Salvadoreño pide santuario en una iglesia de Colorado por culpa del cierre de gobierno
El hombre no puede luchar contra su deportación si la administración federal está cerrada
DENVER — La decisión de un inmigrante salvadoreño de refugiarse en una iglesia del sur de Colorado para evitar la deportación, debido a que se vio afectado por el cierre parcial del Gobierno, subraya el aspecto “inhumano” de las políticas migratorias actuales, señalaron hoy activistas.
Miguel Ramírez Valiente ingresó el miércoles de la semana pasada en la Iglesia Unitaria Universalista All Souls, en Colorado Springs, 100 kilómetros al sur de Denver, de acuerdo con el Movimiento Santuario de Colorado.
Según dijo en un comunicado esta organización, el salvadoreño, casado y padre de tres hijos (todos ellos estadounidenses, incluso la esposa), tomó esa decisión luego de que el proceso para regularizar su situación quedase detenido por el cierre parcial del Gobierno, que ya entró en su tercera semana.
Valiente abandonó su país natal hace 14 años tras recibir amenazas de muerte de pandilleros, indicó la Coalición Santuario de Colorado Springs.
En 2011, comenzó el proceso para obtener presencia legal en Estados Unidos.
“Los funcionarios públicos, los empresarios, los grupos comunitarios, las organizaciones caritativas y las iglesias de este estado respaldan abiertamente políticas de inmigración justas y humanas”, dijo a Efe Jennifer Piper, del Comité de Servicios de Amigos Americanos (AFSC) y coordinadora del Movimiento Santuario de Colorado.
“Queremos que el Congreso escuche los pedidos de sus constituyentes y tome medidas para mantener a las familias juntas y a las comunidades unidas”, agregó la activista.
“Necesitamos cambios inmigratorios para que las personas que viven en santuario en Colorado, y millones de otros inmigrantes en Estados Unidos, tengan acceso a una vida sin miedo a ser deportados”, reclamó Piper.
Esta es la segunda ocasión en que la Iglesia Unitaria Universalista All Souls provee “santuario” a un inmigrante.
En septiembre de 2017, otro salvadoreño, Elmer Peña, también se alojó allí un tiempo mientras buscaba alternativas para resolver su propio caso.
El cierre del Gobierno federal se inició el pasado 22 de diciembre por la disputa entre el presidente, Donald Trump, y el Congreso sobre la aprobación de un presupuesto para construir un muro en la frontera entre México y Estados Unidos.
Esa situación impidió que Valiente presentase su caso para no ser deportado, debido a que la Corte de Inmigración en Denver permanece cerrada.
El cierre parcial de la Administración prosigue hoy sin visos de solución, aunque el presidente Trump evalúa opciones radicales como financiar el muro fronterizo con la declaración de una emergencia nacional.