Poderosos funcionarios electos en Illinois exceden los límites en contribuciones políticas

Los demócratas han destrozado el propósito de la ley que ellos mismos crearon. Los republicanos se han aprovechado de un resquicio legal al que ellos mismos se opusieron cuando la ley se creó. Ambos partidos han recaudado millones de dólares en contribuciones.

El Capitolio estatal de Illinois, en Springfield. (Flickr / J.  Stephen Conn / CC BY-NC 2.0)

El Capitolio estatal de Illinois, en Springfield. (Flickr / J. Stephen Conn / CC BY-NC 2.0) Crédito: Creative Commons

Este artículo, publicado originalmente en inglés por BGA, está disponible en español gracias al proyecto “Traduciendo las noticias de Chicago”, del Instituto de Noticias Sin Fines de Lucro (INN).

En el 2009, con otro gobernador envuelto en escándalos, líderes demócratas de la rama legislativa de Illinois promulgaron una serie de leyes que prometían comenzar a erradicar la cultura de corrupción en Illinois.

Uno de los puntos más importantes de este conjunto de leyes fue que finalmente establecería límites estatales al financiamiento de campañas políticas. Illinois fue uno de los últimos estados en adoptar estas medidas.

El presidente de la Cámara de Representantes del estado, Michael Madigan, quien patrocinó la legislación, celebró las nuevas medidas como una forma de “ayudar a restaurar la confianza del público en el gobierno de Illinois”. El senador estatal Don Harmon, patrocinador demócrata en el Senado, elogió la ley como un paso “histórico” al promulgar “límites sobre contribución a campañas electorales, con reales acuerdos de divulgación, y estrictas medidas de cumplimiento”.

Pero años más tarde, Madigan y Harmon utilizarían un polémico resquicio escrito en la reforma para recaudar millones de dólares que superarían los límites en donaciones políticas que la ley establece.

Sus colegas republicanos también han sobrepasado estos límites. En total, cuatro de los funcionarios electos más prominentes en Illinois han recaudado un total de $44 millones más de lo que los límites de contribución permiten, según una investigación realizada por el Better Government Association.

Gran parte de dichas contribuciones fueron usadas para apoyar a otros candidatos políticos en sus respectivas cámaras, de acuerdo a registros, como una táctica para ganar su lealtad y asegurar que su estatus jerárquico dentro del partido se mantuviera intocable.

“Lo jugaron por completo”, dijo Cynthia Canary, ex directora ejecutiva de la organización, ahora llamada Reforma para Illinois, quien ayudó a negociar las medidas de la reforma hace una década.

En aquel tiempo, la ley limitó las contribuciones individuales a $5,000 por político, contribuciones corporativas y sindicales a $10,000 y contribuciones de comités de acción política (conocido en inglés como PAC) a $50,000.

Los funcionarios electos que han usado esta táctica no han ofrecido disculpas por eludir los límites como parte de una estrategia política, que señalan es necesaria para que sus partidos compitan en las elecciones.

“Como líder en la lucha contra los republicanos radicales y el partido de Donald Trump, no renunciaré a ninguna herramienta con el fin de elegir a los demócratas que los derrocarán”, dijo Harmon de Oak Park, quien en enero asumió el cargo de John Cullerton como presidente del Senado de Illinois.

La herramienta a la cual Harmon se refiere es conocida como la “exención del millonario”, que permite a todos los candidatos políticos que compiten para la Asamblea General, exceder los límites legales de sus campañas y recaudar fondos ilimitados de sus contribuyentes, siempre y cuando el candidato desembolse más de $100,000 de sus fondos personales en su propia candidatura.

Harmon, el legislador más reciente en utilizar este tecnicismo legal, defendió la “exención del millonario” hace una década como una forma de nivelar las condiciones en que candidatos más desaventajados se enfrentan en campañas políticas a candidatos ultramillonarios y autofinanciados.

Ninguno de los cuatro legisladores mencionados en esta nota ha competido contra multimillonarios autofinanciados en sus respectivas campañas. A Harmon ni siquiera le toca competir para su reelección hasta el 2022.

