Grasa de insectos, ¿por qué es mejor que la mantequilla?
Un estudio muestra que la grasa de insecto funciona bien en la pandería y los consumidores no notaron el remplazo de la mantequilla
Los productos alimenticios elaborados con insectos no es algo que debiera sorprendernos, ya que la entomofagia (consumo de insectos por los seres humanos) es una práctica desarrollada desde hace miles de años, y actualmente estos animalitos son valorados en la cocina gourmet. Entre las novedades está la grasa de insectos, ¿habría alguna razón para usarla como una alternativa a la mantequilla?
La creciente búsqueda de alternativas saludables y sustentables ha originado que se surjan productos como la grasa de insectos. Las revistas y estudios médicos están repletos de estudios que muestran las relaciones entre la alimentación, sobrepeso y problemas a la salud, y con ello una interminable necesidad de modificar y sustituir alimentos de frecuente consumo, que sean muy nutritivos y poco “engordantes”.
Buen sabor y funcionalidad en panadería
La grasa de insecto proporciona una estructura y funcionalidad similar a la mantequilla en productos de panadería.
Un estudio de la Ghent University de Bélgica analizó cómo percibieron consumidores a panes elaborados con grasa de larvas de mosca soldado negra (BSF LF) como reemplazo parcial de mantequilla.
Un pastel donde la cuarta parte de la mantequilla fue remplazada por grasa de insecto, quienes los probaron no notaron que se usaba BSF LF.
En el caso de los waffles donde se reemplazó la mitad de la mantequilla por la grasa de insecto ni siquiera notaron la presencia de BSF LF. Además de que la textura y el color apenas se vieron afectados en comparación con la mantequilla.
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Nutritiva y más digerible que la mantequilla
El investigador Daylan Tzompa-Sosa (Ghent University), señala que la grasa de los insectos contiene ácido láurico, que la hace más nutritiva y digerible que la mantequilla.
“El ácido láurico tiene un efecto antibacteriano, antimicrobiano y antimicótico. Esto significa que es capaz, por ejemplo, de eliminar varios virus inofensivos, bacterias o incluso hongos en el cuerpo, lo que le permite tener un efecto positivo en la salud “, refiere el investigador.
Por su parte, la Organizacion de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reconoce a los insectos como una buena fuente de alimentación. Señala que los insectos proporcionan proteínas y nutrientes de alta calidad en comparación con la carne y el pescado. También son ricos en fibra y micronutrientes como cobre, hierro, magnesio, fósforo, manganeso, selenio y zinc.
Riesgo de enfermedades
La FAO indica que los insectos plantean un riesgo reducido de transmisión de enfermedades zoonóticas (enfermedades que se transmiten de los animales a los humanos) como la H1N1 (gripe aviar) y la EEB (enfermedad de las vacas locas).
Menor impacto ambiental
Los insectos se pueden cultivar en grandes cantidades dependiendo menos de la tierra y con un menor impacto ambiental que ganado convencional. Los cerdos producen entre 10 y 100 veces más gases de efecto invernadero por kilogramo de peso.
La FAO explica que los insectos usan menos agua y alimento que el ganado. Se pueden convertir 2 kg de alimento en 1 kg de masa de insecto, mientras que el ganado requiere 8 kg de alimento para producir 1 kg aumento de peso corporal.
Además los insectos pueden nutrirse de residuos alimentarios y pueden transformar estos residuos en proteínas de alta calidad.
No solo en Ásia y África los insectos son valorados como alimentos. En países como México varias especies han formado parte de la dieta prehispánica y hasta la fecha se mantiene su consumo, en salsas, masas o simplemente dorados y en tacos.
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