40 claves de la democracia en Estados Unidos

Las '40 claves de la democracia en Estados Unidos', de Jesús Del Toro, son una serie dedicada a informar, educar y empoderar a las comunidades latinas

40 claves Web Ilustracion

Crédito: Impremedia

Las ’40 claves de la democracia en Estados Unidos’, de Jesús Del Toro, son una serie editorial especial creada para informar y educar a las comunidades latinas sobre el sistema democrático estadounidense y para guiarlas y empoderarlas en el ejercicio de sus derechos políticos

1. LA DEMOCRACIA

La democracia es un sistema político en el que la soberanía reside en el pueblo y este ejerce el poder, define las leyes, establece estructuras de gobierno y elige a sus gobernantes mediante el voto popular y con los valores de la libertad, la igualdad ante la ley y la participación ciudadana como pilares de la sociedad y sus instituciones. En la democracia el poder emana del ejercicio del voto popular y a la par que establece que son las mayorías quienes toman las decisiones sobre el gobierno y las cuestiones nacionales también cuenta con protecciones para los derechos de las minorías.

En una democracia directa, los ciudadanos votan para decidir sobre las leyes, las políticas públicas y las decisiones que los afectan. Es el modelo utilizado en Atenas, Grecia, en la antigüedad y actualmente, por ejemplo, en algunas jurisdicciones de Suiza y cuando se realizan referendos y consultas populares.

En la democracia representativa, modelo que se aplica ampliamente en Estados Unidos y muchos otros países, los ciudadanos participan en elecciones y eligen a representantes que integran el gobierno, definen leyes y toman decisiones siguiendo el mandato popular. Por ejemplo, en las elecciones federales en Estados Unidos los ciudadanos eligen al presidente y vicepresidente y a los integrantes del Congreso.

El voto es el acto democrático por excelencia y con él los ciudadanos le otorgan a sus representantes la legitimidad para gobernar. La voluntad popular expresada en las elecciones obliga a los políticos a asumir sus cargos si ganan los comicios y a apartarse de ellos si los pierden para permitir la transición pacífica en el gobierno.

La democracia y la transición pacífica de gobiernos libremente electos son los pilares que han permitido la estabilidad política, la libertad y la vigencia de los derechos fundamentales en Estados Unidos.

2. LA CONSTITUCIÓN Y LA CARTA DE DERECHOS

En Estados Unidos, como en otros países, la Constitución es la ley máxima del país y sus preceptos constituyen la base sobre la que se han establecido el sistema político y las instituciones democráticas de la nación. La Constitución estadounidense establece un gobierno federal con división de poderes en tres ramas: ejecutiva, legislativa y judicial. Las primeras 10 enmiendas de la Constitución conforman la llamada Carta de Derechos (Bill of Rights) y expresan y garantizan derechos fundamentales, entre ellos las libertades de expresión, de prensa, de religión y el derecho al debido proceso legal, entre otros.

La Constitución de Estados Unidos fue redactada en 1787, ratificada en 1788, entró en vigor el 4 de marzo de 1789 y ha sido enmendada en 27 ocasiones. La Carta de Derechos fue añadida unos años después, en 1791. Sus enmiendas son clave para garantizar derechos y delimitar las responsabilidades y facultades del gobierno. La Primera Enmienda, por ejemplo, garantiza la libertad de expresión, la libertad de reunión pacífica, la libertad de prensa, el derecho de petición y la libertad religiosa, señalando que el gobierno no puede instituir o prohibir ninguna religión.

Todas las enmiendas son parte integral de la Constitución, aunque la Enmienda 18, que prohibió la producción y venta de bebidas alcohólicas, fue derogada con la Enmienda 21.

La Constitución de Estados Unidos es la más antigua que permanece en vigor en el mundo, ha sido referente para la formulación de otras constituciones a escala internacional y, vía sus enmiendas, ha incluido y reconocido derechos y protecciones que no estaban presentes en el documento original.

3. LOS ESTADOS Y LA FEDERACIÓN

Estados Unidos está constituido por 50 estados (además del Distrito Columbia), cada uno de ellos con autonomía en asuntos locales y capacidad para legislar en múltiples aspectos. Con todo, deben acatar la Constitución federal, que reserva varias áreas clave a la jurisdicción de los poderes federales. Cuestiones como la defensa nacional, las relaciones exteriores y la inmigración, entre otras, son competencias exclusivas del gobierno federal. En cambio, los estados tienen jurisdicción para decidir en áreas como la seguridad pública, la educación y la salud, por mencionar algunas.

Los gobiernos estatales están liderados por un gobernador y cada estado cuenta con legislaturas y tribunales locales con facultades para legislar y juzgar en materias no reservadas al ámbito federal. Por ejemplo, los estados tienen facultad para decidir en cuestiones de salud, y algunos determinaron ampliar en su territorio la cobertura del programa Medicaid, mientras que otros decidieron no hacerlo. Y una consecuencia de la decisión de la Corte Suprema con relación al aborto (caso Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization) es que determinaciones sobre la legalidad y límites del aborto son competencia de los estados.

Además de los estados y del Distrito Columbia, existen otras jurisdicciones.

Los territorios son administrados por el gobierno federal y tienen autonomía en asuntos internos y representantes sin derecho a voto en el Congreso. Sus ciudadanos son ciudadanos estadounidenses pero los residentes en los territorios no tienen derecho al voto en elecciones federales. Hay cinco territorios principales: Puerto Rico, Islas Vírgenes estadounidenses, Guam, Samoa Americana e Islas Marianas del Norte.

Las reservas indígenas son también tierras con gobiernos autónomos supervisados por el gobierno federal.

4. LA ESTRUCTURA DE GOBIERNO: FEDERAL, ESTATAL, LOCAL

Los tres niveles de gobierno –federal, estatal y local– son la estructura base del sistema político estadounidense y cada uno de ellos cuenta con competencia y jurisdicción sobre asuntos y territorios específicos. En cuestiones de índole nacional e internacional, es el gobierno federal el que tiene competencia, y la tiene también, por ejemplo, para regular asuntos como el comercio interestatal y disputas entre estados. Por su parte, los gobiernos estatales y locales pueden decidir en temas de índole regional y en la escala de condados y ciudades, por ejemplo cuestiones de gestión urbana y reglamentos de tráfico. Esta división permite que el gobierno, en sus diferentes niveles, preserve autonomía y balance para servir a sus ciudadanos tanto a escala local como nacional, sin que el poder se concentre en un solo de ellos.

