Chuy García: ‘Puedo ejercer nuevo liderazgo que pueda ser exitoso en Chicago’
El candidato latino a alcalde de Chicago explica los principales problemas que él detecta en la ciudad y sus propuestas para enfrentarlos con miras a la elección del próximo 28 de febrero
El representante federal Jesús ‘Chuy’ García, veterano y reconocido político latino de Chicago, busca por segunda ocasión ser electo alcalde de la ciudad. En 2015 forzó al entonces alcalde Rahm Emanuel a una segunda vuelta, y aunque ‘Chuy’ no ganó esa elección sí obtuvo un sustantivo apoyo electoral. García fue electo en 2019 al Congreso, representando al Distrito 4 de Illinois, y ahora, en 2023, busca nuevamente llegar a la Alcaldía de Chicago en una elección muy competida que, presumiblemente, se resolverá nuevamente en una segunda vuelta.
En entrevista exclusiva con La Raza, García planteó varios de sus principales promesas y planteamientos de campaña de cara al día de la elección que se celebra el próximo martes 28 de febrero, donde compiten nueve aspirantes, entre ellos la actual alcaldesa Lori Lightfoot, García, Paul Vallas (exdirector de las Escuelas Públicas de Chicago) y Brandon Johnson, comisionado del Condado de Cook.
Después su exitosa campaña al Congreso, ¿por qué teniendo usted ese importante papel como congresista decidió buscar nuevamente la alcaldía de Chicago?
Chicago se encuentra en una situación bastante difícil. El cambio positivo es crítico para el bienestar de los casi tres millones de habitantes de Chicago. Creo yo que con mi experiencia comunitaria, gubernamental y política puedo ejercer nuevo liderazgo que pueda ser exitoso en traer mejor seguridad pública, echar las máquinas del desarrollo económico a marchar para una recuperación robusta y equitativa para la gente de Chicago. Y también estoy empapado en la materia de la educación pública y la provisión de servicios esenciales a la gente de Chicago. Chicago necesita ser unificado, necesita nuevo liderazgo y necesita un alcalde que pueda colaborar con otros colegas, con Springfield, la capital, la Asamblea del estado, el gobernador, la presidenta de la Junta del Condado y también en Washington con la Casa Blanca y con las secretarías y las agencias federales porque necesitamos de todas esas entidades para que Chicago pueda tener éxito, lograr mayor tranquilidad y más prosperidad equitativa.
¿Usted cree que actualmente no se tiene suficiente colaboración y trabajo con todas estas entidades del estado y de Washington?
Precisamente yo apoyé a la alcaldesa [Lori Lightfoot] hace cuatro años porque la vi como la mejor opción para Chicago, pero he quedado muy decepcionado de su falta de liderazgo, de su falta de colaboración y de no poder ser exitosa con las promesas de su campaña de hace cuatro años. A la misma vez, creo que hay un deseo por parte de la comunidad latina de también querer ejercer liderazgo, romper barreras y tener la oportunidad de liderar a la ciudad en este momento histórico y de retos tan serios.
Para usted en lo personal, como una persona que nació en México pero que ha hecho su carrera en Chicago, y en general para la comunidad hispana, ¿qué significaría que Chicago tuviera ahora un alcalde de origen inmigrante?
La comunidad inmigrante latina ha contribuido inmensamente a todo lo que es Chicago con nuestra labor, nuestro estudio, nuestros esfuerzos, nuestros emprendedores e intelectuales. Hemos demostrado una gran vitalidad. Vemos esta vitalidad en los vecindarios, en los sectores comerciales de las avenidas principales de los vecindarios donde vivimos: la Milwaukee, la Fullerton, la Belmont, la Division en el norte, para mencionar algunas, la 18, la Cermak, la 26, la Archer, etcétera. Y en los suburbios también: Cicero, Berwyn, Melrose Park, Aurora, etcétera. Creo que la comunidad tiene aspiraciones de querer ver que una persona que brota de esa comunidad, que es producto de esa comunidad, tenga la oportunidad de liderar la ciudad en estos tiempos, de unir a la ciudad a la misma vez a través de forjar alianzas y coaliciones y llevarnos a otro punto de desarrollo en el cual el interés está siendo avanzado mientras hacemos a Chicago más próspero y más seguro, y donde hay también más equidad para toda la gente de Chicago.
