Corte Penal Internacional: el “ataque” de Trump al tribunal que dificulta la investigación de crímenes de guerra en Afganistán
El presidente de EE.UU. impuso un nuevo paquete de sanciones contra los funcionarios del tribunal que investigan si las fuerzas de ese país cometieron crímenes de guerra en Afganistán
La larga cruzada de Trump contra organismos internacionales ha vuelto a recaer en un viejo e incómodo conocido: la Corte Penal Internacional (CPI).
El presidente de EE.UU. impuso este jueves un nuevo paquete de sanciones contra los funcionarios del tribunal que investigan si las fuerzas de ese país cometieron crímenes de guerra en Afganistán.
La orden ejecutiva permite a Estados Unidos bloquear los activos de los empleados de la Corte y evitar que ingresen a su territorio.
La CPI describió la decisión como un “intento inaceptable de interferir el estado de derecho“.
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Desde que tomó el poder, Trump ha criticado reiteradamente a la Corte y ha cuestionado su independencia.
El jueves, poco después de la firma de la orden ejecutiva, el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que Estados Unidos no sería “amenazado por una ´corte canguro´ (un tribunal que ignora los estándares reconocidos de la ley o la justicia)”.
De acuerdo con el diplomático, las sanciones también podrían aplicarse a familiares de los funcionarios de la CPI para evitar que visiten Estados Unidos.
La crítica al tribunal tomó otro tono con declaraciones del fiscal general, William Barr, quien alegó, sin pruebas, que “potencias extranjeras como Rusia están manipulando a la CPI en pos de su propia agenda”.
¿Cuáles fueron las reacciones?
La Corte dijo en un comunicado que la decisión de Estados Unidos se había tomado “con el objetivo declarado de influir en las acciones de los funcionarios de la CPI” en el curso de sus investigaciones.
“Un ataque contra la CPI también representa un ataque contra los intereses de las víctimas de crímenes atroces, para muchos de los cuales el tribunal representa la última esperanza de justicia”, agregó.
Grupos de derechos también criticaron la medida.
“Este asalto a la CPI es un esfuerzo para impedir que las víctimas de crímenes graves, ya sea en Afganistán, Israel o Palestina, vean justicia”, dijo Andrea Prasow, directora de Humans Rights Watch en Washington.
“Los países que apoyan la justicia internacional deberían oponerse públicamente a este intento descarado de obstrucción”.
El jefe diplomático de la Unión Europea, Josep Borrell, también expresó su “seria preocupación” por la medida.
“El tribunal ha estado desempeñando un papel clave al proporcionar justicia internacional y abordar los crímenes internacionales más graves”, dijo a los periodistas el alto representante de asuntos exteriores.
¿Cuál es el contexto?
A principios de este año, la corte dio luz verde a la investigación de presuntos crímenes de guerra cometidos por tropas de Estados Unidos y otros en el conflicto afgano.
La decisión fue vista con júbilo dado que la CPI ha sido criticada durante mucho tiempo por pasar demasiado tiempo investigando presuntos delitos de naciones más pequeñas, a menudo africanas, y evitando tomar casos que involucran a los principales actores mundiales.
Como parte de la investigación, la Corte estudiará las acciones de los talibanes, el gobierno afgano y las tropas estadounidenses desde mayo de 2003.
Afganistán es miembro de la CPI, pero sus representantes allí también han expresado su oposición a la investigación.
Pompeo, por su parte, prometió proteger a los estadounidenses de la investigación.
“Esta es una acción realmente impresionante por parte de una institución política inexplicable que se hace pasar por un cuerpo legal”, dijo en ese momento.
En abril de 2019 una sala previa al juicio en la CPI dictaminó que la investigación no debería llevarse a cabo porque no “serviría a los intereses de la justicia”.
Trump previamente indultó a las tropas procesadas en Estados Unidos por presuntos crímenes de guerra en Afganistán.
El año pasado, su gobierno impuso restricciones de viaje y otras sanciones a los funcionarios de la Corte.
Estados Unidos no es signatario de la CPI, con sede en La Haya, y no reconoce su autoridad sobre los ciudadanos estadounidenses.
¿Cuáles son las acusaciones?
Una investigación preliminar que duró más de una década examinó crímenes que incluyen ataques intencionales contra civiles, encarcelamiento y ejecuciones extrajudiciales.
Un informe de 2016 de la CPI indicó que había una base razonable para creer que el ejército estadounidense había cometido tortura en sitios secretos de detención operados por la CIA.
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El informe también indicó que era razonable creer que el gobierno afgano había torturado a los prisioneros y que los talibanes habían cometido crímenes de guerra como el asesinato en masa de civiles.
La CPI ha sido parte del sistema de justicia global desde 2002 y está diseñada para procesar a los responsables de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra.
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