Los gobiernos en los tres niveles son electos por el voto popular, en específico el ejecutivo (presidente, gobernadores, alcaldes, entre otros) y el legislativo en sus cámaras federales y estatales. El Poder Judicial también tiene cortes (con jueces electos en varios estados) que atienden cuestiones legales de ámbito federal o local.

Los territorios estadounidenses y las 326 reservas indígenas en Estados Unidos tienen gobiernos electos con autonomía local bajo la regulación del gobierno federal y sus autoridades tienen jurisdicción sobre asuntos locales.

5. LOS TRES PODERES, CONTROLES Y CONTRAPESOS

La Constitución de Estados Unidos establece que el gobierno se divide en tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, cada uno con responsabilidades y competencias específicas y facultades que les permiten acotar a los demás para propiciar un equilibrio de poder, en lo que se denomina el modelo de controles y contrapesos (checks and balances).

El ejecutivo recae en el presidente de Estados Unidos, el legislativo en la Cámara de Representantes y el Senado y el judicial en cortes y tribunales de diferentes instancias presididas por la Corte Suprema.

Por ejemplo, el ejecutivo tiene la facultad de vetar leyes aprobadas por el legislativo, pero el Congreso tiene la capacidad, si reúne una mayoría de dos tercios de los legisladores, de anular ese veto. Los tribunales federales tienen la facultad de ejercer revisión judicial sobre leyes aprobadas por el legislativo y sobre acciones del ejecutivo, y pueden anular aquellas que sean encontradas inconstitucionales. La Corte Suprema tiene la última palabra en esos litigios.

Y dado que los jueces federales y los de la Corte Suprema son propuestos por el presidente y aprobados por el Senado, existe también en este sentido una forma de contrapeso.

El proceso de juicio político y destitución (impeachment) permite que en casos de crímenes de extraordinaria gravedad el Congreso pueda remover de su cargo a funcionarios del poder ejecutivo o del judicial. Las cámaras legislativas tienen la facultad de expulsar, con el voto de mayorías amplias, por lo general de dos tercios, a legisladores que hayan cometido actos o conductas incompatibles con sus cargos.

Al igual que a nivel federal, a nivel estatal existen los poderes ejecutivo, legislativo y judicial con facultades y limitaciones para mantener el equilibrio entre ellos.

6. EJECUTIVO – PRESIDENCIA

Al Poder Ejecutivo le corresponde la conducción de la administración pública federal, y es encabezado por el presidente de Estados Unidos. Corresponde al ejecutivo hacer cumplir las leyes, ejecutar las políticas públicas de ámbito federal y conducir la política exterior del país, entre otras facultades. El presidente es además el comandante en jefe de las fuerzas armadas de Estados Unidos y posee poder de veto sobre leyes aprobadas por el Poder Legislativo federal.

El presidente es electo para un periodo de cuatro años con posibilidad de reelegirse por un periodo de cuatro años más. Es facultad del presidente designar a los miembros de su gabinete, a los representantes diplomáticos y otros cargos federales, que han de ser ratificados por el Senado. El presidente también nomina a los jueces federales y de la Corte Suprema, también bajo ratificación mayoritaria de los senadores.

A escala estatal, el ejecutivo reside en el gobernador y a escala local en los alcaldes de ciudades y en los presidentes, jueces o alcaldes en el ámbito de los condados.  Cada cargo tiene periodos de gobierno y opciones de reelección establecidas en las leyes correspondientes.

En el modelo presidencial de Estados Unidos, a diferencia, por ejemplo, de las democracias parlamentarias, el presidente goza de amplia autoridad y poder en el ejercicio directo del gobierno federal. Su figura es, además, el principal referente político y las decisiones y acciones de su administración modelan de modo sustantivo el rumbo del país e influyen considerablemente en las relaciones internacionales.

7. EJECUTIVO – VICEPRESIDENCIA

Debajo del cargo de presidente, la vicepresidencia es la segunda posición en el Poder Ejecutivo, electa en los mismos comicios en que se elige quién ocupará la presidencia de Estados Unidos. El cargo de vicepresidente tiene como atributos singulares que su titular ocupa la primera posición en la sucesión presidencial y ejerce también la presidencia del Senado con la capacidad de emitir un voto de calidad para decidir en caso de empate en el voto de los senadores.

El puesto de vicepresidente se elige en una fórmula electoral conjunta con el puesto de presidente, y usualmente la persona nominada con la candidatura presidencial elige quién le acompañará en la candidatura vicepresidencial.

En caso de muerte, renuncia o destitución del presidente, el vicepresidente asume la presidencia para concluir el periodo de gobierno vacante. Por ejemplo, los vicepresidentes Harry Truman y Lyndon B. Johnson asumieron la presidencia luego de que los presidentes Franklin D. Roosevelt y John F. Kennedy murieron (el primero en 1945 por enfermedad, el segundo asesinado en 1963) durante sus mandatos. Y el vicepresidente Gerald Ford asumió la presidencia tras la renuncia de Richard Nixon en 1974.

En 46 de los 50 estados existe el cargo de vicegobernador, que en unos estados es electo en conjunto con el gobernador y en otros es elegido por los votantes de modo separado.

8. LEGISLATIVO – CÁMARA DE REPRESENTANTES Y SENADO

El Poder Legislativo tiene como facultades la formulación y aprobación de las leyes y la supervisión de las acciones y decisiones del Ejecutivo. También le corresponde la declaración de guerra y puede promover juicios de destitución de funcionarios y jueces federales, incluido el presidente.

El Congreso, compuesto de la Cámara de Representantes y el Senado, ejerce el Poder Legislativo y está integrado por 435 representantes, electos cada dos años, y 100 senadores, dos por cada uno de los 50 estados, electos por períodos de seis años. Los legisladores federales pueden reelegirse sin un límite de periodos.

Las leyes deben ser aprobadas por ambas cámaras del Congreso antes de ser enviadas al Ejecutivo para su firma y promulgación. Para ello se requiere una mayoría simple en la Cámara de Representantes y el voto de tres quintas partes del Senado, equivalente a 60 de 100 senadores.

Usualmente, las cámaras del Congreso tienen una bancada de legisladores del Partido Demócrata y otra del Partido Republicano. En ocasiones, hay legisladores independientes que pueden o no vincularse a alguna de las bancadas. En la Cámara de Representantes los legisladores eligen al Speaker (portavoz), quien tiene importante control sobre el proceso legislativo. En el Senado, esa posición la asume el líder de la bancada mayoritaria.

El Distrito Columbia y los cinco principales territorios de Estados Unidos cuentan con delegados sin posibilidad de voto, pero sí derecho a presentar mociones, en la Cámara de Representantes.

