Emma Coronel afirma que dejó de escribirle a “El Chapo” porque “no le entregan las cartas”
La esposa de Guzmán Loera dijo que sólo envió una misiva a la prisión de Manhattan
Emma Coronel y Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera tienen permiso del juez Brian Cogan para intercambiar cartas, pero ella afirmó que sólo intentaron hacerlo en una ocasión, porque “nunca se la entregaron”.
“Yo no recibí cartas… ya no quise escribirle, porque no se las entregaban”, afirmó, sorprendida por las acciones de autoridades penitenciarias.
En 2017, el juez Cogan autorizó que la pareja podía escribirse para mantener comunicación. No podían hablar por teléfono, no podrían verse, pero sí leerse. La condición era que las cartas serían revisadas a detalle, leídas, por autoridades penitenciarias, y en ellas Guzmán Loera y Coronel podían hablar de sus asuntos en común, de la relación con abogados, decirse palabras de amor, pero no podían escribir nada sospechoso o considerado ilegal.
La decisión del juez Cogan se dio cuando la defensa de “El Chapo” quiso reducir las restricciones de confinamiento del mexicano y una de sus principales peticiones fue que mantuviera contacto con su esposa. Entonces, el juez Cogan dejó claro que no podía olvidar las dos fugas del presunto líder del Cártel de Sinaloa en México en 2001 y 2015.
“Al Tribunal le resultaría muy difícil no reconocer que la segunda fuga de un centro de máxima seguridad en México, ampliamente divulgada por el acusado, se realizó bajo la vigilancia por video de 24 horas en aislamiento”, escribió Cogan en su fallo sobre lo ocurrido en julio de 2015 en la prisión del Altiplano, en el Estado de México.
En aquel entonces se desconocía que Coronel participó en la organización de la fuga de Guzmán Loera, según Dámaso López Núñez, alias el “Lic” o “Licenciado”, pero ahora sería prácticamente imposible intercambiar ese tipo de mensajes.
“Si no las iban a entregar, ¿para qué autorizaron que las cartas?”, cuestionó. “No sé qué sucedió”.
Agregó que preguntó a sus abogados sobre el tema, pero ellos desconocían lo que había ocurrido y ella decidió no presionar sobre el asunto.
“No quise fastidiar más con eso”, indicó. “Había cosas más importantes que las cartas”.
En sus misivas, la pareja podía discutir la contratación de abogados, su pago o podían ser mensajes se carácter personal, ya que –indicó el juez Cogan en su momento– eso no viola las normas federales.
A Coronel se le preguntó si tras la decisión del jurado ella buscaría intercambiar cartas con su esposo. Su respuesta fue inmediata y contundente: “No tendré que escribirle, porque Joaquín va a volver a la casa”, afirmó.
La exreina de belleza sospecha que la misiva “perdida” fue utilizada por fiscales federales para realizar el análisis de otras cartas con el experto en examinación de documentos John Paul Osborn, quien confirmó que las misivas enviadas al cooperante López Núñez y a su examante Lucero Guadalupe Sánchez López, mejor conocida como la “Chapodiputada”, eran de Guzmán Loera.
“A mí me llamó la atención las cartas que presentaron (en la corte), como que vi algo… como a mi esposa”, expresó. Su sospecha es cierta, ya que la prueba es 801-1R.2 dada a conocer durante el testimonio de Osborn incluía el sobre con la dirección del Centro Correccional Metropolitano, donde está encerrado Guzmán Loera, además de que las palabras que ella leyó coinciden con la versión pública del documento.
“Para mi esposa Emma que amo y quiero con mucho amor (sic) te escribo esta carta espero que al recibirla”, dice el texto de puño y letra de “El Chapo”, según confirmó Osborn.
En aquel entonces, William Purpura, del equipo de abogados de Guzmán Loera, quiso descalificar –sin éxito– como una fuente fidedigna al experto, al considerar que su campo de acción no es una “ciencia”, sino sólo una “habilidad”, pero juez Cogan refutó: “Es claro que el señor Osborn tiene las cualificaciones”.
El abogado volvió a la carga, cuestionando si las condiciones de encierro –en referencia a la carta mostrada– pueden hacer que una persona escriba en forma distinta. “Es posible”, dijo Osborne. “Pero en este caso no”, refutó.
La plática con Coronel se dio en exclusiva en la Corte Federal de Brooklyn minutos antes de que el juez Cogan informara las nuevas peticiones del jurado que delibera sobre los 10 cargos en contra de Guzmán Loera.