Con huelgas de hambre exigen que recicladora de metal se mantenga fuera del sureste de Chicago
Ya hay 10 personas en ayuno como protesta contra la reubicación de General Iron en el Distrito 10 en el sureste de Chicago. El concejal del Distrito 25, Byron Sigcho López, se unió a ellos
Hay una férrea oposición a que la trituradora de chatarra General Iron opere en el Distrito 10, en el sureste de Chicago.
Los residentes del área buscan evitar que esa planta recicladora de metales, que operaba en el rico vecindario de Lincoln Park, se traslade a su vecindario del East Side en el sureste de Chicago, poblado por minorías.
Activistas señalan que se trata de un caso de racismo ambiental y exigen que la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, niegue el permiso de reubicación de General Iron.
La planta trituradora de metal, propiedad de Reserve Management Group (RMG), tomará el nombre de Southside Recycling, ubicada en la calle 116th y la avenida Burley a lo largo del río Calumet, en el barrio del East Side, en el sureste de Chicago y cerca del límite con Indiana.
Hace casi un mes, tres activistas locales iniciaron una huelga de hambre para protestar contra ese plan y buscan que la ciudad niegue el permiso para operación a dicha planta de reciclaje de metales.
El respaldo a su lucha ha crecido y actualmente hay 10 personas en huelga de hambre. Incluso un político local se unió a ellos: el concejal del Distrito 25 Byron Sigcho López. Este grupo dice que seguirán en huelga de hambre hasta que su voz sea escuchada.
Sigcho López dijo que lo que se está exigiendo de la ciudad y del gobierno federal es que se respeten los derechos civiles de las personas del sur de Chicago y que se niegue el permiso de reubicación de la trituradora de metal al Distrito 10.
“El Departamento de Salud Pública de Chicago tiene la prerrogativa de negar el permiso, porque sin lugar a dudas esta planta trituradora de metal es un riesgo a la salud, especialmente en medio de una pandemia”, señaló Sigcho López.
‘Nos están dando toda la basura de la ciudad a nuestro distrito’
Residentes del área señalan que la empresa ha dicho que va a proporcionar trabajos, pero Sigcho hizo hincapié en que esta no es una nueva planta trituradora de metal sino que es la reubicación de la planta recicladora de Lincoln Park: “No vemos el beneficio del que ellos [la empresa] hablan, cuando hay reubicación, no una apertura de un nuevo negocio”.
Una de las personas en huelga de hambre es Yesenia Chávez, de 26 años. Ella nació y creció en el barrio del East Side y dice que toda su familia vive en el área. La joven, hasta el pasado miércoles, llevaba 24 días en huelga de hambre. “El propósito de la huelga de hambre es que la alcaldesa de Chicago Lori Lightfoot y el Departamento de Salud Pública de Chicago cesen y nieguen el permiso final que los activos de General Iron y RMG necesitan para operar en el Distrito 10, en el sureste de Chicago”.
Chávez, quien forma parte del grupo Vecinos Unidos del Distrito 10, dice estar cansada de que por años compañías se aprovechen de su comunidad por ser gente de mayoría latina y afroamericana de la clase trabajadora y pobre. “Desde hace mucho tiempo nos están dando toda la basura de la ciudad a nuestro distrito y no es justo, porque nosotros también somos gente y queremos la misma oportunidad que le dan a la gente en el norte”.
Vecinos del sureste vienen luchando para impedir que Southside Recycling opere en el Distrito 10. Ellos aseguran que esa área ya tiene varias industrias que producen efectos contaminantes.
Los alegatos de los residentes del sureste de Chicago condujeron a que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA federal) realice una investigación sobre la aprobación del permiso que la Agencia de Protección Ambiental de Illinois (EPA-Illinois) dioa esa planta de reciclaje de chatarra y también sobre si hubo discriminación a los residentes del área al otorgar a Reserve Management Group, la empresa matriz de General Iron, el permiso de construcción de la misma.
El Ayuntamiento también debe aprobar el plan. La solicitud de permiso municipal aún está en revisión.
Preocupados por su salud
El sureste de Chicago es considerado por sus habitantes y activistas como el área más industrial de la ciudad, y por ende sufre contaminación. Esto podría agudizarse si allí se reubica la recicladora de metal, que produce partículas de polvo y podría causar problemas de salud a los residentes del área.
Chávez estudia biología en un colegio comunitario local y tiene planes de convertirse en médico. A ella le preocupa que la contaminación ambiental que podría generar la trituradora de metal ocasione problemas de salud a quienes viven en el East Side.
La hermana y la madre de Chávez padecen de asma, y ella se lo atribuye a la contaminación que producen las industrias que operan en el distrito donde vive.
