Trump cambia su discurso: Reconoce que el coronavirus empeorará e insta a llevar mascarilla

El presidente recurrió a su retórica racista al volver a sus conferencias de prensa sobre el coronavirus a poco más de tres meses de las elecciones

El presidente aseguró que siempre lleva la mascarilla encima y que la usa cuando es necesario.

El presidente aseguró que siempre lleva la mascarilla encima y que la usa cuando es necesario. Crédito: Chip Somodevilla | Getty Images

El presidente Donald Trump volvió este martes a las ruedas de prensa sobre el coronavirus después de tres meses de interrupción. Lo hizo a solas, con un marcado mensaje xenófobo contra China y con un cambio de tono frente a la pandemia al reconocer que empeorará y que las mascarillas ayudan a contener del virus.

“Hoy me gustaría actualizar sobre nuestra respuesta al virus de China y lo que mi administración está haciendo para controlar el brote en el Cinturón del sol [los estados del sur y oeste del país, los más afectados actualmente]”, dijo el presidente al inicio de su intervención sobre la crisis económica de COVID-19.

No fue la única vez que el presidente habló del país asiático en estos términos. Antes de dar paso a las preguntas de los periodistas, Trump trató de resucitar una ampliamente desmentida teoría de la conspiración al decir que “no se debió haber permitido que el virus saliera de China. Pero salió”.

Las palabras del presidente dejaron en evidencia que su estrategia de descargarse responsabilidades continúa en un momento en el que su reelección está en juego y que la mayoría de encuestas nacionales lo ubican a más de diez puntos por detrás del demócrata Joe Biden. Desde que este lunes el mandatario anunció que retomaría las sesiones informativas quedó clara la intención electoralista de volver a estar en el foco mediático.

No lo acompañaron en esta ocasión los expertos sanitarios de la Casa Blanca en una rueda de prensa notablemente más corta que las de marzo y abril. El presidente dijo que la doctora Deborah Birx estaba por allí pero no hizo mención al doctor Anthony Fauci, a pesar de que un periodista le preguntó por él.

Fauci se ha vuelto una referencia nacional desde que comenzó la pandemia y sus intervenciones públicas han ido en ocasiones en dirección contraria a la actuación de la Casa Blanca. En las últimas semanas, el asesor nacional en enfermedades infecciosas ha quedado relegado de la agenda oficial -aunque no de la mediática- y ha recibido ataques de miembros del gabinete.

Cuando le preguntaron precisamente sobre su responsabilidad al frente de la gestión nacional de la pandemia, el magnate repartió culpas con los gobernadores y volvió a citar como exitosas las medidas que limitaron los viajes desde China a finales de febrero y desde la Unión Europea, a principios de marzo. Pero la situación ha cambiado en pocos meses y ahora son los estadounidenses quienes tienen explícitamente prohibida la entrada a los países europeos por la mala evolución de la crisis sanitaria en Estados Unidos.

El presidente no llevó mascarilla en su vuelta a las conferencias COVID-19 pero promocionó su uso al afirmar que son efectivas. “Estamos pidiendo a todo el mundo que, cuando no se pueda mantener la distancia social, lleven mascarilla“, dijo el mandatario en el respaldo mayor que ha hecho a los cubrebocas hasta ahora. “Nos gusten o no las mascarillas, tienen impacto”, destacó el equipo de campaña del presidente en Twitter.

Trump sacó más tarde su mascarilla y aseguró que la usa siempre que no puede estar a más de seis pies del resto de personas. El republicano hizo hincapié en que se la pone cuando está en grupos o en el ascensor, “incluso cuando estoy solo con el personal de seguridad”, apuntó para evidenciar que se está tomando en serio un asunto que hasta hace poco subestimaba.

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