Gwyneth Paltrow: ¿Qué opinan realmente sus hijos sobre los productos inspirados en su vagina?
Hay que admitirlo, no es el negocio que todo hijo desearía que su madre manejara
Gwyneth Paltrow enmarcada por una representación de una vulva hecha con rosas para el lanzamiento de su serie The Goop Lab. Crédito: Getty Images
Los productos que Gwyneth Paltrow promociona a través del imperio Goop, atribuyéndole propiedades curativas o beneficiosas para la salud sexual sin ninguna prueba científica, no solo han conseguido minar su credibilidad ante ciertos sectores de la opinión pública, sino que también le han valido un sinfín de críticas en el seno de su propia familia.
Su hijo de 13 años, por ejemplo, no siempre vio con buenos ojos que recomendara a sus lectores vibradores de oro valorados en 15.000 dólares, que vendiera las famosas velas con olor a su vagina o que proclamara a los cuatro vientos las bondades de las saunas y huevos vaginales basándose en su propia experiencia.
Sin embargo, eventualmente Moses ha cambiado de opinión -bien sea porque se ha tomado la molestia de leer algunos de los artículos de Goop o porque ha descubierto que el imperio del bienestar que ha construido su madre está valorado en 250 millones de dólares– y se ha convertido en su mayor fan.
“El otro día mi hijo me confesó que al principio le resultaba muy embarazoso que vendiera vibradores en nuestra página web, pero ahora le parece una idea genial. Sus palabras exactas fueron: ‘Eres una feminista, mamá. Eres una tipa dura’“, ha desvelado ahora la actriz retirada, sin poder disimular cierto orgullo, a su paso por el programa de Jimmy Kimmel.
La situación cambia bastante cuando se trata de la primogénita de Gwyneth, fruto también de su antiguo matrimonio con Chris Martin. La joven Apple no soporta que la intérprete publique fotografías suyas en sus redes sociales ni codearse con ella en eventos públicos.
“Mi hija cree que soy terriblemente humillante. Cualquier cosa que hago en público, más allá de no hablar o quedarme quieta en una esquina, es como una especie de provocación y consigue que me diga en seguida: ‘Por Dios, ¡para ya!’“, explicó recientemente a su paso por otro ‘talk show’, el de Ellen DeGeneres.
