Por qué no debes guardar el bicarbonato en su caja abierta
Almacenar correctamente el bicarbonato hará que conserve su poder multiusos
El bicarbonato de sodio es un ingrediente versátil, un básico en tu hogar. Es útil en recetas, en trucos de limpieza, para absorber olores e incluso para cuidar tu jardín y cepillarte los dientes.
Este polvo con “superpoderes” es una sustancia alcalina. Cuando se mezcla con un ácido, altera el nivel de pH. Es por eso que puede calmar un ligero malestar estomacal por acidez o cubrir un mal olor.
Además, el bicarbonato de sodio es económico, fácil de usar y de almacenar. En cuanto a su almacenamiento, hay que destacar que su potencia disminuye si no lo guardas de la manera adecuada, lo mismo que sucede con el cloro.
El bicarbonato de sodio puede tener un largo periodo de vida útil, pero para mantener sus condiciones óptimas no es recomendable dejarlo en la caja de cartón abierta porque no es resellable.
De acuerdo a Taste of Home, la potencia del bicarbonato de sodio comienza a disminuir seis meses después de abrir la caja. Además, si uno de los usos de este polvo es la absorción de olores, no es la mejor idea dejarlo en un contenedor sin cerrar.
En un especiero
Una de las mejores formas de almacenar el bicarbonato de sodio para que se mantenga fresco es en un recipiente hermético.
Un frasco para especias es un contenedor adecuado porque puede cerrarse y además facilita su uso. El recipiente debe estar limpio y libre de olores.
Trucos rápidos para usar el bicarbonato
Quita las manchas tu horno, ollas y sartenes de acero inoxidable. Mezcla 1/2 taza de bicarbonato de sodio con unas cucharadas de agua para crear una pasta limpiadora.
Controla olores. Coloca una caja abierta de bicarbonato de sodio en el refrigerador.
También funciona para los malos olores de la basura, que suelen ser ácidos, el bicarbonato de sodio puede interactuar con las moléculas de olor y neutralizarlas. Esparce el polvo en el fondo de los contenedores de basura o espolvorea sobre las capas de desechos en tu bote.
Limpia frutas y verduras de pesticidas en la piel. Remoja tus frutas y verduras en una solución de bicarbonato de sodio y agua durante 12 a 15 minutos.