Las señales que te indican por qué no abrazar a tu perro
Los canes no comprenden que un abrazo es sinónimo de cariño y lo relacionan con una falta de libertad o escasez de movimientos. Hay otras opciones para demostrarles afecto
Los abrazos son una demostración de amor entre los humanos, pero esto no resulta del todo agradable para los perros no porque no le agrade el contacto con sus amos, sino porque ellos lo entienden como una señal de dominio y una falta de libertad o escasez de movimientos que pueden estar causados por un posible peligro.
De acuerdo con un estudio del profesor de psicología Stanley Coren, de la Universidad de Columbia Británica, a los canes no les gustan los abrazos, en absoluto, cada especie tiene una manera diferente de comportarse y socializar informa Mis Animales.
Al darles un abrazo a los caninos, les estamos quitando la posibilidad de huir si hubiese algún problema, les resulta estresante estar obligados a quedarse quietos. Para llegar a esta conclusión, Coren y un grupo de expertos analizaron 250 fotografías obtenidas en Internet, en las que aparecían perros abrazados por sus dueños, según un artículo publicado en la revista Pshycology Today.
Los expertos indicaron que 8 de cada 10 animales se mostraban completamente incómodos en esa situación. En el 81 % de las imágenes los perros tenían por lo menos un signo de ansiedad, malestar o estrés. El 8 % parecía estar contento y el 10 % restante tenía una actitud ambigua o neutral.
“Los perros son animales cursoriales. Esto quiere decir que, por naturaleza, siempre están preparados para correr en caso de peligro. Por lo tanto, si se sienten prisioneros o que no pueden moverse con libertad, comenzarán a estresarse”, concluye Coren.
Es posible que el amo no haya notado la incomodidad de su perro ante el abrazo, pero con estas señales se puede dar cuenta de que sí se siente así, si muestra los dientes, intenta morder o ladra cuando se le intenta abrazar o durante el mismo abrazo, provocándole estrés.
Se debe poner atención a los “microgestos”, a todas aquellas señales sutiles que pueden ayudar a detectar cuál es la reacción de cuando se le abraza. Los signos caninos de estrés o de alarma ante un posible peligro (ambos experimentados al recibir un abrazo) son los siguientes:
Sacar la lengua, evitar el contacto visual, respirar entrecortado, doblar las orejas hacia abajo, cerrar o entrecerrar los ojos, poner la cola entre las patas, lamerse el hocico repetidamente, mover el cuerpo en posición de escape, girar la cabeza del lado contrario a la persona y estirar las patas delanteras para “separarse” del abrazo, llevar el hocico hacia arriba (como si buscara aire fresco).
Es recomendable que cuando se quiera mostrar afecto a un perro, en lugar de abrazarlo, se le de una suave palmada en la cabeza, rascar su barbilla, decirle una palabra amable, salir a jugar con él al parque o darle un premio comestible.
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