Y cada estado cuenta con sus propias cámaras legislativas, encargadas de legislar en asuntos de jurisdicción estatal.

9. JUDICIAL – CORTE SUPREMA Y TRIBUNALES

El Poder Judicial está compuesto por la Corte Suprema y otros tribunales federales. La Corte Suprema es el tribunal más alto y tiene la última palabra en materia de casos en cortes federales y en cuestiones originadas en cortes estatales relacionadas con cuestiones constitucionales o de la ley federal. Los tribunales inferiores manejan casos civiles y penales, interpretan las leyes, y pueden revisar decisiones de cortes inferiores.

La Corte Suprema se integra por nueve jueces que son propuestos por el presidente y ratificados por el Senado. Permanecen en el puesto de modo vitalicio, hasta que fallecen o renuncian. Los jueces federales también son designados por un proceso similar de nominación y aprobación.

La Corte Suprema puede revisar casos que involucran derechos constitucionales. Por ejemplo, en 1954, el caso Brown v. Board of Education llevó a la Corte Suprema a declarar inconstitucional la segregación racial en las escuelas públicas.

A nivel de los estados, existen también tribunales locales y una Corte Suprema estatal, que asumen casos e impugnaciones en cuestiones de fuero estatal. Dependiendo del estado, los jueces a este nivel son electos por el voto popular o designados por un proceso de nominación y aprobación.

El proceso de revisión judicial, en el cual las cortes pueden anular actos del ejecutivo y del legislativo, si se establece que estos exceden su autoridad o vulneran la Constitución y la ley, es un elemento clave en el sistema político de Estados Unidos.

10. EL VOTO

El voto es el mecanismo fundamental por el cual los ciudadanos participan en la democracia, eligiendo a sus representantes y expresando sus opiniones sobre políticas y leyes. El derecho al voto es un pilar de la democracia y está protegido por varias enmiendas a la Constitución.

El derecho al voto ha sido ampliado a lo largo de la historia estadounidense. En 1870, la Enmienda 15 otorgó el derecho al voto a los varones afroamericanos; la Enmienda 19, ratificada en 1920, otorgó a las mujeres el derecho al sufragio. La Enmienda 24 eliminó los impuestos al voto, la Ley de Derechos Electorales de 1965 eliminó las barreras raciales para votar y la Enmienda 26 redujo en 1971 la edad mínima para votar a 18 años.

Usualmente el voto se ejerce para elegir a la persona que asumirá un cargo específico en alguno de los tres poderes, pero también se ejerce para aprobar referendos y proposiciones sobre leyes, impuestos y programas públicos.

11. LAS AUTORIDADES ELECTORALES LOCALES, ESTATALES, FEDERALES

Las autoridades electorales son responsables de administrar las elecciones en sus respectivos niveles. Las autoridades locales, por lo general a nivel de condado, gestionan los centros de votación y realizan el conteo de votos, aunque cada estado tiene normas y regulaciones particulares, por lo que no hay un sistema común de gestión electoral.

Las autoridades estatales supervisan el registro de votantes y las elecciones dentro de sus fronteras y jurisdicciones y las autoridades federales establecen regulaciones y monitorean el cumplimiento de las leyes electorales.

En cada estado, una oficina, como la Secretaría de Estado, suele estar a cargo de las elecciones. A nivel federal, la Comisión Federal de Elecciones (FEC) supervisa la financiación de campañas y las actividades electorales. No existe una autoridad federal única a cargo de la organización de elecciones o el conteo de votos, pues esas funciones son ejercidas a nivel local.

12. LOS DERECHOS DEL VOTANTE

Los derechos del votante incluyen el derecho a emitir el voto, el derecho a un voto secreto y el derecho a ser protegido contra la intimidación y el fraude electoral. Estos derechos son fundamentales para asegurar elecciones libres y justas.

En Estados Unidos, todo ciudadano de 18 años o más tiene derecho al voto, salvo quienes purgan condenas en prisión y en algunos estados quienes hayan sido sentenciados por delitos graves aunque ya no estén en prisión. Personas que han sido declaradas mentalmente incompetentes por un fallo judicial tampoco pueden por lo general emitir su voto y toda persona que no sea ciudadana no puede votar, salvo algunos pocos casos en comicios locales en los que existen normas que sí lo permiten.

La Ley de Derechos Electorales de 1965 es una legislación crucial que prohíbe la discriminación racial en la votación, asegurando que todos los ciudadanos, independientemente de su raza o etnia, tengan igual acceso a las urnas.

13. EL COLEGIO ELECTORAL

El Colegio Electoral es el sistema utilizado para elegir al presidente y al vicepresidente de Estados Unidos. Cada estado tiene un número de electores igual al total de sus legisladores (representantes y senadores) en el Congreso. Por ejemplo, actualmente Illinois cuenta 19 con votos electorales, California con 54, Nueva York con 28 y Texas con 40. Aunque no es un estado, el Distrito Columbia cuenta con tres electores. El Colegio Electoral tiene en total 538 electores.

Al votar por presidente, los ciudadanos eligen en cada estado un grupo de electores, quienes luego votan por la fórmula de presidente y vicepresidente que en su estado obtuvo más votos. Usualmente, salvo en el caso de Maine y Nebraska, en cada estado el candidato que más votos populares obtiene gana todos los electores asignados a ese estado.

En la elección de 2020, el Colegio Electoral consistió en 538 electores, mismo número para la elección de 2024. Para ganar la presidencia, un candidato necesita una mayoría de 270 votos electorales. En 2020, Joe Biden ganó con 306 votos electorales frente a los 232 de Donald Trump.

Dado que la cantidad de representantes federales de cada estado se redefine cada 10 años con base en los datos del censo más reciente, la asignación de votos electorales por estado puede variar con el tiempo.

14. VOTO POPULAR, VOTOS ELECTORALES POR ESTADO Y MECANISMO PARA GANAR LA PRESIDENCIA

El voto popular es el total de sufragios que los ciudadanos emiten en una elección. En cambio, los votos electorales son los emitidos por los integrantes del Colegio Electoral, que suman en total 538 y son asignados a cada estado y al Distrito Columbia en proporción a la cantidad de sus legisladores federales.

La elección presidencial se gana de modo indirecto: para ser electo presidente se requiere ganar una mayoría en el Colegio Electoral, que en la actualidad se logra con al menos 270 de los 538 votos electorales.