¿Cuáles son, según usted, los problemas más difíciles que enfrenta a Chicago ahora y cómo propone resolverlos?
La seguridad pública es el tema más importante en estos tiempos. La violencia y las incidencias de criminalidad se han esparcido a todas partes de la ciudad, en todos los vecindarios, lo que no ha sido el caso en el pasado en la historia reciente. La gente, el pueblo quiere que haya más seguridad y lo merece. Mi propuesta es nuevo liderazgo para liderar el Departamento de Policía. El actual superintendente no ha tenido éxito, ha fallado, y la alcaldesa no quiere admitir esta realidad, pero todo mundo lo sabe, incluidos los líderes y los integrantes del Departamento de Policía. Entonces, allí erró muy mal la alcaldesa. El Departamento aparte del nuevo liderazgo necesita ascender también a los nuevos líderes dentro del Departamento y tiene que aceptar que la única forma de modernizar el Departamento es utilizar todo el talento y [que] la implementación del decreto federal (en inglés consent decree) es el mapa para el cambio modernizador del Departamento. Hay que transferir a oficiales que están en unidades que se enfocan en toda la ciudad a retornar a los vecindarios. Los oficiales tienen que salir de sus carros, tocar puertas, hacer enlace con la comunidad y escuchar a esos residentes. Tenemos también que cuidar a esos oficiales, asegurando que reciban los servicios de salud mental, por ejemplo, porque han vivido bastante trauma, han visto bastante hostilidad a la misma vez, y también necesitan asignaciones de trabajo más realistas, no se les puede estar cancelando sus días de descanso porque eso también produce más ansiedad. Por eso, por ejemplo, vemos el alto nivel suicidios que no se ha visto en tiempos anteriores en el Departamento. También hay que invertir en los programas que ya existen en las comunidades que buscan disminuir la violencia callejera, no se les está apoyando a estas organizaciones adecuadamente, los recursos no les llegan y deben recibir más apoyo financieramente porque son una medida de prevención. Así es que, generalmente estos son los puntos de énfasis en el plan de seguridad, pero todo empieza con nuevo liderazgo en la oficina del alcalde o Alcaldía y también en el Departamento de Policía. Otro tema es de la cuestión del desarrollo económico. Tenemos que echar las máquinas de desarrollo económico a marchar, no [nos] hemos recuperado de la pandemia y para que Chicago pueda prosperar necesitamos que el sector económico esté marchando. Las compañías pueden producir mayores fuentes de empleos, pueden generar mayores recursos financieros para invertir en los vecindarios y para que la gente retorne al centro de la ciudad a trabajar. La inseguridad está afectando todo esto y además está impidiendo que inversiones o inversionistas que quieran establecer compañías en Chicago lo hagan. Por la amenaza de la seguridad pública estamos perdiendo estas inversiones a ciudades como Phoenix, como Denver, a ciudades de Texas y la Florida, como ejemplo. Finalmente, estamos viendo un nuevo nivel de urgencia con el incremento de impuestos de propiedad que están desplazando a personas que han vivido en vecindarios como Pilsen por mucho tiempo, por el alza en la evaluación de sus propiedades, y tenemos que responder a esa necesidad también. Por ello propuse yo un ejemplo del tipo de programas que se pueden crear para ayudar a la gente que está siendo impactada.
Se necesitan más servicios de salud mental para todos, ¿usted propone o piensa reabrir las clínicas de salud mental que se cerraron hace años?
Mire, hay más necesidad de servicios de salud mental para todos, para mucha gente en Chicago, no solo policías, no solo residentes de algunos vecindarios. La pandemia nos ha afectado de una forma profunda. Hay que proveer más servicios de salud mental, no solo en las cuatro clínicas que cerraron sino en otras clínicas también porque deben de proveerse estos servicios en clínicas que ya están ubicadas en diferentes partes de la ciudad de Chicago. Por ejemplo, respondiendo a una propuesta que hice yo en varios de los foros de los candidatos… la comisionada del Departamento de Salud de Chicago anunció que se van a expandir los servicios a la red de 24 clínicas, algo que yo había propuesto en mis ponencias. También hay una red de clínicas del Condado Cook que pueden ofrecer más servicios de salud mental. Entonces son propuestas como estas que pueden expandir esos servicios, hacerlos más accesibles a donde viva la gente italiana y también sigue la posibilidad de que otras clínicas comunitarias puedan proveer esos servicios. Uno de los pasos que se tienen que dar es el ocupar más personal con la preparación clínica para proveer estos servicios. Estamos dando énfasis a eso también, para poder ofrecer más servicios. Y finalmente diría yo que uno de los impactos de la pandemia es este efecto que ha tenido en muchas poblaciones en Chicago y creo yo que muchos de los jóvenes que están involucrados en la violencia, en los atracos armados donde roban carros, donde asaltan a la gente, son jóvenes que están viviendo este trauma por la pandemia y por ello es tan importante la expansión de los servicios de salud mental.
