Paquetes sexuales con prostitutas en Medellín: venden virginidad de menores por menos de $2,000
"Parce, a la carta: quiero una negra, quiero una bonita, una alta, una flaca, usted la consigue como la necesite y en el precio que sea"
En Medellín, Colombia, la virginidad tiene precio: puede alcanzar más de 5 y 6 millones de pesos (entre $1,500 y $1,800 dólares).
Así lo confirmó un experto en el tema que habló con Noticias Caracol sobre el alcance del trabajo de las sexoservidoras en dicha ciudad.
“Hay una red de proxenetas que están vendiendo las virginidades de niñas, niños y adolescentes, con paquetes turísticos e incluso en fincas de Sabaneta, Barbosa o los alrededores de Medellín, pueden cobrar hasta 5 o 6 millones de pesos y van precios hasta de 300,000 pesos”, precisó Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación.
Los datos ofrecidos por el portavoz trascienden luego de que dos prostitutas, identificadas como Juliana y Valentina hablaran con el referido medio sobre su experiencia.
“Escriben: ‘necesito niñas de tal manera o necesito una niña para tales horas, me pueden enviar fotos’ y ya la que el cliente escoja”, relató Juliana.
“Pero no le dicen a uno exactamente con quién va a estar, uno simplemente vaya, asista, y haga lo que tenga que hacer y reciba su plata y listo”, agregó Valentina. “Se supone que las vírgenes son mucho más costosas, es algo muy costoso”.
Uno de los espacios de más turismo sexual es el Parque Lleras. Luego de establecer contacto inicial con proxenetes por redes como Facebook y WhatsApp, los clientes se juntan con las mujeres o muchas veces menores.
“Parce, a la carta: quiero una negra, quiero una bonita, una alta, una flaca, usted la consigue como la necesite y en el precio que sea”, expresó un comerciante del sector que trabaja con mujeres en la zona sobre la forma en que venden a las prostitutas.
“A ellas las traen los combos, y los combos se llevan de una vez el cliente”, indicó una vendedora de dulces también del área.
La presión por tener dinero lleva a colombianas a optar por esa vida.
“Desde pequeña le dicen a uno, usted está sentada en la mina de oro, explote eso, vaya busque plata que usted puede hacer plata muy fácil, – ¿quién dice eso? – es muy triste porque, por ejemplo, en mi caso lo ha dicho mi familia y mi mamá siempre decía: ‘consígase un marido que la mantenga o váyase de puta a ver si progresa en esta vida'”, explicó Valentina.
“Nos íbamos para fincas, nos pagaban dependiendo del tiempo que nos quedáramos y para eso nos volábamos de las casas y del colegio”, añadió Juliana.
En el caso de Valentina, según relató, la falta de empleo y oportunidades fue la que la llevó a la prostitución.
“La verdad, yo la busqué porque como le digo yo estaba buscando empleo, no se da la oportunidad porque uno reparte hojas de vida y por ningún lado le sale”, sostuvo.