Madre de “Junior” Guzmán Feliz visita bodeguero en El Bronx que evitó otra muerte como la de su hijo
Este comerciante dominicano, armado con un palo de escoba, ahuyentó a los atacantes de un menor de 16 años
Con un abrazo y entre lágrimas, Leandra Feliz, madre de Lesandro “Junior” Guzmán Feliz, el quinceañero asesinado por presuntos pandilleros de Los Trinitarios en el exterior de una bodega de El Bronx en junio pasado, agradeció al propietario de uno de estos negocios por defender a un joven de un ataque como el que acabó con la vida de su hijo.
Esta semana, Feliz acudió al negocio de Edward Lara para felicitar al comerciante por haber evitado una tragedia como la que azotó a su familia.
“Que Dios lo bendiga mucho y me le dé vida y salud, y me le dé protección por ese acto heroico”, expresó la madre de Junior a su connacional al arribar a la bodega.
A finales de octubre pasado, el dominicano intervino para auxiliar a un menor de 16 años que fue perseguido hasta el pasillo del establecimiento en el vecindario Highbridge de ese condado.
El hombre ahuyentó a los atacantes con un palo de escoba.
El proceder del bodeguero en el caso de “Junior” fue diametralmente opuesto.
La denuncia de decenas de personas que han seguido el caso es que si Modesto Cruz, propietario de la bodega ya vendida, hubiera sido más proactivo en la defensa de “Junior” ahora el menor estuviera vivo.
Videos del interior de la tienda muestran desde el momento en que el joven clama por auxilio mientras sus atacantes lo acorralan. Desde algunos ángulos se ve cómo, en principio, Cruz se resiste a brindarle ayuda al adolescente. En otros se ve que Junior logra permanecer tras el mostrador por par de segundos. Pero, finalmente, el grupo logra sacarlo a rastas del negocio y herirlo de muerte en el exterior.
La próxima audiencia contra los 14 acusados en relación con la muerte a machetazos de “Junior” está pautada para el 21 de diciembre. El juicio se espera que inicie en febrero de 2019. Los imputados, supuestos miembros de la pandilla Los Trinitarios” enfrentan cargos que van desde asesinato, homicidio, conspiración, agresión de pandillas y posesión criminal de un arma.