5 cosas que probablemente llevas toda la vida comiendo o bebiendo mal
¿Por qué tirar el líquido superior del yogur?
Cuando comemos además de disfrutar del sabor de nuestros alimentos, queremos aprovechar todos sus beneficios. Es cierto que la manera en la que preparas y consumes tus alimentos también puede influir en el aprovechamiento de sus nutrientes, pero en pro de esto no te dejes llevar por mitos.
Aquí algunos errores que cometemos al consumir ciertas comidas o bebidas:
No cocinar el tomate
Si bien el contenido de vitamina C de un alimento podría disminuir al cocinarse o almacenarse por tiempo prolongado. No temas cocinar el tomate, con el calor el licopeno es más fácil de digerir y absorber de acuerdo a la revista Nutrición Hospitalaria.
El licopteno, responsable del color rojo de las frutas y verduras, es un poderoso antioxidante que puede ayudar a proteger a las células para que estas no sufran daño. En Estados Unidos el 85% del licopeno en la dieta proviene de los productos de tomate como ketchup, jugo de tomate, salsas y pasta.
Agrega aceite de oliva. El consumo de salsa de tomate cocinada con aceite incrementa las concentraciones de licopeno entre dos y tres veces en comparación con el consumo de jugo de tomate fresco.
Beber el jugo de naranja rápidamente
¿Alguna vez te dijeron: “tómate el jugo rápido que se le va la vitamina”?
Disfruta tranquilamente tu bebida. La vitamina C se conserva en el jugo hasta 12 horas, aunque el sabor puede volverse más amargo. Para que la vitamina se redujera habría que calentar la bebida a 120 ºC.
Aunque la vitamina C se oxida con rapidez si se deja el jugo de naranja a temperatura ambiente, la sustancia que se genera (ácido dehidroascórbico), sigue teniendo las mismas propiedades de la vitamina C según una publicación en la revista Journal of The American Dietetic Association.
Agregar leche a tu té
La proteína en la leche puede reducir la capacidad antioxidante del té. Ya que los flavonoides se “desactivan” cuando se unen a proteínas, explica la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Los polifenoles o flavonoides actúan como antioxidantes, que controlan los efectos dañinos de los radicales libres en el cuerpo.
La reducción de la capacidad antioxidante del té se da aun en casos de leche desnatada o semidesnatada.
Tirar el líquido superior del yogur
El líquido que se forma en la parte superior del yogur es suero integrado por agua y nutrientes (proteínas, minerales, lactosa, etc.). Se produce cuando el yogur se fermenta o durante el transporte, sucede cuando se libera el líquido retenido en el coagulo.
El suero utiliza para elaborar “whey“ (suero lácteo), una proteína común entre deportistas, señala Miguel A. Lurueña, Doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
No desperdicies el suero y mezcla con el yogur.
Consumir el ajo inmediatamente después de picarlo
Cortar y machacar el ajo estimula la producción de alicina, se recomienda dar el tiempo de al menos 5 o 10 minutos antes de usarlo.
Las propiedades del ajo están basadas sobre todo en los componentes sulfurados que contiene, entre ellos la alicina, que presenta el olor característico de los ajos, explica la Federación Española de la Nutrición.