Sopa de sandía y remolacha, antioxidante y perfecta para el calor
Fresca, deliciosa con vitamina C y otros nutrientes
Ya podemos darle un descanso al horno y preparar platillos deliciosos y no nos hagan sudar con solo ponerlas a la mesa.
Es momento de sacar todo el provecho de los vegetales y frutas de temporada y que nos llenan de energía, antioxidantes y nutrientes, por lo que además de saciar el apetito nos sentiremos y veremos bien. Así que te diremos cómo hacer una sopa de sandía y remolacha.
Ingredientes
(4 porciones)
- ½ Sandía
- 1 bulbo de remolacha fresca
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 manojo menta fresca
- Sal
- Pimienta
Preparación
- Cuece la remolacha o betabel fresca en agua hirviendo (sin retirar la piel)
- Corta la sandía en trozos y retira las semillas
- Una vez que se ha cocido la remolacha, sumérgela en agua con hielo.
- Seca, pela y corta en trozos el bulbo.
- Tritura la remolacha y la sandía en un procesador o licuadora, salpimenta y añade poco a poco el aceite de oliva.
- Sirve tu sopa fría.
Para decorar y dar un sabor fresco a tu sopa puedes añadir aceite de menta fresca. Tritura la menta con aceite de oliva, previo a cocer la remolacha, así podrá reposar antes de servirse.
Como opción de presentación, puedes servir unos trozos pequeños de sandía en el plato y agregar alrededor la sopa de sandía.
La sandía contiene nutrientes como vitamina A, B, C y potasio. Es rica en carotenoides, incluidos el betacaroteno y el licopeno, pigmento antioxidante que da a la fruta su color rojo intenso.
Los carotenoides son una clase de compuestos vegetales que incluyen alfa-caroteno y beta-caroteno, que su cuerpo convierte en vitamina A.
Como sabemos la vitamina C fortalece nuestro sistema inmunológico y tiene múltiples beneficios a la salud.
Las remolachas son bajas en calorías, pero con altos contenidos de fibra, ácido fólico, vitamina C y minerales como el potasio. Reducen la presión arterial y combaten la inflamación.