¿Por qué no debes hablar con la boca llena?
La recomendación de no hablar mientras se mastica, tiene una razón que va más allá de los buenos modales
Desde niños escuchamos las recomendaciones “cierra la boca mientras masticas” y “no se habla con la boca llena”. La justificación más común es que se ve mal y es muestra de malos modales. Sin embargo, hay una razón de mayor importancia, pues se podría protagonizar una de las “1000 Maneras de Morir”.
Haciendo honor a la verdad, no es agradable ver como una persona habla mientras nos muestra los alimentos machacados en su boca. Otro momento incómodo es no poder disfrutar de la comida por estar a la expectativa del momento en que nos salpiquen gotas de saliva.
Si los modales y la imagen que ofreces a los demás no son algo que importe mucho, hay un motivo por el que deberías reconsiderar no hablar con la boca llena. La razón: puedes morir por asfixia.
La evolución en el hombre ha sido tan maravillosa que ya no puedes excusarte en que “los antepasados comían como los animales”. Ya que ahora se usa fuego para cocinar la carne y se corta en pequeños trozos, se disminuye el tiempo y fuerza para masticar, así que hubo cambios en nuestro aparato fonador, en palabras más sencillas, en nuestro diseño.
Al hablar, el alimento, en lugar de pasar de la boca a la faringe y luego al esófago, pasa a la laringe lo cual puede ocasionar asfixia y hasta la muerte.
Al comer de prisa, hablar y masticar abriendo la boca también se incrementa la ingestión de aire, lo que puede causar hinchazón, eructos, gases y dolor abdominal. Se recomienda tomar su tiempo al comer y beber, masticando bien sus alimentos antes de tragar.
Ahora el “no se habla con la boca llena” cobra más razón, que una mera imposición.
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