Tres acusados en escándalo por sobornos en reconstrucción del World Trade Center tras terrorismo 9/11
El esquema implicaba la contratación de electricistas "no calificados"
Tres personas fueron acusadas en relación con supuestos sobornos para otorgar contratos de trabajos eléctricos en el reconstruido World Trade Center (WTC) de Nueva York.
James Luckie (58), Paul Angerame (59) y Michael Garrison (59) fueron acusados. Según los fiscales el acuerdo consistía en que Luckie recibiera “regalos lujosos y entretenimiento” a cambio de favores especiales y trato preferencial.
Supuestamente Luckie aceptó más de $17 mil dólares en sobornos para otorgar contratos en trabajos eléctricos en WTC a Angarame y Garrison, dijo el miércoles la fiscal general del estado, Letitia James, en un comunicado de prensa.
Los tres fueron procesados el miércoles en Manhattan ante el juez de la Corte Suprema del Estado, Maxwell Wiley, y deben regresar a la corte el 10 de junio, reportó amNY.
“Se confió a estos individuos que reconstruyeron el sitio del peor ataque terrorista en la historia de Estados Unidos, pero en lugar de eso, supuestamente malgastaron fondos públicos para llenar sus propios bolsillos“, dijo James. “No sólo intercambiaron abundantes regalos por información confidencial y trabajo preferencial, sino que pusieron vidas en riesgo al contratar trabajadores no calificados para realizar trabajos eléctricos serios en el sitio”.
Si son declarados culpables, Luckie, Angerame y Garrison enfrentan la pena obligatoria de prisión del estado y hasta 15 años de prisión, dijeron las autoridades.
Anthony Capozzolo, abogado de Angerame, dijo que su cliente ha trabajado en la industria de la construcción durante 25 años “con un historial impecable” y fue voluntario de recuperación en el sitio del WTC inmediatamente después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
“La oficina del fiscal general ha decidido erróneamente etiquetar las prácticas comerciales legales como delictivas”, dijo Capozzolo.
Garrison se declaró “no culpable”, dijo su defensor, David Scott Smith. Un abogado de Luckie no pudo ser contactado para comentarios.
La fiscal James dijo que Luckie, ex gerente de electricidad en Cushman & Wakefield, compañía de servicios de bienes raíces comerciales que administra el WTC, recibió costosos boletos deportivos, un viaje de golf a Florida, servicio de autos de lujo y otros regalos y comidas de parte de Angerame y Garrison a cambio de un trato preferencial.
En junio de 2013, la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey (PANYNJ), propietaria y operadora del sitio de WTC, contrató a Cushman & Wakefield para proporcionar servicios de administración, operaciones y reparaciones, incluido el trabajo eléctrico, y esa firma contrató a Hatzel & Buehler, para servicios de mantenimiento eléctrico, dijeron funcionarios.
Angerame y Garrison fueron identificados por los fiscales como dos ex gerentes de Hatzel & Buehler.
Además, los fiscales dijeron que el esquema implicaba la contratación de electricistas “no calificados” basados en las relaciones personales de los trabajadores con Luckie, Garrison u otro supervisor de Hatzel & Buehler, “lo que llevó a posibles problemas de seguridad” y gasto de fondos de la Autoridad Portuaria en el WTC.
Casi 3 mil personas murieron en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, Washington y Pensilvania, en el peor ataque terrorista en la historia de Estados Unidos.
No todas las víctimas de ese día han sido identificadas. Y muchas más han fallecido o reportado enfermedades en años posteriores, a consecuencia de los hechos.