DHS reconoce por primera vez que el terrorismo de supremacistas blancos es una amenaza
DHS reconoce el terrorismo doméstico de los supremacistas blancos, tras años de amenazas, ataques y masacres
El FBI investiga como un atentado terrorista doméstico la masacre en El Paso. Crédito: MARK RALSTON/AFP/Getty Images
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) está comenzando a abordar el terrorismo de supremacía blanca como una amenaza principal para la seguridad, rompiendo con una década de ignorarlo o sólo considerarlo como una amenaza local, después de que asesinos intolerantes, desde Nueva Zelanda a Texas, le quitaron la vida a casi 100 personas en los últimos seis meses, reporta NYT.
En un documento de estrategia poco notado que fue publicado el mes pasado para guiar a la policía sobre amenazas emergentes y en recientes apariciones públicas de Kevin K. McAleenan, secretario interino de seguridad nacional, el departamento está tratando de orientar una nueva vigilancia sobre el nacionalismo blanco violento, tras las críticas de que la agencia ha pasado una década minimizando el tema.
“Me gustaría aprovechar esta oportunidad para ser directo e inequívoco al abordar un problema importante de nuestro tiempo. En nuestra era moderna, la continuación del extremismo violento basado en la raza, particularmente la supremacía blanca violenta, es una afrenta abominable para la nación “, dijo McAleenan durante un discurso el mes pasado, describiendo el nacionalismo blanco como una de las amenazas más peligrosas para los Estados Unidos.
La nueva postura del departamento contrasta con la del presidente Trump, que ha rechazado repetidamente la supremacía blanca como un movimiento marginal insignificante.
Pero más allá de las palabras y los documentos, muchos funcionarios que intentan combatir la amenaza del supremacismo blanco en todo el país, siguen siendo escépticos de que todo el peso de la aplicación de la ley federal finalmente se esté utilizando para dar al terrorismo interno intolerante la atención que merece.
La nueva postura pública de DHS es una ruptura con el escepticismo que ha estado arraigado en el gobierno federal durante años y que Trump ha expresado abiertamente, más prominentemente, después de la marcha de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, que terminó con un ataque, y la masacre causada por el ataque a dos mezquitas en Nueva Zelanda. El presidente sí denunció la supremacía blanca después de la masacre de El Paso.
La amenaza del terrorismo interno se ha vuelto más clara a medida que la capacidad de DHS para abordarla se ha atrofiado. Christopher A. Wray, el director del FBI, le dijo al Congreso en julio que la oficina había arrestado a tantos terroristas domésticos como terroristas extranjeros este año y que muchos de ellos eran supremacistas blancos.