Aun así, Harmon comenzó rápidamente a recaudar exorbitantes cantidades de dinero solo semanas después de que su predecesor Cullerton anunciara el otoño pasado que planeaba retirarse.

El 4 de diciembre, Harmon destinó a su propia campaña exactamente $100,001, desencadenando la “exención del millonario”, y más tarde ese mismo día el fondo de campaña Amigos de Don Harmon recaudó una millonada de dinero en efectivo de sindicatos, abogados, corporaciones, entre otros. En total, el fondo acumuló $527,300 en solo un día, de los cuales $131,600 superaron los límites que habían entrado en vigor un día antes.

Después de ser elegido presidente del Senado, Harmon comenzó a repartir el dinero extra para favorecer a los candidatos y comités demócratas del Senado.

Según las últimas revelaciones a cerca de los fondos de su campaña, Harmon ha recaudado casi $1.3 millones en donaciones que exceden los límites, alrededor de un tercio de los más de $3.9 millones que recaudó durante el 2019 y el 2020.

Entre los contribuyentes que superaron los límites estaban tres grupos de PAC vinculados a sindicatos, que de forma conjunta le dieron $900,000, el inversionista de la industria de la marihuana Stephen Schuler y su esposa filántropa, Mary Jo, que en conjunto donaron $75,000, y un total de $100,000 de tres compañías de juegos de azar.

‘UNA  MALA LEY Y UNA MALA IDEA’

Los mismos demócratas creadores de la ley de límite de contribuciones no son los únicos que se han beneficiado bajo este vacío legal. Los dos principales legisladores republicanos en Illinois, duros críticos de esta reforma que decían era insuficiente, también se están beneficiando.

“Hay más agujeros en esta ley que en una tonelada de queso suizo”, dijo el senador estatal Bill Brady durante un debate legislativo en el 2009.

“Apoyar esta [reforma] no es más que darle autoridad a unos pocos quienes controlan el bolsillo del partido, los mismos que pueden recaudar dinero y re-asignar contribuciones de campaña”, dijo Brady. “No voten por esto”.

El representante Jim Durkin, del suburbio de Western Springs, también se pronunció cuando en la Asamblea General del 2012 amplió la “exención del millonario” para las campañas, tiempo en que grupos externos gastaban de forma independiente más de $100,000, favoreciendo o perjudicando a ciertos candidatos.

“¿Se han olvidado de los crímenes de Rod Blagojevich y George Ryan? ¿Se han olvidado cómo las grandes contribuciones de campaña a los políticos hicieron de Illinois un hazmerreír nacional?”, Durkin señaló durante el debate del 2012, apelando a un grupo activista, opositor a esta ley. “Esta es una mala ley y una mala idea. Voten no”.

Las medidas de la reforma se implementaron casi una década después del escándalo en Springfield, que primero envió al ex gobernador George Ryan a una prisión federal y luego al ex gobernador Rod Blagojevich, quien fue acusado de, entre otras cosas, tratar de vender el puesto del Senado de los Estados Unidos cuando Barack Obama (quien era senador de los Estados Unidos en ese entonces) había sido elegido presidente.

En el 2009, Blagojevich fue acusado y removido de su cargo como gobernador de Illinois, y más tarde fue sentenciado a 14 años en prisión federal. En febrero, el presidente Donald Trump revocó la sentencia de Blagojevich y fue puesto en libertad.

Desde su fallida oposición a las medidas de la reforma, tanto Brady como Durkin recibieron ascensos en Springfield. Brady se convirtió en líder del Partido Republicano del Senado de Illinois en el 2017, y Durkin se convirtió en el líder de los republicanos de la Cámara de Representantes de Illinois en el 2013. Tres años más tarde, Durkin se benefició de la misma exención que él mismo había criticado fuertemente.

El 5 de octubre del 2016, según registros, un comité político independiente respaldado por el gobernador de ese entonces, Bruce Rauner, gastó $101,843 en anuncios de radio promoviendo la campaña de reelección de Durkin.