En cada elección presidencial, casi todos los estados recurren al esquema de “el ganador se lleva todo”, que concede la totalidad de los votos electorales de un estado a la candidatura que, en ese estado, recibe más votos populares.

En este sentido, las elecciones presidenciales en Estados Unidos son un conjunto de 51 elecciones a escala estatal, no un solo proceso en el que todos los votos se suman a escala nacional.

Por ello, ganar una mayoría del voto popular a escala nacional no concede el triunfo si no se obtienen al menos 270 votos del Colegio Electoral. En las elecciones de 2016, por ejemplo, Hillary Clinton obtuvo a nivel nacional casi 3 millones de votos populares más que Donald Trump, pero el triunfo fue para Trump, quien obtuvo 304 votos electorales. Una situación similar se dio en 2000, cuando George W. Bush obtuvo una mayoría de votos electorales y ganó la presidencia, aunque Al Gore obtuvo nacionalmente más votos populares.

15. LOS PARTIDOS POLÍTICOS

En el sistema estadounidense, como en el de muchos otros países, los partidos son organizaciones políticas, integradas por ciudadanos que se afilian a ellos, que participan en las elecciones para llevar al gobierno, mediante la elección de sus candidatos, su visión del país, sus posiciones sociales, económicas e ideológicas y sus propuestas de acción.

Los partidos Demócrata y Republicano son los principales en Estados Unidos, aunque existen otros con menor presencia en cuanto a puestos públicos ganados en elecciones, entre ellos el Partido Verde, el Partido Libertario y el Partido de la Constitución.

Los partidos desempeñan un papel crucial en la organización de campañas electorales, la movilización de votantes y la formulación de plataformas políticas.

Para postular a sus candidatos y acordar sus plataformas y propuestas de gobierno, los partidos realizan elecciones primarias y convenciones durante el año de la elección.

En 2020, el Partido Demócrata nominó a Joe Biden y el Partido Republicano a Donald Trump. En 2024, la sede de la convención republicana le fue asignada a Milwaukee, Wisconsin, donde Trump fue nuevamente nominado, y la de la convención demócrata a Chicago, Illinois, donde Kamala Harris fue nominada.

16. LOS CANDIDATOS

A fin de ocupar puestos públicos en las diferentes instancias del gobierno, ciudadanos se postulan y presentan sus candidaturas, por lo general primero en los procesos internos de los partidos a los que pertenecen y después en las elecciones generales.

Los candidatos son, en este sentido, representantes de la visión y las posiciones de los partidos que los postulan pero también proyectan su personalidad, su trayectoria y sus ideas para convencer y atraer el voto de los ciudadanos.

En una elección presidencial, los candidatos principales son aquellos nominados por los partidos mayores (el Demócrata y el Republicano), pero también puede haber candidatos de partidos menores, como el Partido Libertario o el Partido Verde, e incluso candidatos independientes.

Usualmente los candidatos son militantes del partido que los postula, aunque en ocasiones, sobre todo a escala local o del legislativo, personas sin una afiliación o que deciden cambiar de partido también pueden participar en las elecciones.

17. LOS CANDIDATOS INDEPENDIENTES

Ser postulado por un partido no es la única forma de competir en elecciones. Los ciudadanos pueden también participar en elecciones de cargos públicos de modo independiente, al margen de los partidos, y para ello por lo general es necesario que recaben una cierta cantidad de firmas, definida por las leyes electorales competentes, para que su nombre aparezca en las boletas de votación.

Al no contar con respaldo partidario, los candidatos independientes pueden enfrentar limitaciones en cuestiones de organización, promoción y financiamiento de sus campañas, pero en ocasiones logran atraer atención al presentarse como una alternativa a los partidos tradicionales, sobre todo si realizan propuestas diferentes, compiten contra candidatos partidistas desacreditados o ofrecen atender los problemas de los ciudadanos de un modo distinto o novedoso.

A escala presidencial, fue notable el caso de Ross Perot, quien en 1992 se postuló como candidato independiente y logró el 18.9% de los sufragios, si bien no obtuvo ningún voto electoral.

18. EL FINANCIAMIENTO DE LAS ELECCIONES PRIVADO Y PÚBLICO

Para llevar su mensaje a los ciudadanos y convencerlos de que voten por ellos, los candidatos y sus campañas requieren de recursos económicos, que en las elecciones presidenciales llegan a ser del orden de millones de dólares, para financiar sus actividades. Estos recursos pueden provenir de individuos, de empresas y organizaciones, y de fuentes públicas.

Con frecuencia la potencia de una candidatura se mide no solo, por ejemplo, por lo que indican las encuestas de intención de voto, la movilización ciudadana o el reconocimiento público de un candidato sino por la cantidad de dinero que ha recaudado para sus gastos de campaña.

El financiamiento de campaña está sujeto a regulaciones legales y la transparencia en la recaudación y gasto son claves para garantizar elecciones realmente libres y democráticas.

En la actualidad, los candidatos presidenciales recaudan fondos tanto de donaciones individuales como de contribuciones de empresas y comités de acción política (PAC). Por lo general, hay restricciones en la cantidad de dinero que una persona o entidad puede donar a un partido o campaña política. La opacidad en el origen o el mal manejo de fondos de campaña son prácticas contrarias a la democracia y pueden ser constitutivas de delitos electorales.

Desde la campaña electoral de Barack Obama en 2008, y con especial fuerza en las campañas primarias y generales de los ciclos 2015-2016, 2019-2020 y la actual de 2023-2024, las pequeñas donaciones individuales, que pueden ser de solo decenas de dólares pero realizadas vía internet por millones de personas, han cobrado un peso sustantivo en las finanzas de los candidatos, en especial de los presidenciales.

19. LOS PAC Y SUPER PAC

Los Comités de Acción Política (PAC por sus siglas en inglés) son agrupaciones dedicadas a recaudar fondos para apoyar a un candidato o impulsar agendas y en ocasiones también para frenar a candidatos que les resultan antagónicos. Con frecuencia, los PAC son establecidos y dirigidos por líderes cívicos o políticos e interactúan con partidos, candidatos y campañas. Los PAC pueden solicitar y recibir contribuciones de personas y organismos con restricciones legales.

Los Super PAC son un tipo de PAC que puede recaudar y gastar de modo ilimitado en actividades de tipo político –por ejemplo en propaganda a favor o en contra de candidaturas, proyectos o ideas– pero no pueden coordinarse con candidatos o partidos ni transferirles recursos a ellos.