María Maynez, residente del barrio del East Side desde hace 20 años, asegura que si la trituradora de metal opera en su comunidad contaminaría el aire, la tierra y los parques. Y, lo más peligroso, estaría cerca de la escuela secundaria George Washington y de una primaria con el mismo nombre.
Maynez, de 22 años, vive a solo seis cuadras de donde se reubicaría la recicladora de chatarra. Ella se opone al plan. “Si el vecindario de Lincoln Park no lo merecía, tampoco nosotros lo merecemos”.
En el Distrito 10 hay un historial de altos porcentajes de asma en niños y adultos, enfatiza Maynez, quien integra el grupo Alianza de Jóvenes del Sureste. “Tenemos un historial de porcentaje alto de asma dentro de los niños y adultos. Cuando iba a la escuela, varios estudiantes faltaban porque el asma era severa, había muchos estudiantes con asma. Mi padre adquirió el asma cuando nos mudamos al East Side y su asma es severa, especialmente durante los veranos y cuando inhala todas las partículas, todo el humo. Entonces una recicladora como esa sólo estaría empeorando la salud de las personas que ya fueron afectadas por otras industrias”.
Investigaciones y precauciones
La Oficina de Cumplimiento Externo de Derechos Civiles (ECRCO), parte de la EPA federal, investiga una queja que alega que la EPA de Illinois discriminó a las comunidades “latinas y afroamericanas” en el sureste de Chicago por motivos de raza y origen nacional, indicó un portavoz de la EPA federal en una declaración dirigida a La Raza.
“La investigación de la EPA ECRCO comenzó el 25 de enero de 2021. ECRCO ha comenzado a recopilar información relevante y seguirá discutiendo el asunto tanto con los reclamantes como con la EPA de Illinois, antes de determinar los próximos pasos a seguir en nuestros procedimientos internos”, se lee en la misiva.
El gobierno del estado de Illinois es el que da el permiso para operar ese tipo de industrias y el Ayuntamiento es el que otorga la licencia de negocio para funcionar en Chicago, siempre y cuando se cumpla con todos los requerimientos para obtener esa licencia, dijo el concejal del Distrito 12, George Cárdenas, quien dirige el comité de Medio Ambiente en el Concilio Municipal. “Sin ese permiso, nosotros no podemos dar ningún tipo de licencia para operar en la ciudad de Chicago”.
Cárdenas dijo a La Raza que tienen que esperar que ese proceso de investigación federal termine. “La razón por la que nosotros no podemos meternos en medio de eso, es porque si RMG gana el caso y nosotros tratamos de dañarlos pueden demandarnos. Tenemos que tener mucho cuidado de no perjudicar ese proceso”.
La concejala del Distrito 10, Susan Sadlowski Garza, dijo entre otras cosas que ha venido trabajando con la la Agencia de Protección Ambiental de Illinois, el Departamento de Salud Pública de Chicago (CDPH), el Departamento de Planificación de Chicago, con el entonces alcalde Rahm Emanuel y ahora con la actual alcaldesa Lori Lightfoot “para asegurar que cualquier nuevo desarrollo cumpla con los estándares más altos posibles para la protección del medio ambiente, incluidas nuevas normas más estrictas para las instalaciones de reciclaje y un control mejorado para garantizar que cualquier infracción se informe de forma independiente e inmediata”.
Garza dijo que está escuchando las preocupaciones de las familias trabajadoras de su distrito, quienes merecen ganarse la vida con un salario justo y vivir de manera saludable y segura, y que comprende las demandas de los activistas ambientales locales. “Continuaré luchando para asegurar que podamos cerrar la brecha entre la prosperidad económica y la justicia ambiental en el Distrito 10 y en toda la ciudad de Chicago”.
Randall Samborn, portavoz de Reserve Management Group, indicó en parte, en una declaración dirigida a La Raza, que la propiedad, la zonificación, el tamaño y la infraestructura de la propiedad determinaron el sitio, no la demografía de la comunidad. Y que la EPA de Illinois les emitió un permiso de construcción después de una revisión exhaustiva “que determinó que la instalación cumplirá o superará todos los estándares de calidad del aire”.
“Southside Recycling está construyendo una de las instalaciones de reciclaje de metales más respetuosas con el medio ambiente en el país en un terreno abandonado y revitalizado que ha sido debidamente dividido en zonas para el reciclaje, y que Reserve Management Group ha sido propietario durante décadas”, indicó Samborn.
—
La cobertura editorial de La Raza es posible en parte gracias al Chicago Community Trust, la Field Foundation of Illinois y el Lenfest Institute for Journalism/Facebook Journalism Project. Agradecemos su apoyo a nuestro trabajo periodístico.