Cómo conservar frescas las hojas de menta por más tiempo
La menta es una hierba de olor de gran uso culinario y medicinal, un básico en la cocina. Descubre prácticos consejos para extender su conservación hasta por un mes
La menta es una planta aromática de gran popularidad, es utilizada desde tiempos ancestrales por sus inmensas propiedades medicinales y maravillosos usos culinarios. Se caracteriza por brindar una inigualable sensación de frescura que no sólo es muy agradable, se asocia con grandes propiedades terapéuticas.
Desde hace siglos la menta era consumida por las antiguas civilizaciones por sus maravillosos beneficios curativos, en concreto era utilizada para tratar diversas afecciones digestivas y respiratorias. Lo cierto es que su única composición y contenido en extractos esenciales, le confiere inigualables propiedades antiinflamatorias, expectorantes, antisépticas, analgésicas, antibacterianas y antitusivas.
La lista de usos y aplicaciones de la menta es inmensa, si bien es un gran aliado para combatir trastornos estomacales como dolor, exceso de gases, digestiones pesadas e hinchazón abdominal. También es un poderoso remedio casero para potenciar el funcionamiento del sistema respiratorio, su contenido en mentol descongestiona las vías respiratorias y alivia trastornos frecuentes como el asma, resfriados comunes, gripe y tos.
A la vez la menta contiene ácido rosmarínico y eugenol en su composición, dos sustancias con efectos anticoagulantes que mejoran la oxigenación de la sangre. Es considerada uno de los ingredientes más potentes para cuidar la salud bucal, esto se debe a sus propiedades antisépticas también actúan contra el mal aliento, también ayuda a eliminar las bacterias que originan el mal olor. Por si fuera poco su consumo se relaciona con buenos efectos para controlar el peso corporal, esto se debe a su capacidad de activar las enzimas digestivas que absorben los nutrientes de los alimentos y convierten la grasa en energía utilizable. Es por ello que la menta es un ingrediente básico en la cocina y es un elemento clave en numerosos remedios medicinales naturales.
5 ideas para conservar la menta:
Lo que en muchas ocasiones sucede es que parece todo un reto utilizar todo un manojo de menta antes de que se marchiten sus hojas. Al igual que muchas variantes de hierbas de olor frescas, la menta fresca tiene un tiempo de vida útil muy corto; la buena noticia es que existen diversos métodos que son una poderosa herramienta para mejorar su almacenamiento.
1. Conservación en agua
- Recorta los extremos de los tallos de menta.
- Llena un frasco o vaso pequeño con agua.
- Coloca el ramillete de menta en el agua como si pusieras flores en un jarrón.
- Conserva la menta en un espacio fresco y seco.
- Cambia el agua cuando se ponga turbia.
- Si sigues estos pasos tendrás menta fresca por aproximadamente 1 semana.
2. En el refrigerador
Es uno de los métodos más útiles, requiere un poco más de logística pero es bastante fácil:
- Llena un frasco o vaso pequeño con agua.
- Recorta los extremos de los tallos de menta.
- Coloca la menta en el agua como si pusieras flores en un jarrón.
- Acomoda una bolsa de plástico sin apretar alrededor de la parte superior de las hojas, deberás formar como una especie de tienda de campaña. Es un gran tip para evitar que se quemen las hojas.
- Conserva este frasco en refrigeración.
- Es normal que las hojas comiencen a caer un poco después de una semana. Permanecen bonitas y verdes (y utilizables) durante aproximadamente tres semanas.
3. Toalla de papel y bolsa de plástico
- Enjuaga la menta y permite que seque bien.
- Envuelve las hojitas de menta en toallas de papel ligeramente humedecidas (no deberán de quedar demasiado húmedas).
- En una bolsa hermética, coloca el envoltorio con las hojas de menta y no la selles, ya que puede retener demasiada humedad.
- Guarda la bolsa en refrigeración, permanecerá fresca y verde durante al menos tres semanas con este método.
4. Toalla de papel y recipiente hermético
Este es un buen método para proteger a la menta de magulladuras y golpes. Sin embargo debido a que el recipiente está cerrado, la humedad puede acumularse y se reduce el tiempo de vida.
- Enjuaga la menta y sécala bien antes de empacarla.
- Envuelve en toallas de papel humedecidas ligeramente.
- Coloca el paquete en un recipiente hermético y conserva en refrigeración.
- Con este método las hojas permanecerán verdes durante aproximadamente dos semanas.
5. Cómo congelar menta fresca
La menta congelada en moldes para cubitos de hielo, es una gran alternativa para utilizarse en salsas y todo tipo de bebidas. Si bien no estará igual de crujiente que recién adquirida, sobrevive muy dignamente.
- Enjuaga la menta y seque perfectamente.
- Pica las hojas.
- Distribuye la menta picada en los compartimentos de una bandeja para cubitos de hielo.
- Llena la bandeja con agua limpia.
- Congela durante toda una noche.
- Retira los cubos y acomódalos en un recipiente o bolsa hermética. Almacena en el congelador.
- Este método funciona bien para congelar la menta hasta por 6 meses, lo único que tendrás que hacer es descongelarlos o bien agregarlos directamente en bebidas como infusiones, limonadas y batidos.