En el actual modelo de financiamiento de las campañas electorales, los PAC y Super PAC tienen un rol significativo, pues en sus actividades obtienen cantidades sustantivas de dinero, del orden de decenas e incluso cientos de millones de dólares que, en diferentes formas, influyen en la opinión pública y en las elecciones.

Este tipo de financiamiento ha sido criticado al considerarse que el gran flujo de dinero durante las campañas puede nublar y distorsionar las perspectivas de los votantes, pero cobró auge luego del fallo en el caso Citizens United v. FEC, en el que la Corte Suprema determinó que el derecho a la libre expresión garantizado por la Primera Enmienda Constitucional impide que se restrinja el gasto en campañas políticas que, de modo independiente, realicen corporaciones, sindicatos, organizaciones no lucrativas y otras asociaciones.

20. LA PROPAGANDA ELECTORAL Y LA DESINFORMACIÓN

Informar y persuadir a los ciudadanos para que voten por un candidato o partido es el objetivo de la propaganda electoral, lo que incluye difundir la imagen, trayectoria, propuestas y críticas de un candidato, y en su versión negativa señalar características o fallas de un candidato rival.

La propaganda electoral se realiza por muy diversos medios: desde anuncios físicos en las calles e impresos enviados por correo a las casas de los ciudadanos hasta anuncios en radio, televisión, sitios de internet, correo electrónico y redes sociales y también llamadas y mensajes por vía telefónica y otras plataformas. La propaganda electoral moldea la opinión pública y apoya o golpea la imagen de un candidato y, aunque puede ser punzante, para ser legítima ha de basarse en afirmaciones, hechos y datos reales.

En contraste, la desinformación es la difusión deliberada de noticias falsas y de afirmaciones engañosas o difamatorias con la finalidad de distorsionar la opinión pública, crear confrontación y tratar de manipular maliciosamente las preferencias electorales.

Actividades de desinformación cunden en internet y las redes sociales y, por su considerable alcance, son motivo de preocupación y fuente de tensiones.  El problema de la desinformación es creciente en todas las elecciones.

21. LAS ELECCIONES PRIMARIAS

Los partidos políticos recurren a primarias internas para seleccionar a sus candidatos para las elecciones generales con base en las preferencias de los votantes que les son afines. Los comicios primarios pueden ser cerrados, con participación exclusiva de votantes afiliados al partido correspondiente, o abiertos, en los que cualquier ciudadano puede participar.

En algunos estados, las elecciones internas de los partidos se realizan en la modalidad de caucus, que son reuniones de ciudadanos en las que se discute y decide a qué candidato los participantes desean apoyar.

Usualmente, las elecciones presidenciales primarias comienzan a principios del año electoral (tradicionalmente en los estados de Iowa y New Hampshire) y continúan en todos los estados y territorios hasta el verano. Cada partido tiene sus reglas y, por lo general, en las elecciones primarias se asignan delegados que, en su momento, votarán por el candidato al que representan durante la convención partidista, en la que el aspirante con una mayoría suficiente de delegados es nominado oficialmente candidato presidencial para contender en las elecciones generales de noviembre.

A escala estatal también se realizan elecciones primarias, en las que cada partido designa a sus candidatos a nivel local, estatal y del Congreso federal. En ocasiones, en distritos o estados donde un partido es ampliamente mayoritario, las elecciones primarias pueden ser, más que las generales, las que definan quién ocupará el puesto en cuestión.

En las primarias de 2024, el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump obtuvieron en las elecciones primarias las mayorías necesarias para ser nominados por sus respectivos partidos. Trump fue nominado y Biden optó por no buscar la reelección, abriendo el proceso de nominación en favor de Kamala Harris en la Convención Nacional Demócrata en Chicago.

22. LAS CONVENCIONES

Concluidas las elecciones primarias, los partidos políticos en Estados Unidos organizan grandes convenciones en las que sus delegados se reúnen para nominar oficialmente a sus candidatos a la presidencia y la vicepresidencia. En esos eventos, que reciben amplia cobertura mediática, se presenta y aprueba la plataforma partidista y líderes del partido y personalidades notables se expresan en apoyo a sus candidatos.

En las convenciones presidenciales, los delegados votan para decidir quién será su candidato, por lo general siguiendo el resultado de las elecciones primarias. Solo cuando ningún aspirante haya obtenido la mayoría de los delegados durante las primarias, o si ese aspirante declina la nominación, se da el caso de que los delegados voten de modo independiente, y vía negociaciones, por quien será su nominado.

En 2024, Chicago, Illinois, fue designada sede de la Convención Demócrata y Milwaukee, Wisconsin, de la Convención Republicana.

23. ¿QUÉ SE ELIGE EN 2024?

En 2024 se eligen varios cargos importantes, incluyendo el presidente y el vicepresidente de Estados Unidos, miembros del Congreso (todos los representantes y un tercio de los senadores), además de gobernadores en varios estados y otras posiciones estatales y locales. Esta elección será crucial para determinar la dirección política del país.

Además de la elección presidencial, se elegirán todos los 435 miembros de la Cámara de Representantes y 34 senadores, además de varios gobernadores y legislaturas estatales.

24. ESTADOS AZULES, ROJOS Y MORADOS O SWING

Los estados rojos son aquellos que históricamente y por un periodo relevante han votado en las elecciones presidenciales mayoritariamente por el Partido Republicano (por ejemplo, en décadas recientes, Alabama, Kentucky o Texas), y los estados azules los que lo hacen por el Partido Demócrata (por ejemplo, California, Illinois y Nueva York). Los estados morados o swing son aquellos en los que hay mayor competitividad y sus resultados electorales pueden favorecer a cualquiera de los dos partidos en una elección.

Los estados swing son especialmente importantes porque pueden determinar el resultado de una elección presidencial. En tiempos recientes, estados como Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pennsylvania y Wisconsin han sido considerados morados y serán clave en la elección de 2024. Florida, Carolina del Norte y Ohio han sido en elecciones anteriores también estados swing.

Estos estados pueden cambiar de preferencia electoral de una elección a otra, haciendo que las campañas se enfoquen en ellos, pues en elecciones muy competidas los votos de sus ciudadanos pueden ser decisivos.

25. LOS DEBATES PRESIDENCIALES, QUIÉN LOS ORGANIZA Y DIFUNDE

Los debates presidenciales son eventos donde los candidatos a la presidencia discuten sus políticas y posiciones sobre diversos temas y también se atacan y recriminan entre sí. Estos debates son organizados por la Comisión de Debates Presidenciales, una organización independiente y no partidista, y transmitidos por varias cadenas de televisión y plataformas digitales. Por ejemplo, en las elecciones de 2020, los debates entre Donald Trump y Joe Biden fueron organizados por la Comisión de Debates Presidenciales y transmitidos en vivo por televisoras como ABC, CBS, CNN, Fox News y NBC.

