CBP confisca extensiones de pelo humano que pueden proceder de prisiones chinas
Casi 13 toneladas de productos con pelo humano fueron incautadas a su arribo a Estados Unidos
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), de Estados Unidos en Nueva York anunció el miércoles la confiscación de un envío de extensiones de pelo humano procedente de China por la posibilidad de haberse originado en los centros de internamiento o “reeducación” de la provincia de Xinjiang.
La confiscación se produjo el pasado 17 de junio “basada en información razonable que indicaba que habían sido productos fabricados por trabajadores en prisión”, indicó Anthony Bucci, portavoz de Aduanas.
Los productos de belleza tenían un valor de unos $800,000 dólares y existen “potenciales indicadores de abuso de derechos humanos, trabajo forzado de menores y privación de libertad” en la provincia china de Xinjiang, con mayoría de religión musulmana y perteneciente a la etnia uigur.
En total el pedido, fabricado por la empresa Lop County Meixin Hair Product Co. Ltd., con sede en un parque industrial de la ciudad de Hotan que fue denunciado en el pasado por usar mano de obra encarcelada en centros de “reeducación” o “vocacionales” de Pekín, era de casi 13 toneladas de productos de pelo humano.
Según datos aduaneros esta empresa, con sede en Xinjiang, ha comercializado productos del cabello varias veces con una empresa de distribución con sede en California.
Esta no es la primera vez que las autoridades estadounidenses confiscan productos de belleza por su vinculación con campos de internamiento en Xinjiang.
En mayo, CBP anunció la confiscación de todos los envíos procedentes de la empresa Hetian Haolin Hair Accessories, que distribuía pelo sintético y otros productos similares a distribuidores en los estados de Georgia y Texas.
“Es absolutamente esencial que los importadores estadounidenses se aseguren que la cadena de distribución satisface los estándares humanos y éticos que esperan el gobierno y los consumidores”, indicó hoy en un comunicado Brenda Smith, comisario de la Oficina de Comercio de la CBP.
“La producción de estos bienes supone una muy seria violación de los derechos humanos y la confiscación quiere enviar un mensaje muy claro de que no se tolerarán aquellos que hacen negocios con prácticas inhumanas e ilícitas”, añadió.
La ley federal estadounidense prohíbe importar productos fabricados con mano de obra forzada.
Esta misma semana el Worker Rights Consortium, una organización que monitorea prácticas laborales, denunció que la empresa estadounidense Caterpillar estaba importando ropa fabricada por empresas chinas vinculadas al programa “Xinjiang Aid”, denunciado por servir de paraguas para explotar mano de obra forzada en campos de adoctrinamiento en la región autónoma de Xinjiang.
El Departamento de Estado, junto con el del Tesoro y de Comercio, publicaron este miércoles un aviso a empresas estadounidenses que tengan vínculos con contrapartes que violen los derechos humanos en Xinjiang, como parte de una estrategia para aumentar la presión contra China por sus abusos contra los musulmanes de etnia uigur.