Derrumban una casa de Miami con el inquilino en su interior
El hombre ha estado sentado y durmiendo en el jardín de su casa durante dos días porque no tenía dónde ir
La casa de Michael Hamilton se ha reducido a escombros. El hombre ha estado sentado y durmiendo en el jardín de su casa durante dos días después de que la ciudad de Miami demoliera su casa situada en la calle 45 del Noroeste mientras él estaba adentro.
“Ni siquiera tenía los zapatos puestos”, relato explicando que se tenía que ir en ese momento.
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El 18 de agosto recibió un aviso de 10 días para desalojar su casa debido a condiciones inseguras. La advertencia significaba que tenía hasta el viernes 28 de agosto para irse, pero en cambio, los equipos llegaron dos días antes, dejándolo sin ningún lugar adonde ir.
Hamilton ha vivido en la casa durante unos 60 años. Dice que todo lo que pudo salvar fue su certificado de nacimiento y algunos documentos.
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“Tengo más ira que tristeza. No tiene sentido lógico. No creo que este es el debido proceso de la ley”, dijo.
You call yourself a devout Catholic? @CityofMiami @MiamiMayor @FrancisSuarez
— DJ Blackiechan76 🇭🇹❤️🇺🇸🌈🇮🇪 🌎Future CISO (@Blackiechan7671) August 29, 2020
"The fruit of love is service, which is compassion in action."
– Mother Teresa
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El nieto de su vecino publicó lo sucedido en Facebook, indignado porque el hombre de 70 años está ahora en la calle. “Los pájaros picoteaban a sus pies”, dijo Keith Lorren. “Estaba afuera en la hierba y el calor sin agua, sin comida y sin hogar. Esto es un ultraje”, subrayó.
La ciudad envió fotos de la casa antes de que fuera demolida y dice que no era segura y tenía varias violaciones del código municipal.
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“Se hicieron varios intentos para contactar al dueño de la propiedad durante los últimos 13 meses sin éxito”, dijo en parte del comunicado. “La ciudad de Miami se toma muy en serio la seguridad de sus residentes y por esa razón el Departamento de Servicios Humanos está trabajando diligentemente para reubicar al residente en un hotel”, agregó.
Pero Hamilton dice que él y su familia nunca recibieron una llamada de la Ciudad de Miami para darles una solución. Ahora están en un hotel.