Eragon: la difícil carrera de un luchador enmascarado
Antes de salir a luchar se despide de su familia porque no sabe si regresará
Con ocho años de trayectoria en la lucha libre de Chicago, Eragon revela lo difícil que ha sido su carrera como enmascarado. Forjado en el gimnasio de la empresa Lucha Libre Total, este gladiador del bando de los rudos es un padre de familia que tiene otro empleo y una vida normal. Y la máscara es su tesoro.
“Un luchador mexicano sin máscara pienso que es algo diferente, la trayectoria de la máscara es muy valiosa para uno, es como tu segunda vida”, explica el rudo.
Casado y padre de familia, Eragon dice que al terminar la función se despoja del personaje y retoma su anhelada privacidad.“Mi vida cuando me quito la máscara es normal, como cualquier otro salgo con mi familia, libre y nadie sabe quién soy”.
¿Y lo más difícil de un luchador enmascarado? “Lo más difícil es no perderla. Es lo más valioso para nosotros, no podemos dejar que se nos vaya de las manos, es una joya y lo más preciado que tenemos aquí”.
¿Cuando sales a la calle sientes que te falta la máscara? “No. Porque estoy con mi familia”.
¿Cómo te despides de tu familia cuando toca luchar? “Cuando voy a luchar les digo: ‘miren, no sé si venga con vida porque la lucha es muy peligrosa por las caídas y los golpes podemos salir lastimados y podemos llegar a la muerte. Pero gracias a Dios todos estamos bien”, manifestó el gladiador.
Eragon sufrió su última derrota la semana pasada en el cartel de Lucha Libre Total al lado de Vinnie Scarpone y Destructor Jr., que fueron superados por los técnicos.