El auto de Al Capone que Pablo Escobar compró
Escobar fue nombrado uno de los hombres más ricos del mundo por 7 años consecutivos
Pablo Emilio Escobar Gaviria pasó a la historia como uno de los narcotraficantes más temidos y poderosos del mundo, además de ser el fundador y máximo líder del Cartel de Medellín, el cual monopolizó en algún momento de la historia la exportación de la cocaína.
La vida del narcotraficante ha sido personificada en muchas ocasiones, de hecho, la más reciente muestra la lucha del criminal por el dominio de la venta de drogas en la serie original de Netflix “Narcos“.
Pero, además de una vida llena de problemas, persecuciones y constantes amenazas de muerte, Escobar también vivía un a vida lujosa y llena de comodidades, sin mencionar los muchos testimonios – algunos sin confirmar – de caprichos con costos fuera de este mundo.
Durante siete años consecutivos, el famosos colombiano fue incluido en la lista de “Los hombres más ricos del mundo” por Forbes, empezando en 1977 y terminando en 1984, acumulando una fortuna que llegó a sobrepasar los $25,000 millones.
Sus lujos y extravagancias eran tan notorios que se han publicado varios relatos y anécdotas que testifican las excentricidades del estilo de vida del narcotraficante. Por ejemplo, un reporte de Infobae relata que Escobar financió un concierto privado de la banda británica The Rolling Stones en su Hacienda Nápoles, famosa por albergar los lujos más caros del criminal. Aunque no existe récord alguno de dicho acontecimiento.
También se relata, entre otras cosas, cómo el millonario compró un “unicornio”, que en realidad era un caballo con un cuerno cocido en la cabeza, para el cumpleaños de su hija Manuela.
Sin embargo, entre los lujos más extravagantes que el famoso personaje llegó a tener se encuentra su flotilla de autos, de los cuales se dice que algunos llegaron a pertenecer al mismo Al Capone, un famoso y temido gánster estadounidense que dominó el crimen en Nueva York durante los años 20 y 30.
según Infobae, en sus Hacienda Nápoles, se encontró un “balaseado” Pontiac de 1933 que supuestamente perteneció al gánster norteamericano. Por otra parte, un reporte de Univision que numera la colección de autos del criminal que atribuye un Cadillac de los años 30 que también perteneció a mismísimo Al Capone.
Se dice que el colombiano era un fanático del gánster, tal vez de hecho inspiró algunos de sus múltiples crímenes. No lo sabemos. Pero lo que sí sabemos es que el narco tenía una gran pasión por los autos, pues fácilmente se le puede acreditar la posesión de un Porsche 356 (1948 – 1965), Mercedez-Benz 600 Pullman e incluso un Rolls-Royce Phantom I, fabricado entre 1925 y 1931.