Fort Hood dice que coopera para esclarecer muerte de Elder Fernandes; resta peso a denuncias de acoso sexual
El cuerpo del soldado de 23 años fue hallado el 25 de agosto colgando de un árbol cerca de las vías del tren en Temple
Los encargados de la base militar de Fort Hood, en Texas, aseguraron que cooperan con las autoridades en Killeen y en Temple para esclarecer el caso de la muerte del soldado Elder Fernandes.
En un comunicado este miércoles en su página web, se indicó que la unidad a la que pertenecía el joven de 23 años “está cooperando con las autoridades locales de las ciudades de Killeen y Temple mientras el hecho permanece bajo investigación”. Preliminarmente, investigadores dijeron que no creen que Fernandes haya sido víctima de un crimen violento o “foul play”.
Fernandes, que estaba adscrito a la Primera División de Caballería desde abril de 2019, desapareció el 17 de agosto. Al día siguiente, el muchacho no se presentó a su puesto en la base.
Las autoridades militares aseguraron en el comunicado que, desde que se conoció de la desaparición, iniciaron el proceso de búsqueda.
“Desde que su ausencia fue reportada, nosotros hicimos un significativo esfuerzo concertado para buscarlo por todo el centro de Texas…”, plantea el escrito que cita el comandante de la división a la que pertenecía, Patrick Disney.
Los restos de Fernandes fueron hallados hace dos días cerca de un tren en Temple luego de una confidencia que alertaba de la presencia de un hombre cerca de las vías. El cuerpo del militar colgaba de un árbol.
Fuentes militares le manifestaron a los parientes del soldado, antes de que fuera encontrado muerto por agentes del Departamento de Policía de Temple, que había sido ingresado a Carl R. Darnell Memorial Hospital por intento suicida.
Dudas con la versión oficial y denuncia de acoso sexual
Sin embargo, la familia del fallecido no está convencida de esta versión.
Entre otras cosas, plantean que si lo anterior hubiese sido el caso no habrían dejado a Fernandes solo en la vivienda identificada como su lugar de residencia.
Los parientes de Fernandes también han insistido en los méritos de la denuncia por acoso sexual que el soldado presentó ante las autoridades de la base.
La investigación que comenzó en mayo pasado y concluyó este mes, determinó que las alegaciones no tenían fundamento entre otras cosas porque no habían testigos que respaldaran la versión de Fernandes.
¿Represalias en su contra?
Natalie Khawam, la abogada de la familia, dijo esta semana en una conferencia que miembros de la base tomaron represalias contra el hispano después de que denunciara que le habían tocado el trasero.
“Lo cambiaron de unidad, lo molestaron, lo acosaron, lo llamaban al trabajo cuando no se suponía que debía trabajar, lo llamaban a trabajar en la noche”, reveló Khawam.
“Se hizo la prueba del polígrafo y no encontramos testigos de las acusaciones que pudieran corroborar las acusaciones del sargento Fernandes”, dijo por su parte, Damon Phelps, investigador del Comando de Investigación Criminal del Ejército de Estados Unidos en una conferencia de prensa.
“El caso pasó a una tercera revisión legal y los alegatos fueron (declarados) insustanciales”, agregó.
Khawam, quien también representa a la familia de Vanessa Guillén, asesinada el 22 de abril en la misma base, ha pedido una investigación independiente desde el Congreso federal que abarque ambos casos.