
La escalada en la demanda de autos de energía limpia, sobre todo autos eléctricos e híbridos, podría colapsar en unos años más a la industria petrolera, en gran parte dependiente de la venta de gasolinas para transporte.
Se cree que para 2035, los autos eléctricos serán los más vendidos y que la desaparición de la combustión interna como forma primordial de movilidad entrará en una etapa de extinción.
Si bien se espera que ante la baja en la demanda de gasolina, diésel y derivados provoque un encarecimiento en estos productos, también se prevé que las grandes petroleras busquen alternativas para no sufrir o al menos aminorar las pérdidas.
¿Pero cómo lograr que un vendedor de gasolina le brinde productos a los poseedores de autos eléctricos?
Bueno, pues entrando al negocio de la recarga eléctrica.
Por ejemplo, Royal Dutch Shell ha comprado la más grande red de recarga de vehículos eléctricos en Europa, con lo que se ha metido de lleno a la electrificación.
Otra poderosa más, como BP, ya se ha hecho cargo de Chargemaster, que opera 6,500 estaciones de carga en el Reino Unido, de hecho, ahora se hace llamar BP Chargemaster.
La compañía ya habla de asumir el compromiso de llenar estas estaciones con puntos de carga rápida de 150 KW, lo que brinda con solo 10 minutos de carga (según el modelo), 100 millas extra de autonomía.
Ellos ya han puesto la muestra de lo que el futuro depara para las grandes gasolineras, aunque saben que todavía tienen mercados abiertos en partes del mundo en los que las leyes y los presupuestos se basan aún en la petroquímica, como en Latinoamérica, en donde el mercado de los autos eléctricos crecería más lentamente.