Fallece el padre José Landaverde, luchador por acceso a trasplantes y defensor de los indocumentados
Buscan preservar el legado del padre salvadoreño, activista pro inmigrante y luchador de los derechos humanos en Chicago
La comunidad perdió el domingo 11 de diciembre de 2022 al reverendo José Landaverde, uno de sus defensores más fervientes en cuanto a la lucha por los derechos de los inmigrantes, por el acceso de pacientes a trasplantes de órgano y por los derechos humanos.
El padre Landaverde, de origen salvadoreño, dijo en una entrevista con La Raza en 2020 que debido a que padecía diabetes su condición de salud era inestable. El hombre también tuvo una cirugía de corazón abierto.
El reverendo Landaverde, de 51 años, fue conocido por su activismo a favor de los indocumentados a nivel nacional y lideró la lucha para conseguir trasplantes de órganos para pacientes inmigrantes. Algunos pacientes y sus familias hicieron junto con el religioso, marchas, protestas, vigilias y hasta huelgas de hambre para presionar a los hospitales a que atendieran la necesidad de trasplantes.
Durante la guerra civil en El Salvador, Landaverde fue obligado a unirse a la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Landaverde, a los 17 años, fue capturado y torturado por el ejército salvadoreño. Gracias a la gestión de grupos católicos, Landaverde logró huir a Guatemala, a México y finalmente a Estados Unidos, donde recibió el estatus de refugiado político, según reportes de prensa.
El padre Landaverde también fue cofundador y director ejecutivo de la organización Unión Latina de Chicago.
Gustavo Gálvez fue uno de varios inmigrantes indocumentados que recibieron trasplantes de riñón y ahora tiene una segunda oportunidad de vida gracias a la lucha de Landaverde. “Prácticamente gracias al reverendo Landaverde yo recibí mi trasplante de riñón y muchas personas más se han beneficiado, se han abierto puertas aquí en el estado de Illinois para inmigrantes que puedan tener mejor calidad de vida”.
Gálvez dijo que hasta la Misión Fe, Vida y Esperanza, que lideró el padre José Landaverde, llegaron inmigrantes de Alabama, Washington, Michigan, Oklahoma, Wisconsin e Indiana en busca de un trasplante que les salvara la vida. “El legado que deja el padre Landaverde es muy grande, porque estuvo en la lucha en contra de las deportaciones, estuvo en la lucha en contra de las injusticias, ya sea desde una persona que rentaba vivienda, injusticias policiales, abrió las puertas de lo que son los trasplantes órganos”.
Gálvez mantenía comunicación con el reverendo Landaverde, quien le dijo en una de sus pláticas que le detectaron manchas en los pulmones y que estaba acumulando líquido.
Para el abogado Juan Soliz fue muy doloroso escuchar la noticia del fallecimiento del religioso. “El padre Landaverde se nos adelantó en el camino”, dijo.
“Yo tuve la fortuna de hablar con él, precisamente el viernes. Él tenía la esperanza de que lo iban a dejar ir a casa [estaba hospitalizado], hablamos precisamente de un caso de inmigración, él apenas podía respirar, pero estaba preocupado de un cierto asunto… Tuve la fortuna, el honor y el privilegio de trabajar con él en una cantidad de casos, algunos de ellos eran de personas que ya estaban en lo último, que ya tenían órdenes de deportación”, comentó el abogado Soliz a La Raza.
Soliz destacó que aunque el padre Landaverde era salvadoreño, él andaba ayudando al mexicano, al nicaragüense, al ecuatoriano, a cualquier persona que necesitaba ayuda. “Era una persona comprometida con la lucha y con la comunidad, nadie es perfecto, todos tenemos nuestros detalles, pero él era un buen hombre de mucha convicción”.
Salvador Martínez, de 80 años, conoció al reverendo Landaverde desde hace más de dos décadas. “Lo conocí antes de que se ordenara como sacerdote anglicano, incluso fui a su ordenación”.
“José nació para eso, un luchador nato”, dijo Martínez. “Yo creo que, en pocas palabras, su vida se resume en una vida dedicada a ayudar a los demás. Para mí ese es el concepto que tengo y tendré siempre de él”.
Quieren continuar su legado
El salvadoreño Mauro Navarro viajó muchas veces con el padre Landaverde a Washington DC para cabildear por una reforma migratoria y por la ampliación del Estatus de Protección Temporal (TPS). “Al padre Landaverde le preocupaba mucho las injusticias sociales, los sistemas que oprimen, los sistemas que tienen leyes injustas. Eso fue lo que a él lo llevó a ser la persona que era, porque vio muchas injusticias y, bueno, gracias a Dios lo tuvimos en Chicago y nos enseñó mucho que deberíamos de luchar para cambiar esos sistemas de opresión”.
Un día antes de la muerte del religioso, Navarro habló con él y le dijo que salió del hospital y que quería celebrar una misa en honor a la Virgen de Guadalupe, pero no alcanzó a cumplir su deseo.
Navarro siempre consideró al reverendo Landaverde como su mejor amigo, su hermano, y ahora tiene la intención de continuar su legado. “Queremos crear con otros compañeros una fundación que ayude a nuestros hermanos inmigrantes a seguir la lucha y a preservar el legado que él dejó”.
El padre José Landaverde nació el 2 de septiembre de 1971, en La Reina, Chalatenango, El Salvador. Le sobrevive un hijo menor de edad.
SERVICIOS FÚNEBRES
–Funeral
Nuestra Señora de las Américas
Viernes 16 de diciembre
Funeral: 4 pm a 9 pm.
Misa: 7 pm
3047 W. Cermak Rd, Chicago
–Entierro
Cementerio All Saints Cementery
Sábado 17 de diciembre
Salida 9 am
700 N River Rd, Des Plaines 60016
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