Mujeres “cosen sueños” y toallas sanitarias reusables desde Puerto Rico para el mundo
Cada pieza es una artesanía única en pro de la salud femenina y el medioambiente; el proyecto ha impactado otros países como Haiti, Cuba, Guatemala y un centro migratorio en Arizona, Estados Unidos
NUEVA YORK – Cada lunes, de 9 de la mañana a 12 del mediodía, entre 13 y 20 mujeres se congregan en un pequeño salón en la parte trasera del café Latte que Latte, en la zona metropolitana de Hato Rey, Puerto Rico.
Cinco máquinas de coser y par de mesas y sillas las acompañan.
“Ordeno que cualquier día de la semana tenga la luminosa categoría del domingo. Ordeno que hayan flores en todas las ventanas para que permanezcan abiertas…”, lee parte de un mensaje que adorna como mantra de libertad una de las paredes que las cobija.
Se ven telas por todos lados, telas lisas, telas estampadas; de variados colores.
Entre sorbo y sorbo de café, y la mirada indagadora de algunos presentes que también las visitan y preguntan, las mujeres calcan los tejidos, cosen, añaden botones y ponen el sello de goma con un mensaje en creole o español.
Pero, sobre todo, conversan…se sinceran, intercambian subjetividades, se sostienen unas a las otras y “cosen sueños”.
“Puedes venir y contarnos tu historia, puedes leernos un poema mientras cosemos, o cantarnos una canción…”, describe Hilda Guerrero sobre la apertura que caracteriza el intercambio creativo.
“Es un espacio terapéutico”, agrega la participante del proyecto Luna Caribe que diseña desde ese rincón en Puerto Rico toallas reusables o ecoamigables para mujeres que menstrúan.
Todo se vale en la complicidad sin jerarquías de este grupo, hilo base de la iniciativa, que inició hace poco más de un año, específicamente, el 4 de junio.
“También hablamos sobre situaciones de salud de las mujeres, porque ésa es una de las razones de ser de este proyecto, para eso inicia este proyecto, por la salud de las mujeres y las personas que menstrúan. El daño a la salud que provoca el uso de las toallas sanitarias desechables”, abunda nuestra entrevistada.
En el proceso, Luna Caribe es, además, una vía para conectarse con el origen: la Madre Tierra y su fertilidad, cada vez más amenazada por un sistema que todo lo desecha.
“Desde nuestro espacio nos replanteamos la salud de las personas que menstrúan y de la Tierra, porque hay una contaminación muy fuerte con el uso de toallas sanitarias . Así que estamos trabajando también, con la salud de la Madre Tierra. Las toallas desechables muchas tienen difosfato y material desechable que es derivado del petróleo, por lo que muchas mujeres tienden a sangrar más en su menstruación cuando las usan…”, explica Guerrero a El Diario NY.
Las toallas creadas por este grupo son de tela 100% de algodón y bambú orgánico como absorbente, por lo que están libres de químicos. Ellas mismas, en el intercambio de conocimiento unas con otras, han perfeccionado la técnica. La página de Facebook en la que se dan a conocer también ha ayudado a que cada vez más féminas se unan y aporten sus destrezas a la causa.
“Las mujeres tienen el testimonio de que el sangrado disminuye, que los dolores menstruales disminuyen; que hay muchas mujeres que tienen problemas con endometriosis que, al transicionar a las toallas de tela, su dolor y el sangrado disminuyen”, sostiene la puertorriqueña sobre los testimonios de usuarias.
De sus inicios, las raíces del proyecto ya se han expandido a Haití, Guatemala, Cuba, y, hasta a Arizona, en un centro migratorio en el que se encontraban madres con sus hijos albergados temporalmente.
En total, este grupo -a base de donaciones- ha logrado crear y distribuir unas 800 toallas ecoamigables a los lugares antes mencionados, y, por supuesto, Puerto Rico.
La también doula o partera reconoció la doble utilidad que hubiese tenido en la isla la iniciativa de haber surgido antes o cerca al azote del huracán María, como benefició a varias mujeres en Escuintla, Guatemala, donde llevaron los paquetes ecológicos justo después del terremoto del 18 de junio de 2018.
Para esta portavoz, además de los beneficios en la salud, el uso de las toallas de tela también representa un ahorro económico paras las mujeres.
“Se calcula que una persona sangrante durante su vida fértil llega a utilizar alrededor de 15,000 toallas desechables versus 10 que es lo que nosotras damos al hacer las donaciones, bolsitas de 10 (toallas)…para que les dé tiempo a lavarlas y secarlas. Hay compañeras que han usado unas mismas toallas por más de un año”, detalló.
Tanto Guerrero como el resto de los miembros del colectivo que desarrolla el proyecto (COMUNA Caribe, Placentería y Mujeres que abrazan la mar) están conscientes del cambio de mentalidad que implica esta convocatoria; sin embargo, destacan que la apertura es creciente.
“Yo creo que la gente se está abriendo, nosotras estamos participando de encuentros, de foros. Queremos ir a los países que hemos dado toallas y escuchar a las mujeres a las que hemos enviado las donaciones de toallas. Nuestra experiencia ha sido que las mujeres cuando empiezan a usar – ya sea la copa menstrual o las toallas – se empiezan a relacionar mejor con su cuerpo, a amar más su cuerpo, a entenderlo. Compañeras han empezado a ver la sangre, no como nos han enseñado – como algo sucio, como algo pecaminoso, no; hay compañeras que han ido transicionando para verla como algo hermoso de lo que significa la fertilidad y la salud de nuestros cuerpos…”, argumentó.
Precisamente, este jueves, 11 de julio, en Norwind’s (1043 Flushing Avenue), en Brooklyn, Nueva York, se realizará un evento de recolección de fondos para Luna Caribe de 6 a 9 p.m.
Con la coordinación de grupos con base en la Ciudad como Siempre Presente, este evento de “Jangueo y Justicia Fundraiser” espera recabar el apoyo no solo de miembros de la diáspora puertorriqueña en la Gran Manzana sino de otras personas interesadas en la gesta del colectivo.
Así lo expuso Erica Balle, una de las colaboradoras de la actividad de recolección de dinero.
“Nuestro grupo se formó luego de la respuesta por el huracán María. Mucha gente en la diáspora empezó a ver que teníamos que hacer algo, porque la emergencia expuso la falta de apoyo del Gobierno federal a Puerto Rico. La gente está haciendo cosas maravillosas y no necesitan extranjeros para hacerlas…Ya se está haciendo el trabajo, lo que no hay es dinero; y nosotros estamos acá, los salarios son más altos, y nosotros estamos redistribuyendo el dinero, y juntar personas que crean conciencia para mandar dinero a la isla”, sostuvo la también maestra.
Para conocer más sobre Luna Caribe y aportar a la iniciativa, puede visitar su página de Facebook.
Para detalles del evento de este jueves en NYC y para obtener boletos, pinche aquí.