Demócratas mantienen silencio sobre acusaciones de Trump por caravana de migrantes

WASHINGTON — Los líderes demócratas del Congreso han guardado silencio ante el avance de una caravana de hasta 7,000 migrantes centroamericanos hacia la frontera sur de EEUU, que el presidente Donald Trump ha convertido en arma electoral de cara a los comicios legislativos del mes próximo.

Siguiendo el mismo guión que utilizó en la contienda de 2016 para pedir la construcción de un muro, Trump ha culpado a los demócratas de ser partidarios de “fronteras abiertas” y de ser débiles en seguridad fronteriza y el combate a la inmigración ilegal.

Las imágenes de una creciente caravana de migrantes indocumentados, que inició en Honduras la semana pasada y ha sumado personas de Guatemala y El Salvador, han caído como un regalo para Trump y candidatos republicanos, que hasta ahora han evitado hablar de los polémicos recortes de impuestos o la promesa incumplida de anular “Obamacare”.

La Organización de Naciones Unidas calcula que la caravana incluye ahora a poco más de 7,000 personas, y Trump ha insistido en que el grupo “tiene de todo”, hasta posibles narcotraficantes.

El continuo avance de la caravana ha dominado la cobertura mediática desde la semana pasada y Trump la menciona prácticamente a diario en su cuenta en Twitter, sin que los demócratas repliquen siquiera que su partido apoya una reforma que responda a los factores que alientan la inmigración ilegal.

El silencio de los demócratas

Es que, al parecer, los demócratas no tienen una estrategia clara para responder a las acusaciones de Trump, quien ha emprendido una fuerte campaña para respaldar la reelección de candidatos republicanos en estados clave para los comicios del próximo 6 de noviembre.

Por ahora, la oposición ha preferido centrarse en el cuidado de salud y las amenazas republicanas por continuar minando las protecciones de condiciones médicas pre-existentes bajo “Obamacare”, apostando a que ése será el tema ganador entre los votantes.

El pasado fin de semana, los principales líderes de la minoría demócrata en ambas cámaras del Congreso, Nancy Pelosi y Chuck Schumer, afirmaron que Trump “está desesperado” por desviar la atención hacia el tema de inmigración “porque sabe que el cuidado de salud es el asunto número uno que importa a los estadounidenses”.

Al respecto, el abogado de inmigración, Gunther Sanabria, dijo a este diario que el liderazgo demócrata “debe denunciar las mentiras y las tácticas racistas y xenófobas que el presidente Trump sigue usando para causar caos y dar la percepción que los inmigrantes en la caravana son criminales”.

“No podemos permitir que el presidente Trump use estas tácticas sucias para alentar el voto de  la gente con un concepto falso sobre los inmigrantes que buscan una mejor vida en este país”, agregó Sanabria.

Pero otros expertos consultados por este diario coincidieron en que el silencio de los demócratas no necesariamente les perjudicará en las urnas.

“No veo cómo les pueda perjudicar en estas elecciones. Lo más probable es que ganen escaños en áreas moderadas del país donde el principal asunto no es inmigración”, dijo David Bier, analista del Instituto Cato.

“Los demócratas probablemente hacen bien en no permitir que Trump dicte en qué asuntos se deben enfocar”, enfatizó.

También Tom Jawetz, vicepresidente para política migratoria del Centro para el Progreso Estadounidense (CAP, en inglés) considera que los demócratas deben enfocarse en soluciones a los problemas que afronta el electorado, y cree que corresponde al Congreso encontrar respuestas bipartidistas al problema de la inmigración ilegal.

Trump “está enfrascado en juegos políticos que dificultarán la búsqueda de soluciones.  Estas tácticas feas de infundir miedo son completamente transparentes para muchos votantes, en particular los que tienen educación universitaria” y las minorías, señaló Jawetz.

“Nada de lo que ha hecho el presidente ha resuelto los desafíos que tenemos en nuestro sistema migratorio… la meta del presidente en el terreno migratorio ha sido, desde la contienda (de 2016) agravar la disfunción y usar el caos para avanzar su agenda” contra los inmigrantes, subrayó el experto.

Mientras, grupos cívicos como la “Federación Hispana”, “Mi Familia Vota” y “UnidosUS”, hacen lo propio por aumentar el registro de votantes hispanos, que suelen tener una baja participación electoral en los comicios de mitad de término.

El consenso de los expertos es que la participación masiva de las minorías será clave para los demócratas.

Un “enemigo” que ayuda a Trump

Trump ha hecho afirmaciones falsas o imprecisas sobre la caravana –la más grande en la historia de migración centroamericana-, con el objetivo de azuzar a su base y motivarla a que salga a las urnas el próximo 6 de noviembre, en unos comicios que definirán el control del Congreso.

Sin ofrecer pruebas, Trump dijo el lunes que criminales y personas del Medio Oriente se han mezclado en la caravana de migrantes, que en general huyen de la violencia en Guatemala, El Salvador y Honduras y piensan pedir asilo en EEUU.

La Casa Blanca siguió sin explicar hoy las afirmaciones de Trump, aunque insiste en que tiene “pruebas”. Además, distribuyó una hoja de datos en la que repitió que la crisis migratoria en la frontera sur se debe a los “agujeros legales apoyados por demócratas en el Congreso”.

La Administración, sin embargo, omite que el Congreso, bajo control republicano, no ha aprobado la totalidad de fondos para el muro fronterizo ni otras iniciativas para reducir la inmigración legal, como desea Trump.

En defensa de Trump, el vicepresidente, Mike Pence, dijo hoy durante una “cumbre espacial” organizada por el diario “The Washington Post” que es “inconcebible que no haya personas de descendencia del Medio Oriente en una multitud de más de 7,000 personas avanzando hacia nuestra frontera”.

Pence afirmó que, según el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, la caravana fue organizada por “grupos izquierdistas” en ese país y “financiada por Venezuela” para desafiar la soberanía de Estados Unidos, aunque tampoco ofreció pruebas.

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Pence además repitió la falsedad de que en el último año fiscal EEUU ha arrestado “a más de diez terroristas o sospechosos de terrorismo por día en nuestra frontera sur” de países de Medio Oriente, una afirmación similar a la que había hecho en Dallas (Texas) el pasado 17 de febrero.

Las propias estadísticas de la Oficina de Aduanas y Control de Fronteras (CBP) contradicen las acusaciones de Trump y su Administración que, irónicamente, ha criminalizado los cruces ilegales para sumar puntos políticos con su base.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) no ha respondido a una solicitud de comentario de este diario, pero en un informe reciente la agencia dijo que la mayoría de los sospechosos de terrorismo han intentado entrar a EEUU por la vía aérea.

Según cifras del DHS, las autoridades frenaron en 2017 la entrada a EEUU de 2,554 individuos que figuraban en su lista de posibles terroristas, y la mayoría intentó entrar con visas temporales.

El año pasado, el Departamento de Estado afirmó que no había “información creíble de que algún miembro de un grupo terrorista ha viajado a EEUU a través de México”.