¿Qué es la ‘vagina de invierno’?
¿Deberías preocuparte por cómo el descenso de la temperatura puede afectar tu vagina?
Con la caída de la temperatura durante el invierno, todo se enfría: las manos, la nariz, las orejas y hasta la vagina, lo que daría pie al fenómeno de la “vagina de invierno”. O al menos eso dicen algunos artículos que andan circulando por la red.
El fenómeno consistiría en que, al encontrarse con temperaturas frías en el medio ambiente, la vagina se reseca, lo que podría causar no sólo dolor y molestias, sino un efecto adverso en las relaciones sexuales debido a la poca lubricación genital: tener sexo con la vagina reseca puede ser realmente lamentable.
Por ello, la ginecóloga Jen Gunter, en su célebre blog dedicado a la salud sexual femenina, se dio a la tarea de analizar esta nueva condición de la vagina que se ha popularizado en internet.
La doctora señala que no importa que afuera las temperaturas marquen bajo cero, la vagina se encuentra dentro del cuerpo y debajo de la ropa… a menos que alguien guste de pasearla expuesta en plena tormenta de nieve. Así que la “vagina de invierno” es un mito.
Además, la vagina cuenta con un ecosistema interno que tiene la capacidad de autolimpiarse y autorregular su temperatura, por lo que nunca estará fría ni caliente, sino en la temperatura adecuada para realizar sus funciones normales.
Si acaso experimentaras resequedad vaginal, explica la experta, puede ser debido a un bajo nivel de estrógeno, o porque estás tomando medicamentos que pueden ocasionar la sequedad o por alguna infección.
En todo momento, al aparecer síntomas de resequedad, lo mejor es consultar al médico para encontrar la causa de esa condición de la vagina y que, por supuesto, no será el invierno.