Por lo general, en los debates presidenciales participan los candidatos de los partidos Demócrata y Republicano, aunque en 1992 un tercer candidato, Ross Perot, participó.

Los debates presidenciales ofrecen a los votantes la oportunidad de comparar directamente a los candidatos y sus propuestas y pueden por ello tener efectos en el sentido del voto y en las posibilidades de triunfo de los candidatos. Encuestas miden la percepción de la audiencia de los debates para establecer quién los ganó, y lo dicho y sucedido en esos encuentros entre candidatos puede tener una influencia relevante en las preferencias electorales.

En la elección de 2024 se ha dado el caso poco común en años recientes de que un debate presidencial, entre Joe Biden y Donald Trump, fue organizado por una sola televisora, CNN, al margen de la Comisión de Debates Presidenciales, y durante el mes de junio, una fecha temprana pues usualmente los debates se realizan en septiembre y octubre del año electoral.

Es común que durante las campañas se dé un debate entre los candidatos a la vicepresidencia. Y en las elecciones primarias de los partidos también se realizan debates entre los aspirantes a la candidatura presidencial, y en estos casos es común que esos eventos cuenten con numerosos participantes.

26. LAS ENCUESTAS ELECTORALES

Las encuestas electorales son herramientas utilizadas para medir la opinión pública y estimar los posibles resultados de una elección. Las encuestas son realizadas por organizaciones y medios de comunicación y pueden influir en la percepción pública y en la estrategia de los candidatos.

Las encuestas serias y sólidas deben tener una metodología, muestra y sustento estadístico y científico válidos, y por ello las encuestas con credibilidad son las que son realizadas, por lo general, por universidades, medios de comunicación de prestigio y consultoras especializadas.

Hay encuestas que preguntan a los ciudadanos en general y otras a los que ya están registrados para votar. Se realizan algunas con preguntas cara a cara con los votantes, por vía telefónica e incluso vía internet. Encuestas realizadas por entidades partidistas o vinculadas a un cierto candidato o ideología o aquellas hechas con metodologías endebles o preguntas sesgadas resultan menos confiables e incluso, en algunos casos, pueden contribuir a la desinformación.

Las encuestas se realizan a escala nacional y también a escala estatal. Dado que, con frecuencia, una elección presidencial se decide con el resultado de unos pocos estados indecisos o swing, las encuestas realizadas entre votantes de esos estados tienen una importancia particular.

También existen organizaciones que realizan promedios o ponderaciones de múltiples encuestas y durante diferentes periodos de tiempo, lo que permite trazar panoramas más precisos al balancear la diversidad de encuestas disponibles.

Las encuestas preelectorales pueden mostrar las preferencias de los votantes antes de una elección y si bien solo reflejan la percepción de los votantes en un cierto momento y pueden tener variaciones en el futuro, pueden mostrar tendencias al alza o a la baja de cierta candidatura o campaña.

27. LAS ELECCIONES GENERALES DE NOVIEMBRE

Las elecciones generales en Estados Unidos se celebran el primer martes después del primer lunes de noviembre. Para la elección de presidente se realizan cada cuatro años y para la de integrantes del Congreso cada dos. A nivel estatal las elecciones tienen también plazos específicos, dependiendo de la duración y los tiempos de cada cargo público.

En las elecciones, los votantes eligen entre los candidatos nominados por los partidos, en ocasiones también incluyendo candidatos independientes, para ocupar diversos cargos públicos, desde la presidencia hasta legisladores y otros funcionarios federales, estatales y locales. A nivel estatal, el día de las elecciones también se vota, en su caso, por proposiciones de ley, referendos, imposición de impuestos y otras consultas. En ciertas elecciones locales los comicios son no partidistas y los candidatos contienden sin arroparse en las siglas de un partido, aunque sean miembros de alguno.

En las elecciones generales de 2020, los ciudadanos votaron por presidente, miembros del Congreso y muchas otras posiciones estatales y locales. La participación en estas elecciones fue una de las más altas en la historia reciente.

La participación electoral en 2020 fue del 66.6% y se recibieron 158,429,631 millones de sufragios. De ellos, el 51.31% fue para el demócrata Joe Biden, 46.85% para el republicano Donald Trump (que buscaba la reelección) y el resto para otros candidatos menores. Los 81,283,501 votos que recibió Biden, que le valieron una mayoría de 306 votos en el Colegio Electoral, fueron la mayor cantidad de sufragios recibida por un candidato en la historia de Estados Unidos.

En 2024, la elección presidencial, del Congreso y de numerosos cargos estatales y locales se celebrará el martes 5 de noviembre.

28. LAS MODALIDADES DE VOTO

Las modalidades de voto incluyen el voto en persona, el voto por correo y el voto anticipado. Estas opciones dan a los ciudadanos opciones convenientes y flexibles para participar en las elecciones, lo que incrementa las posibilidades de participación ciudadana.

En las elecciones de 2020, debido a la pandemia de covid-19, muchos estados ampliaron las opciones de voto por correo y voto anticipado para facilitar la participación ciudadana.

El voto en persona se da el día de la elección en el centro de votación ubicado en el precinto electoral que le corresponde a cada votante dependiendo su lugar de residencia. El voto anticipado o temprano se realiza también en persona, pero solo en ciertos precintos especiales previamente establecidos para ello en cada localidad. Usualmente, el periodo de voto anticipado se abre varias semanas antes del día de las elecciones. El voto por correo es cuando el votante recibe una boleta en su domicilio, la llena y la envía de nuevo por correo a la autoridad electoral dentro de un plazo establecido. Dependiendo de cada estado, es necesario realizar un proceso de inscripción, con ciertos plazos clave, para poder votar por correo. En ciertas localidades se permite que el votante deposite su boleta postal en buzones especiales establecidos por la autoridad electoral local en lugar de enviarla por correo. Consulta tu autoridad electoral local para saber cómo registrarte para esta modalidad y conocer detalles sobre las otras opciones.

Existe la opción de votar por correo desde el extranjero, o voto en ausencia, para quienes se encuentran fuera del país el día de las elecciones. Los militares en el extranjero también tienen la opción de emitir su voto por la vía postal.

