Power Gloves: El legado del pastor Víctor Rodríguez continúa
Este mes se celebró la novena edición del campeonato de boxeo
![Sylvia del Raso, tesorera de Chicago Youth Boxing Club, con Dominicc Hardy. (Javier Quiroz / La Raza)](https://laraza.com/wp-content/uploads/sites/5/2019/11/box.jpg?resize=480,270&quality=80)
Sylvia del Raso, tesorera de Chicago Youth Boxing Club, con Dominicc Hardy. (Javier Quiroz / La Raza) Crédito: Javier Quiroz / La Raza
Hace nueve años el pastor Víctor Rodríguez organizó el primer torneo Power Gloves con las metas de recaudar dinero para becas estudiantiles y alejar los jóvenes de las calles.
Y a nueve meses del fallecimiento del pastor Víctor, noticia que estremeció a la comunidad del barrio de La Villita, la tesorera del gimnasio Chicago Youth Boxing Club (CYBC), Sylvia del Raso, confirmó que el legado continúa.
“Comenzamos en 2011 y ya vamos en el número nueve, para el siguiente año tenemos el aniversario 10 y estamos planeando hacer algo grande”, informó la también mejor amiga del pastor Víctor.
El pasado fin de semana se celebraron 73 peleas en todas las divisiones y con lujosos cinturones para los campeones.
“Se nos fue el pastor Víctor pero sigue su sueño y el de todos los miembros de la mesa directiva que es de ayudar a los jóvenes”, recordó la tesorera.
Sylvia del Raso informó que este año se entregaron becas por valor de $18,000 entre ocho estudiantes de colegio comunitario y universidad.
Y como en cada torneo Power Gloves se entrega el codiciado cinturón verde que envía el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) para el mejor peleador y que este año recayó en Dominicc Hardy.
“Tenemos una muy buena relación con Michel Salomón y Mauricio Sulaimán del CMB, ellos apreciaban mucho al pastor Víctor y nos apoyan, cualquier movimiento que hacemos ellos están ahí para ayudar”, reconoció la tesorera.
Sylvia del Raso admite que el pastor Víctor le dejó una responsabilidad muy alta, y aunque nunca lo hablaron sabe que tiene que continuar con los Power Gloves.
“Nunca tuvimos esa conversación, pero él era mi mano derecha y yo era su mano derecha”, concluyó.