Estancamiento, carga de trabajo y cultura tóxica empresarial “funden” a trabajadores
Con distintas intensidades, se extiende este síndrome, provocado por el estrés en el trabajo
Apenas quedan unos días para que oficialmente acabe el verano, un periodo que invita a la desconectar de la rutina además de la recarga de energía e inspiración laboral y personal. Es un periodo que pocos estadounidenses pueden o se permiten disfrutar en un momento en el que se miden inquietantes señales de burn out o “trabajadores fundidos”.
EE UU es la única economía avanzada que no garantiza por ley a sus trabajadores vacaciones pagadas.
Y quizá deberían para aliviar el síndrome del trabajador fundido que según el 96% de los managers consultados por la firma de colocación Accountemps afecta con distinta intensidad a los miembros de sus equipos. Según esta agencia, el 91% de los trabajadores también describe síntomas en distintos grados de este problema recientemente definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como resultante del estrés laboral.
La cantidad de trabajo es la causa que los managers reconocen que puede pesar más entre los trabajadores, algo que estos dejan en un tercer lugar como los factores que producen este síndrome. Es algo que reconocía también recientemente Randstad US en otra encuesta entre trabajadores en la que se daba cuenta de los problemas que causaba la presión para estar siempre alerta, mirar e-mails fuera del trabajo, la presión de hacer más de lo que es posible cada día y la falta de un equipo completo para completar un trabajo.
Las otras dos cuestiones que también ven como problemáticas tanto los gestores como los empleados es el estancamiento de carreras, según Accountemps, la sensación de no progresar profesional o laboralmente. Esta parálisis es algo que tiene como consecuencia, normalmente, un callejón sin salida a la hora de mejorar salarios y beneficios.
Este, junto con la toxicidad del ambiente que se respira en algunas empresas es una de las razones que más deciden a los trabajadores a poner fin a una relación laboral.
Curiosamente en la era de la tecnología uno de los problemas que más protagonismo tienen a la hora de fundir a los trabajadores es el flujo de constante interrupción del trabajo.
Según Michael Steinitz, ejecutivo de Accountemps, los gestores de las empresas necesitan “identificar responsabilidades que puedan ser reasignadas o dejarlas pendientes, atraer a personas temporalmente para aliviar la carga de trabajo y apoyar las necesidades de los empleados”. Steinitz, explica que quienes no prevengan que los empleados se quemen en el trabajo pueden perder a sus mejores trabajadores y encontrarse en un aprieto, máxime cuando está empezando a ser difícil encontrar trabajadores con las cualificaciones necesarias debido al bajo desempleo.
¿Cómo distinguir el síndrome?
Según la OMS este estrés crónico se percibe en tres dimensiones:
- Sentimiento de falta de energía o agotamiento.
- Incremento de la distancia con el trabajo o sentimientos negativos quizá cínicos relacionados con este.
- Reducción de la eficacia profesional.
¿Cómo prevenir?
La consultora de recursos humanos, Robert Half, matriz de Accountemps, ofrece varias claves a los empleadores para prevenir la fuga de empleados fundidos.
- Reevalue los papeles de cada empleado. Asegurar que hacen lo que les interesa y en lo que son competitivos. Comunique con los empleados regularmente cuáles son las prioridades de la empresa o el proyecto, sobre todo si este cambia y permita que participen de la planificación de los cambios si los hay.
- Sea realista con respecto a la carga de trabajo, los recursos y la información que tienen para sus proyectos.
- Apoye una política de equilibrio de vida y trabajo. Cuando sea posible ofrezca la posibilidad de teletrabajo o tiempo flexible y no mande e-mails por la noche o en los fines de semana. Cuando lleguen las vacaciones gestione el calendario para que estos las puedan disfrutar y no se sientan culpables pensando que otros estarán haciendo su trabajo.
- Reconozca el trabajo de los empleados. No solo con la palmadita en la espalda. Piense en un salario competitivo, subirlo o mejorar los beneficios.