29. LOS CENTROS DE VOTACIÓN

Los centros de votación son lugares o casillas donde los ciudadanos van a emitir su voto el día de la elección. Estos centros, que se establecen en todos los distritos y precintos electorales, pueden estar ubicados en escuelas, bibliotecas, centros comunitarios y otros lugares públicos. Los centros de votación están equipados para manejar el proceso de votación y asegurar su integridad. Los ciudadanos acuden el día de la elección a votar en el centro de votación del precinto que les corresponde dependiendo de su lugar de residencia.

En las elecciones generales, los centros de votación abren temprano y cierran tarde para acomodar a todos los votantes. Sus horarios varían dependiendo del estado y la localidad.

También hay centros de votación para recibir el voto anticipado o temprano que operan usualmente en horarios regulares de oficina.

30. LOS FUNCIONARIOS DE CASILLA

Los funcionarios de casilla son voluntarios que supervisan el proceso de votación en los centros de votación, asegurando que se sigan las leyes y reglas electorales y ayudando a los votantes.

Los funcionarios de casilla verifican la identificación de los votantes, los registran, les proporcionan la boleta para votar y ayudan al votante a que la deposite en la urna una vez llenada.

Usualmente, la boleta se ofrece a los electores en papel y estos la llenan seleccionando las opciones de su preferencia con un plumón o marcador y luego la depositan para su contabilización en urnas o máquinas especiales.

También existen equipos electrónicos, supervisados por los funcionarios de casilla, para que los votantes emitan su voto de modo digital, eligiendo sus opciones en una pantalla, y por lo general estos sistemas imprimen un documento en papel que luego es también depositado en las urnas o máquinas de conteo, para que quede un registro físico de todos los votos.

31. LAS ORGANIZACIONES CÍVICAS PROMOTORAS DEL VOTO

Las organizaciones cívicas promotoras del voto son grupos que trabajan para aumentar la participación electoral y educar a los votantes sobre sus derechos y los procesos electorales. Estas organizaciones pueden realizar campañas de registro de votantes, proporcionar información no partidista sobre candidatos y asuntos y ayudar a los votantes a acceder a las urnas.

Ejemplos de estas organizaciones que trabajan en varios estados incluyen Mi Familia Vota, la Liga de Mujeres Votantes y Rock the Vote, que han desempeñado roles importantes en la movilización de votantes jóvenes y minoritarios, ayudando a asegurar que más ciudadanos participen en el proceso democrático. En Illinois, por ejemplo, destacan también, entre otras entidades, la Coalición de Illinois pro Derechos de Inmigrantes y Refugiados y la organización Mijente.

32. LOS OBSERVADORES LOCALES E INTERNACIONALES

Los observadores locales e internacionales son individuos o representantes de organizaciones que vigilan el proceso electoral para verificar que se realice de manera justa, libre y transparente. Estos observadores pueden identificar y reportar irregularidades o fraudes.

Los observadores pueden ser de partidos políticos o grupos independientes, incluso representantes de organizaciones cívicas extranjeras. Los observadores no tienen autoridad ni pueden implicarse en el proceso de voto, pero resultan relevantes para dar fe de que los procesos electorales cumplan con los estándares democráticos nacionales e internacionales.

33. EL CONTEO Y QUIÉNES CUENTAN LOS VOTOS

El conteo de los votos es el proceso de contabilizar las boletas emitidas en una elección. Este proceso es llevado a cabo por las autoridades electorales locales y estatales, bajo estrictas medidas de seguridad para asegurar la precisión y la integridad de los resultados.

Después del cierre de las urnas, los votos se cuentan primero en los centros de votación y luego se trasladan a un centro de conteo central. Los votos anticipados y los recibidos por correo también son canalizados a las autoridades electorales para su conteo. Durante la noche de la elección y en los días posteriores, las autoridades electorales locales reportan sus resultados conforme se va realizando el conteo y continúan haciéndolo hasta que todos los votos sean contabilizados.

En las elecciones de 2020, algunos estados tardaron varios días en contar todas las boletas debido al alto número de votos por correo, lo que dilató la confirmación del ganador de la presidencia más allá de la noche de la elección.

34. LA NOCHE DE LA ELECCIÓN

La noche de la elección es cuando comienza el conteo de los votos y, con frecuencia, se anuncian los resultados preliminares de las elecciones. Durante esta noche, los medios de comunicación proporcionan cobertura en vivo de los resultados y análisis de estos. Si los datos disponibles de los conteos de votos, de las encuestas de salida (realizadas a personas después que emitieron su voto) y de otros estudios estadísticos permiten identificar que existe una tendencia irreversible a favor de un candidato, las televisoras y otras entidades periodísticas (la agencia Associated Press, por ejemplo) hacen una proyección sobre el ganador y lo anuncian públicamente.

En el caso de la elección presidencial, este proceso se hace por estado una vez cerradas allí las casillas de votación y, cuando un candidato logra suficientes estados para sumar al menos 270 votos del Colegio Electoral, las televisoras proyectan a ese candidato como virtual triunfador.

Estas proyecciones, con todo, no son oficiales y hay que esperar a que se cuenten todos los votos. Así, por ejemplo, puede suceder que en la noche de la elección no se tengan datos suficientes para proyectar la victoria de un candidato, y esa declaración se pospone hasta que existan datos oficiales apropiados para ello. Incluso, aunque algo poco común, la proyección de las televisoras puede resultar inexacta si en un estado clave el conteo avalado por las autoridades resulta diferente de las proyecciones iniciales, como sucedió en la elección de 2000.

35. LA DECLARACIÓN DE GANADOR, EL ROL DE MEDIOS Y LOS RESULTADOS OFICIALES

La declaración de ganador es el anuncio oficial de los resultados de una elección. Los medios de comunicación juegan un papel importante al informar sobre los resultados preliminares la noche de la elección y los días subsiguientes, pero los resultados oficiales son certificados por las autoridades electorales una vez que se han contado y verificado todos los votos.

En las elecciones presidenciales de 2020, los medios de comunicación declararon a Joe Biden como el ganador varios días después de la noche de la elección, una vez que se contaron suficientes votos en estados clave.

Los resultados oficiales son certificados más tarde por cada estado y luego en una sesión especial del Congreso.

36. LOS DELITOS ELECTORALES

Los delitos electorales son acciones ilegales que afectan la integridad de las elecciones. Estos pueden incluir el fraude electoral, la intimidación de votantes, el soborno, y la manipulación de los resultados. Las autoridades electorales, policiales y judiciales trabajan para prevenir, identificar y sancionar estos delitos.

