Migrantes deshidratados, acalambrados y perdidos en la frontera llaman al 911 para ser rescatados
Una mujer embarazada que fue abandonada por el pollero no podía ni hablar por la severa deshidratación que sufría
Seis migrantes indocumentados que estaban perdidos y sufrían deshidratación tras cruzar la frontera de México a Estados Unidos fueron rescatados el fin de semana gracias a que llamaron desde sus teléfonos celulares a la línea de emergencias 911.
La Patrulla Fronteriza en el sector Edinburg, en Texas, informó que los rescates se registraron entre el viernes y el sábado en la vasta región del Valle del Río Grande.
El primero de los rescates ocurrió la mañana del viernes 22 de mayo luego de que la Patrulla Fronteriza recibiera el reporte al 911 que había hecho un hombre que decía estar perdido en la frontera, precisando las coordenadas de su ubicación a través de su teléfono celular.
La unidad de rescate lo encontró en las cercanías de un rancho colindante a la carretera 77. Era un mexicano indocumentado que no requirió atención médico y fue procesado para su deportación inmediata.
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Dejada por el pollero
Ese mismo viernes el Departamento de Policía de Roma -la ciudad fronteriza de Texas que colinda con el municipio de Miguel Alemán, en el estado mexicano de Tamaulipas-, contactó a la estación de la Patrulla Fronteriza para avisar de una llamada telefónica que habían recibido de una mujer que decía estar embarazada y que había sido abandonada por el pollero.
Cuando la agentes la localizaron a los pocos minutos, la mujer estaba desorientada y no podía hablar por la deshidratación que padecía, por lo que fue trasladada a un hospital para una evaluación médica, según el reporte de la autoridad.
Por la noche de ese mismo viernes otra llamada al 911 que hicieron dos hombres perdidos en algún lugar de las extensas praderas de los condados Brooks y Kenedy.
La unidad de Operaciones Aéreas y Marítimas (AMO) de la Patrulla Fronteriza localizó a los dos migrantes mexicanos tras una hora de sobrevolar el área en helicóptero.
Los paramédicos tuvieron que suministrarle fluidos por la vía intravenosa a uno de ellos debido a su avanzado estado de deshidratación que le estaba provocando calambres por todo el cuerpo.
Al siguiente día, el sábado 23 de mayo, otros dos migrantes mexicanos llamaron al 911 al verse perdidos en una zona despoblada tras cruzar la frontera por McAllen, Texas.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza en la estación Falfurrias detectaron que la llamada se había hecho de un punto cercano al poblado de Encino, a unas 60 millas al norte de la frontera. Tras un operativo de búsqueda que se prolongó por varias horas los dos migrantes fueron rescatados y procesados para su deportación inmediata.