Abogados de la “Chapodiputada” alegan que Joaquín Guzmán la secuestró y le lavó el cerebro
Buscan librarla de una cadena perpetua
"El Chapo" tuvo una relación amorosa con la llamada "Chapodiputada". Crédito: PGR / Corte Federal Distrito Este NY
En un intento por evitar una sentencia de cadena perpetua contra Lucero Guadalupe Sánchez López, apodada la “Chapodiputada”, sus abogados plantearon ante una corte del Distrito de Columbia, en la capital estadounidense, que su clienta no solo es víctima del exlíder del cartel de Sinaloa, sino que fue “secuestrada” por Joaquín “El Chapo”Guzmán.
Sánchez López, posiblemente una de las amantes más mencionadas de Guzmán en vista de su testimonio en el juicio en Nueva York contra el mexicano, se enfrenta a una vida en prisión a menos que el juez considere este argumento y el de la educación de Sánchez.
Reportes de medios nacionales e internacionales indican que el equipo legal de la convicta sostiene que “El Chapo” vio las fotos de Sánchez en una revista y envió a sus “secuaces” para que éstos la secuestraran mientras se encontraban fugitivo.
“Mientras (Guzmán) estaba escondido, miraba fotografías de reinas de belleza en revistas y luego enviaba a sus secuaces para que las secuestraran y lo apoyaran para que pudiera seguir adelante con su trabajo sucio”,planteó Heather Shaner, una de las abogadas de Sánchez López, de 29 años.
Los representantes legales alegan que El Chapo le lavó el cerebro a su clienta hasta llevarla a cometer lo delitos.
La exlegisladora del PAN por el estado de Sinaloa que incluso escapó con “El Chapo” por una tubería de una casa en Culiacán en medio de un operativo para detener al capo en 2014, llego a vender marihuana para el cartel de Guzmán.
En el 2016, Sánchez López —quien visitó a Guzmán en la cárcel antes de la segunda fuga— fue acusada por la Procuraduría General de México de ser operadora financiera del cartel. En ese momento, el Congreso de México retiró el fuero a la diputada.
En Estados Unidos, la mujer fue acusada de conspiración para distribuir más de cinco kilogramos de cocaína y lavado de dinero de alrededor de $100,000 dólares.
Su traslado de San Diego, California, a Columbia fue aprobado en agosto de 2017.