Un ejemplo de delito electoral es el intento de manipulación de resultados mediante la alteración de boletas o el voto múltiple. Las autoridades investigan y procesan estos casos para mantener la integridad del proceso electoral. También son delitos electorales impedir que votantes emitan su voto, vulnerar el secreto del sufragio, imponer a los votantes requisitos más allá de lo que establece la ley o intimidar o sobornar a los ciudadanos para que voten por una cierta candidatura o para que no emitan su voto.

Irregularidades y malos manejos en el financiamiento de campañas también pueden constituir delitos electorales.

La ley impone multas y penas de prisión a quienes son hallados culpables de delitos electorales.

Si las irregularidades comprobadas son tan extensas como para afectar todo el resultado de una elección, las autoridades judiciales pueden anularla y se convoca a una nueva votación, algo que ha sucedido ocasionalmente a escala de elecciones al Congreso y a nivel estatal y local.

37. CASOS DE LITIGIO: 2000, 2020

Los casos de litigio electoral son disputas legales sobre los resultados de una elección o sobre la presunta existencia de delitos o fraudes electorales. Pueden presentarse a escala local, estatal o federal. Por lo general, las impugnaciones o demandas son presentadas en tribunales locales generalmente por ciudadanos, campañas de candidatos u otras entidades y se resuelven, en la mayoría de los casos, a escala local y no tienen necesariamente repercusiones a escala nacional.

En ciertas ocasiones hay litigios que alteran un resultado o causan controversia y tensión a escala nacional. Dos casos notorios son las elecciones presidenciales de 2000 y 2020.

En 2000, el caso Bush v. Gore resolvió una disputa sobre el recuento de votos en Florida. Inicialmente, las proyecciones preliminares de las televisoras la noche de la elección dieron el triunfo al demócrata Al Gore al atribuirle el estado de Florida, lo que le aseguraba una mayoría de votos en el Colegio Electoral. Pero, poco después, los medios tuvieron que revertir su proyección ante la incertidumbre de ese resultado, que mostró tendencias a favor del republicano George W. Bush. Inconsistencias en el conteo motivaron impugnaciones y recuentos en Florida, hasta que un fallo de la Corte Suprema determinó que se diera fin a ese proceso, lo que hizo que fuera Bush quien resultara ganador en Florida y lograra la mayoría necesaria en el Colegio Electoral para ganar la presidencia,

En 2020, hubo demandas relacionadas con el manejo y el conteo de votos en varios estados pero la mayoría fueron desestimadas. Las más notorias fueron las impulsadas por la alegación de la campaña de Donald Trump, que se comprobó falsa, sobre irregularidades o fraudes en varios estados que le “robaron” la elección. Tribunales en varios estados escucharon los casos y determinaron que las demandas no tenían mérito, justificación o pruebas que mostraran que se cometió un fraude que alteró el resultado de la elección presidencial.

38. LA CERTIFICACIÓN DE LA ELECCIÓN A NIVEL ESTATAL Y FEDERAL

La certificación de la elección es el proceso mediante el cual las autoridades electorales validan los resultados de una elección. Este proceso asegura que todas las boletas han sido contadas correctamente y que los resultados reflejan la voluntad de los votantes.

Por ejemplo, después de las elecciones generales de 2020, cada estado certificó sus resultados y el Congreso de los Estados Unidos se reunió el 6 de enero de 2021 para aprobar los resultados del Colegio Electoral y escuchar, en su caso, impugnaciones a las certificaciones estatales presentadas por representantes y senadores.

Fue durante la sesión del Congreso de ese día que seguidores de Donald Trump irrumpieron en el Capitolio de Washington DC para tratar de evitar que los legisladores certificaran la victoria de Joe Biden. Tras horas de tensión y consternación, los disturbios amainaron y el Congreso se reunió de nuevo y certificó la victoria de Biden.

39. LA INAUGURACIÓN PRESIDENCIAL

La inauguración es la ceremonia oficial en la que el presidente electo y otros funcionarios toman posesión de sus cargos. Esta ceremonia marca el comienzo del nuevo mandato y suele incluir discursos y eventos oficiales.

En el caso de la inauguración del mandato presidencial, esta tiene lugar en el Capitolio de Washington DC (usualmente fuera de él y con la asistencia de público) el día 20 de enero del año siguiente al día de la elección presidencial. Es tradición que el presidente saliente asista a la inauguración de su sucesor.

El 20 de enero de 2021 Joe Biden fue juramentado por el juez en jefe de la Corte Suprema como el presidente número 46 de Estados Unidos, seguido de una serie de eventos y un discurso inaugural. Donald Trump, presidente saliente que no logró ser reelegido en la elección de noviembre de 2020, no asistió a la ceremonia de inauguración de Biden.

La última vez que un presidente saliente no asistió a la juramentación de su sucesor fue en 1974 cuando Richard Nixon, quien renunció a la presidencia, no participó en la juramentación de Gerald Ford.

La próxima inauguración presidencial está prevista para el 20 de enero de 2025.

40. EL JURAMENTO EN LA INAUGURACIÓN PRESIDENCIAL

El juramento en la inauguración presidencial es el acto mediante el cual el presidente electo jura fidelidad a la Constitución, promete desempeñar fielmente las funciones de su cargo y asume oficialmente la presidencia de Estados Unidos. Este juramento es administrado por el juez jefe de la Corte Suprema de Estados Unidos durante la ceremonia de inauguración.

El juramento presidencial es un momento solemne y simbólico que marca el inicio oficial de una presidencia y para ello los presidentes usualmente realizan el juramento sobre un ejemplar de la Biblia con significado histórico o personal, aunque utilizar ese libro no es requerido por la ley y ha habido algunas inauguraciones en las que la Biblia no se ha utilizado.

Por ejemplo, el 20 de enero de 2021, Joe Biden tomó el juramento administrado por el juez John Roberts utilizando un ejemplar personal de la Biblia que ha sido propiedad de su familia desde 1893.

El juramento presidencial usado en la actualidad reza en inglés: “I do solemnly swear [or affirm] that I will faithfully execute the Office of President of the United States, and will to the best of my ability, preserve, protect and defend the Constitution of the United States” (“Yo juro [o afirmo] solemnemente que ejerceré fielmente el cargo de Presidente de Estados Unidos y que, al máximo de mi capacidad, preservaré, protegeré y defenderé la Constitución de Estados Unidos”).

El proyecto ‘40 claves de la democracia en Estados Unidos’ fue publicado en parte gracias al apoyo a La Raza de la Fundación Field de Illinois a través de su programa Journalism and Storytelling.

En la preparación de este contenido se utilizaron, en parte, herramientas de inteligencia artificial.

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40 claves de la democracia Elecciones 2024
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