El grupo, Turnaround Illinois — financiado por Rauner, un republicano e inversor multimillonario y el ex ejecutivo del diario Chicago Tribune, Sam Zell — fue creado para ayudar a los candidatos legislativos que apoyaban a Rauner, y “para oponerse a aquellos que se interponen en el camino”.

Solo un día después de que la “exención” comenzara y a lo largo de octubre, el comité de campaña de Durkin recaudó $12 millones de dólares por parte de Rauner, su esposa, Diana, el Comité de campaña de Rauner, y otros $5 millones de dólares por parte del fundador de fondos de cobertura, Kenneth Griffin. Todas las contribuciones excedieron los límites.

Durkin compitió por su re-elección sin oposición ese noviembre, por lo que no necesitó los $17 millones para su campaña. En su lugar, repartió $14.3 millones para apoyar a otros candidatos republicanos para la Asamblea General y entregó más de $4 millones al Partido Republicano de Illinois.

En el 2018, Durkin aprovechó el resquicio legal de nuevo, esta vez con la ayuda de un grupo con sede en Washington DC, llamado el Comité de Liderazgo Estatal Republicano (RSLC por sus siglas en inglés). El grupo gastó $105,000 en un sitio web promocionando la candidatura de Durkin.

Otra vez sobrepasando los límites, Durkin recaudó $6 millones provenientes de Griffin, luego donó $5.7 millones a la Organización Republicana de la Cámara de Representantes y otros $525,000 al Partido Republicano de Illinois.

En junio de este año, Durkin rompió los límites una tercera vez, como demuestran los registros, después de que la organización RSLC gastara $105,000 para promover su campaña.

Es demasiado pronto para saber cuánto acumulará Durkin este año o si sobrepasará los límites, pero ya ha recibido $300,000 del PAC de Gestión Laboral Conjunta de los Operadores de Chicago, muy por encima del máximo actual de $57,800 por donaciones de un PAC.

La portavoz de la campaña de Durkin, Eleni Demertzis, aseveró que Durkin “ha cumplido con las leyes financieras aprobadas por las mayorías demócratas. Su postura del 2012 sigue estando vigente y continuará cumpliendo con la ley”.

Ni Rauner, Zell, ni el RSLC respondieron a preguntas hechas a través de correo electrónico o a llamadas telefónicas solicitando comentarios.

La habilidad de Durkin para recaudar sumas inusualmente grandes posiblemente haya ayudado a su partido a ganar cuatro puestos en la Cámara de Representantes en el 2016, quitándole a Mike Madigan la “supermayoría” demócrata que facilitó la anulación de vetos por el ex gobernador Rauner.

Después de que Brady se convirtiera en líder republicano del Senado en el 2017, el funcionario electo de Bloomington se aprovechó de la controversial regla cuando sin ningún escrúpulo se hizo un préstamo de $100,001 a su propia campaña el 1 de octubre de 2018, declarando su campaña política autofinanciada, lo que abrió el camino a donaciones ilimitadas.

Como consecuencia, Griffin pudo donar $1.5 millones a Brady mientras que el multimillonario conservador, Richard Uihlein, donó otros $270,000.

Brady era un candidato sin oposición en las elecciones generales y con dinero de sobra, ayudó a financiar campañas republicanas para el Senado de Illinois, destinando más de $2.5 millones al Comité de Campaña del Senado Estatal Republicano y distribuyendo $327,000 entre seis candidatos del Partido Republicano que se enfrentaban a candidaturas políticas competitivas contra los demócratas. De ellos, dos ganaron.

En diciembre de 2018, la campaña de Brady pagó su deuda, de acuerdo a los registros.

“Una de mis responsabilidades es apoyar a los candidatos republicanos para el Senado y trabajar para elegir a más republicanos para el Senado de Illinois”, dijo Brady en una respuesta por correo electrónico a las preguntas de la BGA. “Todas nuestras actividades financieras y de recaudación de fondos se llevan a cabo de forma abierta y legal”.

