Líderes de Chicago promueven educación y desarrollo empresarial en Honduras para reducir la migración a EEUU

La organización no lucrativa HEDAC lleva más de dos décadas brindado recursos para la formación de niños y jóvenes hondureños

El Centro de las Estrellas que HEDAC tiene en Morazán, Honduras. (Cortesía Omar de Jesús Pérez / HEDAC)

El Centro de las Estrellas que HEDAC tiene en Morazán, Honduras. (Cortesía Omar de Jesús Pérez / HEDAC) Crédito: Cortesía

Con el fin de promover la educación y la actividad empresarial, una organización sin fines de lucro de un suburbio de Chicago contribuye a ofrecer una alternativa de progreso a niños y jóvenes en Honduras. Trabajando a través del Centro de Estrellas, con sede en Honduras, los voluntarios unen esfuerzos para reducir que personas emprendan la peligrosa travesía para emigrar hacia Estados Unidos.

Avance Educativo Hondureño (HEDAC, por sus siglas en inglés) nació en respuesta al huracán Mitch, que fue uno de los ciclones más violentos y azotó Honduras en 1998.

Creado en 1999 con un enfoque en el suministro de alimentos, ropa y juguetes como resultado del huracán Mitch, HEDAC se transformó en operadora de múltiples programas que incluyen la mejora de escuelas en 14 comunidades a través de la asistencia en la reparación de instalaciones, suministros para estudiantes y capacitación de maestros.

HEDAC es una organización conformada por un grupo de voluntarios, con sede en Oak Lawn, un suburbio de Chicago.

Esta organización ha proporcionado un programa de becas para ayudar a evitar que los niños abandonen la escuela después del sexto grado. Brindan programas después de clases, forman y capacitan a profesores. También cuentan con el Centro de Estrellas, en el cual ofrecen diversas actividades, tienen una biblioteca, una sala informática y multimedia y una escuela culinaria.

La edad de los participantes en el Centro de Estrellas es de seis a 16 años.

Lorena Brendemeier, fundadora y presidenta de HEDAC, y Ana Gil García, integrante de la junta directiva de esa organización, viajaron en días recientes a Honduras para supervisar las obras que su organización ha venido haciendo en ese país, como es el caso de la construcción de un centro vocacional.

Gil García entregó 12 computadoras, donadas por un Club Rotario de Chicago, para el salón de computación del Centro de Estrellas ubicado en Morazán, un municipio del Departamento de Yoro, en Honduras. “Tienen un Centro de Estrellas en el que desarrollan programas después de clases para todos los niños de la comunidad. Cuentan con una cocina en la que ofrecen cursos de cocina para la comunidad y todos los pueblos cercanos”, explicó Gil García a La Raza.

Parte del trabajo voluntario de Gil García es también brindar cursos sobre salud emocional del docente.

Gil García menciona que, en la actualidad, se está construyendo un centro vocacional para jóvenes de hasta 25 años. Ella está encargada de elaborar el currículo. Dice que el propósito es evitar que estos jóvenes emigren de manera riesgosa a Estados Unidos. “En el centro vocacional les van a brindar carreras cortas con certificados, ya hay acuerdos con la cámara de comercio de toda la región para que los empleen”.

Negocios agrícolas

Gil García señala que lo que se busca es que los muchachos se autogestionen. Como parte del proyecto de agricultura bajo el concepto ‘de la granja a la mesa’. En el lugar ellos van a poder vender sus productos, hacer negocios agrícolas de tal manera que se conviertan en pequeños empresarios, destaca.  “El sitio va a tener dónde alojarlos para que puedan venir de todas las comunidades a estudiar en la semana, después cuando terminen se les otorgará un certificado. Ya que se le forma como pequeños empresarios, después pueden ir a su pueblo y saber qué hacer”.

Bredemeier explica que, cuando se formó la organización, se empezó a recaudar fondos para ayudar a 15 escuelas de gobierno: “les construimos sus cercas, sus baños, su cocina, su bodega para almacenar la merienda, les compramos pupitres porque los niños se sentaban en el piso”.

Charla sobre salud mental con un grupo de 30 estudiantes en el Centro de Estrellas en Honduras. (Cortesía Omar de Jesús Pérez / HEDAC)
Crédito: Cortesía

‘Los pueblos de Honduras se están quedando sin trabajadores’

Bredemeier indica que la comunidad donó un terreno para la construcción de un centro con programas después de clase “en el que también imparten una gama de clases extracurriculares, como son guitarra, piano, ajedrez, inglés, computación, lectura, dibujo, artes marciales, danza. Todas esas actividades extracurriculares son ofrecidas por personas y maestros voluntarios que después de su trabajo en sus respectivos centros educativos dan esa clase una o dos veces a la semana”.

El actual proyecto del grupo es un centro de carreras vocacionales en Morazán donde se van a impartir talleres prácticos para jóvenes.

“Los que no terminan su secundaria, que aprendan un oficio para que tengan una mejor oportunidad de ingresar al mercado laboral. Ya preparados, con un oficio, [vamos a] ayudarles con un tipo de financiamiento para que formen sus propios negocios, ya sea de manera individual o con el sistema de cooperativa como se utiliza en Honduras”, destacó la hondureña Bredemeier a La Raza.

Según Bredemeier, los pueblos de Honduras se están quedando sin trabajadores. “La gente se sale de sus tierras porque no tiene otra opción, nosotros queremos inculcar que sí hay opción, que en la organización HEDAC estamos para echarles la mano, para decirles que sí se puede y cómo, ayudándoles con las herramientas necesarias, con un oficio. Una persona con un oficio tiene trabajo en cualquier parte, y si se le puede inyectar una ayuda extra en cuanto a financiamiento muchísimo mejor porque sabemos que esto va a minimizar en parte, no lo vamos a eliminar, pero sí vamos a minimizar la migración hacia Estados Unidos”.

La cobertura editorial de La Raza es posible en parte gracias al apoyo del Chicago Community Trust.

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