Ventas por internet amenazan con desaparecer el famoso distrito joyero de Nueva York
A los clientes jóvenes parecen gustarle las joyas más sencillas y económicas, y se visten con menos elegancia
Algo tan personal como escoger una joya, especialmente un anillo de compromiso, también se está desplazando a la pantalla del teléfono o la computadora.
Sobre todo el público típico en edad de casarse, que actualmente tiene entre 20 y 30 años, está usando más internet por comprar sus anillos, lo que explica por qué hay tiendas que están cerrando en la calle 47 de Manhattan, entre 5ta y 6ta avenida.
“Todos se están yendo. No hay negocio”, declaró a New York Post Michael Abramov, quien dirige la joyería familiar con su hermano Albert. “Toda la calle está mala”.
Además, a los clientes jóvenes parecen gustarle las joyas más sencillas y económicas y se visten con menos elegancia. “Es una generación más minimalista”, comentó Ray Moses, quien trabaja en el negocio que su padre inició en 1969, “Ben Moses Fine Jewelry Designer”.
En lugar de desplazarse de una tienda a otra, como antes, los nuevos compradores visitan páginas digitales, donde pueden elegir entre una variedad de formas, tamaños y configuraciones con el producto terminado entregado en sus puertas.
Tampoco les gusta el ajetreo de la calle, donde los vendedores ambulantes caminan preguntando a los transeúntes si están comprando o vendiendo joyas.
Todd Ingwer (38), diseñador y fabricante de joyas y tercera generación de su familia en “Leo Ingwer”, piensa que es necesario cambiar. “Para mí, la mentalidad de mercado de pulgas de cabina a cabina es una reliquia”, dijo. “No es la forma más atractiva de hacer negocios hoy en día, especialmente cuando se habla de artículos de lujo”.