Una vez que se levantaron los límites en estas competencias políticas, ningún donante aportó más que Griffin, quien contribuyó con millones de dólares para apoyar a los republicanos compitiendo para la Asamblea General.

“El liderazgo en Springfield no ha logrado mejorar nuestras escuelas, poner fin a la corrupción de décadas y detener el patrón de gastos excesivos que amenazan con llevar a nuestro estado a la quiebra”, dijo en una respuesta por correo electrónico.

Uihlein declinó ser entrevistado.

‘UNA LUCHA EXISTENCIAL’

En el 2018, dos años después de que Durkin rompiera los límites por primera vez, Madigan se defendió, usando la técnica del $100,001.

El 16 de agosto de ese año, el presidente de la cámara se auto donó $1 dólar más que el tope de $100,000 y notificó a la Junta Electoral del Estado de Illinois que estaba “autofinanciando” su carrera de reelección para representante estatal.

Madigan luego usó su Comité de campaña de distrito como un banco de depósitos de contribuciones que podría ser distribuidas a otros demócratas, una maniobra que ha repetido a lo largo de los años para asegurar su poder como presidente, convirtiéndose en uno de los políticos más poderosos del estado.

Al exceder los límites, Madigan recaudó casi $12 millones de dólares más de lo que normalmente está permitido, los registros indican. El poderoso político dio $5.9 millones al Partido Demócrata de Illinois y a la mayoría demócrata, dos fondos de campaña que también controla y utiliza para distribuir dinero en efectivo a los candidatos legislativos demócratas que le favorecen. También gastó más de $2.1 millones en nómina y otros gastos de oficina para su organización política.

Aparentemente, la inyección de dinero funcionó. Los demócratas ganaron siete puestos en la Cámara en el 2018, reestableciendo la “supermayoría” de Madigan.

En agosto del 2019, Madigan excedió los límites nuevamente con una segunda donación personal de $100,001 y desde entonces ha recaudado más de $6 millones en fondos que sobrepasan los límites para las elecciones de este año.

Madigan justificó su actuar, diciendo en una declaración escrita que la administración Rauner había intentado una “toma hostil” del estado.

“Rauner intentó aprovechar su fortuna personal para intimidar a los legisladores de promulgar una agenda extrema que solo beneficiaría a las grandes corporaciones, enriqueciendo aún más a los directores ejecutivos multimillonarios”, dijo Madigan. “Debido a que yo era un estorbo en su camino, la gran mayoría de sus gastos iban dirigidos en mi contra… pero su verdadero objetivo era contra las familias de la clase media”.

Desde que excedió los límites, los tres mayores contribuyentes de Madigan han sido comités de PAC de sindicatos y de la industria de la construcción, que colectivamente donaron más de $8 millones de dólares durante un período de tres años, muy por encima del máximo que las tres PAC podrían haber donado bajo los límites legales.

“Vimos ataques constantes a los salarios sindicales, a los derechos laborales, a las protecciones en el lugar de trabajo, todo bajo el pretexto de reformas laborales”, dijo Ed Maher, vocero del Sindicato Internacional de Ingenieros Locales 150, que está afiliada a dos de los principales contribuyentes de Madigan. “Esta es una lucha existencial”.

El experto en finanzas de campañas electorales, Kent Redfield, profesor emérito de ciencias políticas en la Universidad de Illinois en Springfield, dijo que las excepciones a los límites tenían como objetivo defenderse de los candidatos y grupos de interés ultra millonarios.

“La intención no era crear mecanismos de ataque, ni para ser utilizado proactivamente para ganar ventaja al permitir que sus partidarios hicieran contribuciones excesivas en su nombre [del candidato]”, dijo.

El uso repetido de esta este vacío legal “no se justifica”, dijo Christine Radogno, líder republicana del Senado hasta el 2017. “Dejen de jugar el juego de que tenemos límites porque realmente no los hay”, dijo.

This article first appeared on Institute for Nonprofit News and is republished here under a Creative Commons license.

Traducido por Marcela Cartagena

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