Un dron de $16 millones de dólares que detecta migrantes en la frontera no refleja efectividad
El avión no tripulado que utiliza CBP podría ser una chulada de la aeronáutica, pero su utilidad está en entredicho
Trece migrantes que el pasado 27 de enero cruzaban la frontera de Texas fueron arrestados por la Patrulla Fronteriza luego de que sus movimientos fueran detectados desde el cielo.
No era una señal divina la que habían recibido los agentes fronterizos, sino las imágenes y coordenadas que envió uno de los drones que Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) utiliza para sobrevolar la frontera, un aparato identificado como “UAS Vader”, nombre derivado de siglas que en inglés se refieren al sistema de aeronave no tripulada que transmite información en tiempo real sobre objetivos detectados a lo largo de la frontera.
La secuencia de datos y fotografías que ese día de enero captó desde las alturas el centro de control de la Patrulla Fronteriza en Texas mostraban a un grupo de ocho indocumentados cerca de la comunidad fronteriza de Comstock, a unas 5 millas del cauce del río Bravo/río Grande que demarca los territorios de México y Estados Unidos.
El aparato también ubicaba a otros cinco migrantes a 130 millas de distancia de ahí, en la zona de Carrizo Springs, quienes habían cruzado por la frontera de Piedras Negras-Eagle Pass.
Con la información que recibían en tiempo real, los agentes de la Patrulla Fronteriza llevaron a cabo operativos en ambas zonas para lograr la detención de ambos grupos de indocumentados cuyos pasos fueron rastreados desde el cielo.
Pero lo que las autoridades presentan como una chulada de dron para la vigilar la frontera, no parece ser tan eficiente para lo que vale y para la cantidad de detenciones que logran con su uso.
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De alto vuelo y costo
El “UAS Vader” de CBP es una aeronave de control remoto que lleva consigo un sofisticado radar, sensores y cámara de video para captar la actividad de personas y vehículos en la frontera, ya sea de día o de noche, puede volar a una altitud de hasta 50,000 pies y alcanzar velocidad máxima de 276 millas por hora.
Es un dron del prototipo MQ-9 Reaper o Predator B diseñado y fabricado por la empresa aeronáutica General Atomics, el cual tiene un valor de casi $16 millones de dolares por unidad, un precio que incluye operación y mantenimiento.
Aunque el aparato se muestra un hijo prodigio de la aeronáutica, los resultados obtenidos en el sector de Del Río en los últimos cuatro meses no reflejan la efectividad que se supone deberían tener los agentes fronterizos al hacer uso de un aparato que representa un gasto de más de $12,000 dólares por cada hora de vuelo.
Y es que los datos de CBP indican que de los 473 migrantes detectados por drones entre octubre de 2019 y enero de 2020 en esa zona de la frontera, sólo 175 de ellos fueron detenidos.
Un análisis del Cato Institute realizado hace dos años advertía lo costoso del sistema al precisar que el número de arrestos logrados con la ayuda de drones era de menos del 1% del total de detenidos en la frontera, lo que significaba que cada aprehensión tenía un costo de $32,000 dólares.
De los 10 que tenían…
El MQ-9 Reaper es utilizado por la unidad de Operaciones Aéreas y Marítimas (AMO) de CBP para vigilar desde las rutas que por tierra y agua son utilizadas para el contrabando de personas y el tráfico de drogas.
El dron destinado al seguimiento de embarcaciones fue bautizado como “The Guardian” y el que se utiliza para vigilancia de la frontera terrestre es el “UAS Vader”.
“Los sistemas tecnológicos como UAS (aeronave no tripulada) nos permiten mejorar enormemente nuestra presencia en la frontera”, declaró el jefe de la Patrulla Fronteriza en el sector de Del Río, Raúl Ortiz. “Siempre estamos viendo formas innovadoras para implementar la tecnología y responder a tiempo”.
Las aeronaves no tripuladas MQ-9 Reaper cuentan con avanzados instrumentos tecnológicos para rastrear, detectar, identificar, vigilar y coordinar una respuesta de los agentes fronterizos al ofrecer un panorama amplio de zonas que suelen ser inaccesibles, por lo cual CBP decidió comprarle una decena a General Atomics.
Desde 2006 esta empresa de aeronáutica ha obtenido contratos millonarios del gobierno federal -en 2018 fue por $276 millones de dólares- para la operación y mantenimiento de los 10 drones de CBP, de los cuales sólo quedan nueve, ya que uno de ellos se perdió en el mar.
Y desde entonces, la efectividad de los drones en la frontera ha quedado en entredicho.