La ciudad de Chicago siempre ha sido una ciudad que da la bienvenida a los inmigrantes, pero vemos, por ejemplo, que llegan personas y en algunos barrios no las quieren recibir. ¿Cuál cree usted que es el siguiente paso que Chicago debe o puede dar para ser una ciudad aún mejor para recibir a los inmigrantes?
Chicago tiene un legado muy largo de ser una ciudad que da la bienvenida, una ciudad santuario. Hay que recordar que el fundador original de Chicago fue un inmigrante haitiano, Jean Baptiste du Sable. El campeón moderno de la ciudad santuario fue el alcalde [Harold] Washington. Ambos afroamericanos, afrodescendientes. En 1985 fue cuando el alcalde Washington declara a Chicago la primera ciudad santuario, y luego otros sucesores han continuado esta práctica, algo que creo yo es muy muy importante. En la actualidad nos encontramos con un poco de controversia por la politización que ha habido del tema migratorio y del tema de la gente que viene buscando asilo político. Es un reto para la ciudad porque hay logística que atender para dar la bienvenida, establecer albergues, proveer servicios a personas que buscan refugio, que han salido de sus países de origen por circunstancias muy difíciles, la violencia, represión, todo tipo de abusos, la pobreza, el cambio climático, en algunas circunstancias el conflicto. Entonces creo yo que Chicago es una ciudad grande, es una ciudad generosa, humanitaria, y hay que continuar con esta tradición. Yo como alcalde voy a proveer el liderazgo para asegurar que se siga dando esa bienvenida, que se sigan integrando a las comunidades, que haya servicios de bienvenida, de albergue, de medicina, de alimentos. Pero a la misma vez hay que consultar con las comunidades, por ejemplo, donde se establecen estos centros de recibimiento. No puedes hacerlo aisladamente de esas comunidades, hay que consultarlas. Yo creo que cuando las comunidades, los residentes de algún vecindario donde se pretende establecer un centro de estos, es consultada, generalmente la población, los residentes, el vecindario, responden positivamente. Cuando no lo haces, entonces es porque no entiendes, porque no consultas, porque no sabes tratar a la gente. Para que siga siendo exitoso esto hay que hacer enlace, hay que platicar, dialogar y ser honestos y transparentes con esas comunidades. Mientras, trabajamos para asegurar que haya servicios en el idioma de esas personas y hay que recordar que dimos la bienvenida a refugiados de Ucrania, a refugiados de Siria, a otros refugiados también. Hay que hacer lo mismo con los nuevos refugiados que buscan el asilo que procedan de América Latina o del Caribe. Entonces, eso continuaría, hay que darles asesoramiento legal a la misma. En otras palabras, la política de este legado humanitario en Chicago va a continuar bajo una administración García.
¿Cuál es el mensaje corto que usted le dice a todos los votantes de Chicago, en especial los latinos, sobre por qué deben votar por usted?
Si los residentes de Chicago quieren ver un cambio positivo, si los residentes de Chicago quieren ver que alguien de nuestra comunidad tome el timón de liderazgo y demuestre que tenemos visión, que tenemos capacidad y que podemos liderar y efectivamente, este es un momento para salir a votar. Que el voto se sienta en las urnas. El voto temprano empezó el 13 de febrero, continúa y puede ir a votar en esos sitios en su distrito electoral, en el ward que le corresponde, para no hacer líneas de espera el día de la elección, que es el 28 de febrero. Puede ir y en un instante, en dos o tres minutos, puede hacer uso de su voto y puede contribuir a un cambio histórico, el cual demuestre a toda la nación y al resto de los residentes de Chicago que queremos unirnos, queremos mejorar la ciudad y queremos tomar turno en liderar esta ciudad y hacerlo en coalición a favor del bienestar de todas las comunidades de Chicago.
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