40 años del mayor accidente nuclear de EEUU, que pudo derretir a Washington DC y Nueva York
Fue calificado con 5 en la Escala Internacional de Eventos Nucleares de 7 puntos
28 de marzo de 1979: un día primaveral para el olvido. Aunque debe ser para todo lo contrario: recordar la gravedad de los accidentes nucleares y evitarlos.
En plena Guerra Fría, con amenazas y tensiones entre Estados Unidos y la Unión Soviética, ese miércoles se produjo en Pensilvania -a medio camino entre Filadelfia, Washington DC y Nueva York- el peor accidente nuclear en la historia de EEUU, tras el colapso parcial del reactor número 2 de la Estación de Generación Nuclear de Three Mile Island (TMI-2), con la subsiguiente filtración de radiación.
El incidente fue calificado con 5 en la Escala Internacional de Eventos Nucleares de 7 puntos.
Comenzó con fallas en el sistema secundario no nuclear, seguido por una válvula de alivio operada por un piloto abierto en el sistema primario, que permitió el escape de grandes cantidades de refrigerante del reactor.
Las fallas mecánicas se vieron agravadas por la falla inicial de los operadores de la planta de energía de reconocer el accidente, debido a una capacitación inadecuada y factores humanos como descuidos en el diseño de la interacción con las computadoras en la sala de control.
En particular, una luz indicadora oculta llevó a un operador a anular manualmente el sistema automático de enfriamiento de emergencia del reactor porque el operador creyó erróneamente que había demasiada agua refrigerante presente en el reactor y que causaba la liberación de la presión de vapor, según National Geographic.
El accidente cristalizó las preocupaciones de seguridad antinuclear entre los activistas y el público en general, y dio lugar a nuevas regulaciones para la industria. Se ha citado como una razón más que influyó en el declive en la construcción de nuevos reactores, desaceleración que ya estaba en marcha en la década de 1970.
La fusión parcial resultó en la liberación de gases y yodo radiactivo en el medio ambiente. Pese a las preocupaciones de los efectos en la salud en las regiones cercanas, los estudios posteriores determinaron que hubo un pequeño aumento no significativo en la tasa de cáncer y, por lo tanto, no se verificó ninguna conexión causal que vinculase el accidente con esos casos.
Irónicamente el accidente en la planta ocurrió 12 días después del lanzamiento de la película “El síndrome de China” (The China Syndrome), luego nominada a 4 premios Óscar, incluyendo para los protagonistas Jane Fonda y Jack Lemmon.
En la película ellos procuran alertar a la opinión pública sobre lo inseguro de una planta nuclear. Y durante una escena un experto dice que una fusión podría forzar la evacuación de la población en un área “del tamaño de Pensilvania”. Además, el incidente ficticio en el largometraje también ocurrió cuando los operadores interpretaron mal la cantidad de agua dentro de la base.
“Todo lo que pude pensar fue en la película que había salido 12 días antes, sobre el desgarrador casi derretimiento de una planta de energía nuclear”, comenta ahora en reflexión el legendario reportero Marvin Scott de Pix11.
“Aproximadamente 28 horas después del colapso parcial, las autoridades consideraron prudente pedir la evacuación de las mujeres embarazadas. Las escuelas fueron cerradas y 140 mil residentes en el área optaron por evacuar voluntariamente“, relató.
“Fue un día largo y tedioso, hecho aún más largo por la falta de información que se estaba proporcionando a los medios de comunicación. Se estaba informando a los residentes de la zona que podría ser necesario evacuar. Hubo declaraciones contradictorias de la empresa de servicios públicos y de los funcionarios estatales”, rememora Scott.
El presidente Jimmy Carter visitó la zona cuatro días después, el 1 de abril. La “limpieza” comenzó en agosto de 1979 y finalizó oficialmente en diciembre de 1993, con un costo total de alrededor de mil millones de dólares.
Exelon ha estado operando la Unidad 1 en Three Mile Island y dijo que consideraría el cese de las operaciones en 2019 debido a los altos costos de operación. En tanto, la Unidad 2, inactiva desde el accidente en 1979, aún es propiedad de FirstEnergy, y se estima que será cerrada en 2036, según la Comisión Reguladora Nuclear federal (NRC).