Mexicanas exigen justicia por desaparecidas
El nudo en la garganta se apoderó de los familiares de las personas desaparecidas y de las víctimas de feminicidio
Protesta de mujeres. Crédito: EFE
MÉXICO – Silencio. Llegó el momento de fijar postura. Fuera los hombres al frente. No son bienvenidos, si quieren estar, que se vayan atrás, dijeron las mujeres, no es su lucha.
¡Justicia! No importa el nombre. Perla, Cristina, Nayeli. Murieron por ser mujer. Un hombre las mató, y en muchos casos el asesino está libre.
El nudo en la garganta se apoderó de los familiares de las personas desaparecidas y de las víctimas de feminicidio.
“No estás sola, no estás sola”, fue el grito al unísono de todas las participantes en la marcha del 8 de marzo en el marco del Día Internacional de la Mujer.
En los relatos hubo otro común denominador. Las autoridades no les creen, dicen que desaparecieron por “put**” o por estar en un determinado lugar.
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“Yo sí te creo, yo sí te creo”, respondieron las manifestantes.
Las mujeres que llenaron los carriles de Avenida Chapultepec y su camellón de Niños Héroes, más allá de Avenida La Paz, se unieron para exigir justicia y un alto a la violencia de género.
Los posicionamientos siguieron. Las mujeres quieren ser libres, no valientes. Salir sin sentir miedo. La marcha es solo el comienzo. La revolución, dicen, ya inició, Las políticas públicas deben cambiar y garantizar seguridad.
“Sabemos que juntas y organizadas paramos las dolencias por una vida digna. Justicia para todas”, reclamaron.
