Dos niños inmigrantes guatemaltecos murieron bajo custodia de la Patrulla Fronteriza, pero DHS exime de falta a las autoridades

Jakelin Caal, de siete años, y Felipe Gómez, de ocho, murieron el 8 y el 25 de diciembre de 2018, respectivamente, luego de haber sido detenidos junto a sus padres en territorio estadounidense

Jakelin Amei Rosmery Caal Maquin murió bajo custodia de CBP

Jakelin Amei Rosmery Caal Maquin murió bajo custodia de CBP Crédito: Combo EFE/Twitter

WASHINGTON –  La Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) descartó “falta” o “mala actuación” en los hechos que rodearon la muerte, en diciembre del año pasado, de dos niños inmigrantes guatemaltecos que permanecían bajo custodia de la Patrulla Fronteriza.

Jakelin Caal, de siete años, y Felipe Gómez, de ocho, murieron el 8 y el 25 de diciembre de 2018, respectivamente, luego de haber sido detenidos junto a sus padres en territorio estadounidense.

En ese entonces se señaló que Caal, originaria de la comunidad de San Antonio Secortéz, del municipio de Rarxuha, murió al parecer de deshidratación, y Gómez, procedente de Nentón, supuestamente de una fiebre común, aunque ambos casos permanecían bajo indagación.

INVESTIGACIÓN INDEPENDIENTE

Según la Oficina del Inspector General, a cargo de la supervisión independiente del Departamento de Seguridad Nacional, el cual tiene bajo su mando a las autoridades migratorias y de aduana, no se encontró “falta o mala actuación por parte del personal del DHS”, según dos comunicados separados difundidos en su web, con fecha 20 de diciembre.

La nota detalla los hechos ocurridos antes del deceso de ambos menores, quienes habían salido de las empobrecidas tierras indígenas de Alta Verapaz y Huehuetenango, en Guatemala.

EL CASO DE LA PEQUEÑA JAKELIN

El Inspector relató que el 6 de diciembre de 2018 Jakelin (cuyo nombre no es suministrado en el comunicado) y su padre fueron detenidos en Antelope Wells, Nuevo México, y un día después fueron trasladados a otra instalación de la Patrulla Fronteriza (USBP) en Lordsburg.

Durante el recorrido, Nery Caal, padre de la pequeña y en ese entonces de 29 años, advirtió a las autoridades que Jakelin tenía fiebre y vómitos y empezó a tener convulsiones.

“Cuando la niña llegó a la estación USBP en Lordsburg, los técnicos médicos de emergencia de USBP iniciaron la atención y la llevaron al hospital en una ambulancia aérea comercial”, detalla el comunicado, según el cual el personal de la Patrulla Fronteriza traslada al papá (que no es identificado por su nombre) al centro donde permanecía la menor.

El 8 de diciembre, se declaró el deceso de la niña, por lo que se inició una “investigación detallada” coordinada con la oficina del médico forense local.

El Inspector General detalló, citando el informe de la autopsia del médico forense, que Jakelin “murió por causas naturales debido a secuelas de sepsis estreptocócica”.

FELIPE, EL SEGUNDO FALLECIDO

Felipe Gómez Alonzo, de 8 años, era oriundo de la aldea Yalambojoch (a unos 410 kilómetros de Ciudad de Guatemala), en el municipio de Nentón, ubicado en el departamento noroccidental de Huehuetenango.

La investigación indicó que Felipe (quien tampoco es identificado en el documento difundido) fue detenido junto a su padre, Agustín (por entonces de 47 años), el 18 de diciembre del año pasado cerca de El Paso, en Texas.

Posteriormente, el 23 de diciembre, fueron transportados a un punto de control de la Patrulla Fronteriza en Alamogordo, Nuevo México, donde esperarían la reubicación.

Un día después de su llegada al lugar, un agente “notó que el menor parecía enfermo y entrevistó al padre, quien solicitó tratamiento médico para su hijo”, relata la nota oficial, que no revela el nombre del padre.

Fue entonces cuando ambos fueron llevados a un hospital para evaluar al menor, al quien se le diagnosticó “con una infección de las vías respiratorias superiores”, para cuyo tratamiento se le recetó amoxicilina y acetaminofén.

Ambos fueron devueltos a la instalación de la Patrulla Fronteriza, donde el pequeño, a quien se le administraron sus medicamentos, “mejoró brevemente”, pero luego “empeoró”, según determinó la pesquisa, lo que obligó a que fueron transportados al hospital, donde Felipe “no respondió y fue declarado muerto”.

“El informe de la autopsia del médico forense del estado encontró que el niño murió de sepsis causada por la bacteria Staphylococcus aureus”, concluyó el comunicado.

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