¿Cuándo hay que extirpar las amígdalas?

Las amígdalas no cumplen ninguna función indispensable en el cuerpo, pero sí pueden ser origen de problemas de salud. Es por eso que los procedimientos quirúrgicos para su extirpación son tan comunes.

Y aunque en ocasiones la extirpación es por mera prevención, hay circunstancias especiales en las que extirpar las amígdalas es la mejor decisión. Aquí te hablaremos un poco más sobre ello.

¿Cuándo extirpar las amígdalas?

Según el Dr. Ernesto Reid, otorrinolaringólogo de la Clínica Las Condes, la orden para extirpar las amígdalas se produce comúnmente en pacientes con cuadros de amigdalitis a repetición, que son infecciones que ocurren cuatro o cinco veces al año.

La orden para extirpar las amígdalas también se produce si la frecuencia es menor a la señalada, y si las infecciones ocurren recurrentemente a lo largo de los años.

El doctor afirma también que la remoción de las amígdalas puede generarse si has tenido un absceso a raíz de la complicación de un caso de amigdalitis.

En el caso de los niños, la orden para extirpar las amígdalas procede en los casos de hipertrofia, es decir, si las amígdalas han crecido mucho.

¿Cómo se extirpan las amígdalas?

Las amígdalas se extirpan en una cirugía conocida como amigdalectomía. Este procedimiento utiliza anestesia general mientras el paciente se encuentra intubado. En la amigdalectomía, se utilizan unas pinzas para extraer las amígdalas, las cuales son movidas y cortadas.

Es bastante usual que la extirpación de amígdalas esté acompañada por la extirpación de los adenoides, que son tejidos estructuralmente similares y que también son linfáticos.

Posterior a la cirugía, los primeros tres días deben estar basados en una dieta de líquidos fríos, como helados, bebidas, yogur o jaleas. En los siguientes días se pueden incorporar otros alimentos, pero ellos deberían ser blandos.

Las amígdalas pueden generar problemas innecesarios de salud en algún momento de tu vida. La amigdalectomía es un procedimiento relativamente habitual en el ámbito de la medicina, por lo que hay poco que temer. Igualmente, siempre debes consultar con tu médico de confianza si este es el tratamiento adecuado para ti.