Lo que debes saber de la fotomancia, el arte de adivinar mirando fotografías
Se trata de una técnica utilizada para conocer los pensamientos y sentimientos de una persona a través de su fotografía
El arte de la adivinación a través del análisis y observación de fotografías se le conoce como fotomancia y es muy utilizada por videntes, médiums y tarotistas para descubrir los pensamientos y sentimientos de una persona que está a la distancia o que ya no está en el plano terrenal.
A diferencia de otras técnicas como el péndulo, la geomancia o dominomancia, la fotomancia no busca predecir el futuro sino captar las energías de la persona presente en la imagen mediante la intuición.
Se cree que cualquier persona que tenga la habilidad de ser muy analítica, observadora e intuitiva puede ser fotomante, ya que este arte adivinatorio no es complejo. Como reza el dicho popular “los ojos son la ventana del alma” y quienes son capaces de descubrir los rasgos de las personas en sus fotografías pueden abrir esas ventanas para ingresar en su personalidad utilizando sus guías espirituales.
Para qué se usa
Generalmente se utiliza para conocer el estado emocional de una persona, cuál es la vibra que transmite y si está actuando bien o mal de acuerdo a su destino. Además, para saber las características de su personalidad y conocer de qué manera podemos convivir con ella.
Las consultas más comunes de la fotomancia son para descubrir si tenemos futuro con alguna persona según sus rasgos o si es la pareja adecuada, si alguien nos está guardando un secreto o si es confiable, para saber si aporta energía positiva o negativa a nuestra vida, si es buena amiga o amigo, etc.
Cómo funciona
El fotomante debe relajarse y meditar para entrar en contacto con el plano espiritual y alejarse del terrenal, luego procede a la observación de la fotografía e intenta percibir las energías acumuladas en ella. Las fotografías guardan recuerdos y emociones que los videntes tratan de captar y analizar, según explica el sitio online WeMystic.
Las fotos pueden estar presentes física o virtualmente y se aconseja tener dos o tres imágenes de la persona sobre la que se consulta y no debe tener lentes de sol para que el experto pueda apreciar claramente sus ojos.
Después, el fotomante interactuará con el consultante para sacar algunas conclusiones y tras captar la energía y vibración de la fotografía comenzará a obtener información sobre diversos ámbitos de la vida de la persona de la imagen.
Se trata de un proceso en el que se usa principalmente la intuición y la sensibilidad para captar las energías que emana el sujeto a través de su fotografía.
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