¿Existen otras opciones al depósito de alquiler? La legislación que podría favorecer a los inquilinos

Una ley en Cincinnati, Ohio, hizo un avance hacia la mejora de la asequibilidad de los alquileres al aprobar una reglamentación donde se exige que los propietarios y administradores de propiedades ofrezcan opciones a los inquilinos además del tradicional depósito de seguridad en efectivo que suele ser de un mes de renta adelantado para la protección de la vivienda.

Por el momento, es la única ciudad de Estados Unidos con esta legislación que ofrece nuevas alternativas a los dépositos, sin embargo, parlamentarios de Virginia, Connecticut, Alabama, New Hampshire, entre otras, ya voltearon hacia Ohio para adoptar la iniciativa e implementarla en sus respectivas localidades.

Los altos costos iniciales, usualmente derivados del pago en efectivo del depósito de seguridad por una propiedad que a menudo suelen ser equivalentes a la misma cantidad de una mensualidad de renta regular, impiden a alrededor del 60% de los inquilinos la posibilidad de mudarse a casas o apartamentos de alquiler amplios o que cubran sus respectivas necesidades, de acuerdo con el Informe del Sentimiento del Inquilino” del 2019, realizado por Jetty, compañía de servicios financieros para inquilinos.

Pero, ¿cómo es la legislación de Cincinnati que acapara las miradas de todo el país? El proyecto de ley pretende ofrecer tres alternativas que hacen que rentar una propiedad pueda ser más asequible, aunque estas opciones dependen de la propiedad, por lo que no todas podrían ser aplicables en una misma casa, la intención es generar mudanzas menos costosas y pagos más accesibles para los inquilinos.

Las posibilidades son las siguientes:

1. Un depósito de seguridad reducido: pagar el equivalente al 50% del alquiler del primer mes.
2. Un plan de cuotas: el arrendatario tendría que pagar el monto total del depósito estándar actual de la propiedad, pero con la facilidad de hacerlo en el transcurso entre seis meses o más, según su contrato.
3. Depósito basada en un seguro: el inquilino puede recurrir a un proveedor externo aprobado por el Estado, al que se le pagara de acuerdo a sus propias reglamentaciones, quien se encarga de asegurar la propiedad contra daños.

Los propietarios tienen 90 días para decidir cuál de estas opciones ofrecerán a los inquilinos, quienes son los más beneficiados. Por su parte, los dueños pueden correr más riesgo al reducir el depósito a la mitad o permitir el pago en plazos, aunque la intención siempre será cubrir las necesidades de ambos.