Adiós a Fernando Valenzuela, máximo beisbolista mexicano de todos los tiempos
El legendario y adorado pitcher mexicano de los Dodgers, Fernando Valenzuela, falleció en Los Ángeles a los 63 años
El mexicano Fernando Valenzuela, emblemático lanzador de los Dodgers de Los Ángeles y de las Grandes Ligas, falleció este martes a los 63 años.
“Los Dodgers lamentan el fallecimiento del legendario lanzador Fernando Valenzuela. Fernandomanía por siempre, Fernandomanía forever”, publicó el equipo angelino en la red social X con una imagen del pícher zurdo.
La MLB también se hizo eco de la pérdida irreparable del símbolo del béisbol latinoamericano, quien con el dorsal 34 y apodado ‘el Toro’ se convirtió en un ídolo en Los Ángeles y en todo México.
“Nos entristece profundamente enterarnos del fallecimiento del ex gran jugador de los Dodgers, Fernando Valenzuela”, publicó en un comunicado la MLB.
Nacido el 1 de noviembre de Navajoa, Valenzuela falleció este martes por presuntas complicaciones hepáticas que habrían causado un colapso multiorgánico.
El fallecimiento de Valenzuela se produce a solo días del inicio de la Serie Mundial, en la que sus amados Dodgers enfrentarán a los Yanquis de Nueva York.
Más allá de las 11 temporadas en las que mostró su talento en el terreno para los Dodgers, tras su retiro, Valenzuela tomó el micrófono y por los últimos 22 años como locutor en español del conjunto angelino, que el año pasado retiró el número 34 que utilizó el estelar serpentinero mexicano en su etapa como jugador.
Como pocos peloteros pueden hacerlo, Valenzuela marcó su terreno desde su llegada a las Grandes Ligas en 1981, con la “Fernandomanía”, cuando a sus 20 años comenzó su primera temporada completa con marca de 8-0 y efectividad de 0.50, para terminar con un registro de 13-7, mientras lideró la Liga Nacional en aperturas (25), juegos completos (11) blanqueadas (8), entradas lanzadas (192.1) y ponches.
Esta actuación lo llevó a conquistar los premios Novato del Año de la Liga Nacional y el premio Cy Young, siendo además una figura determinante para llevar a Los Ángeles a la conquista del título de Serie Mundial en 1981, en una postemporada en la que tuvo marca de 3-1, con 2.21 de efectividad en cinco partidos.
A lo largo de sus 17 temporadas en las Grandes Ligas, Valenzuela dejó un récord de 173-153, con un porcentaje de carreras limpias permitidas de 3.54 en 453 partidos, de los cuales inició 424, compilando 2.930 entradas lanzadas, en las que recetó 2.074 ponches, mientras vistió las franelas de Dodgers, Padres de San Diego, Angelinos de California, Cardenales de San Luis, Filis de Filadelfia y Orioles de Baltimore.
Valenzuela lideró la Liga Nacional con 21 victorias en 1986, mismo año en el que lanzó 20 partidos completos.
El histórico lanzador mexicano fue parte del Juego de Estrellas en las seis ediciones que fueron celebradas de 1981 al 1986.
Valenzuela, leyenda del béisbol
El fallecimiento este martes de Fernando ‘Toro’ Valenzuela ha dejado a México sin uno de sus tres deportistas más grandes de la historia, un hombre que fue adorado como una estrella de rock y en sus mejores días paralizó al país.
Con su mítico lanzamiento de tirabuzón, que acompañó con una recta poderosa y una curva con veneno, Valenzuela fue héroe de la victoria de los Dodgers de Los Angeles sobre los Yanquis de Nueva York en la Serie Mundial de 1981 en la que ganó el premio ‘Cy Young’ al mejor lanzador de la temporada y el trofeo de novato del año.
Nacido en noviembre de 1960 en Etchohuaquila, Sonora, ‘el Toro’ firmó a los 19 años con los Dodgers, para en 1981 romper los moldes, al aprovechar todas las oportunidades, entre ellas la de abrir el partido inaugural de la temporada, en el que blanqueó a los Astros de Houston.
Ganó siete juegos más y al llegar a 8-0 provocó un estremecimiento en México, donde la hora de cada partido de los Dodgers fue como llamada a misa para millones de sus compatriotas que detenían todo para verlo, con su elegante estilo de mirada al cielo antes de cada lanzamiento.
La ‘Fernandomanía’ le llamaron a aquel fenómeno de masas, que llegó a su máxima expresión cuando el mexicano brilló en la Serie Mundial.
Hombre de pueblo, humilde, pero con una personalidad con la que intimidó a sus rivales, Valenzuela logró otras proezas, entre ellas la del 29 de junio de 1990 cuando le lanzó un cero hit, cero carrera a los Cardenales de San Luis, con siete ponches propinados.
En 17 temporadas en Ligas Mayores, Valenzuela ganó 173 juegos con 153 derrotas y un promedio de efectividad de 3.54 carreras limpias permitidas por juego, con 2.074 ponches.
Eran los tiempos en los que el béisbol sobresalía por la vivacidad, las jugadas bellas e inteligentes, toques de bolas, robos de bases, corrido y bateo y los grandes héroes se burlaban de las estadísticas y tendencias que hoy llaman ‘sabermetría’ y robotizan al juego.
Las hazañas de Fernando sólo son comparadas en el deporte profesional de México con las del goleador Hugo Sánchez, con cinco premios Pichichi en el fútbol de España, y el boxeador Julio César Chávez, campeón mundial en tres divisiones, quien ganó sus primera 87 peleas.
Nacidos en un plazo de cuatro años, Hugo en 1958, Valenzuela en 1960 y Chávez en 1962 pusieron a México en lo más alto del deporte mundial y entre ellos tuvieron una amistad más allá de las comparaciones.
Como si las energías del béisbol se alinearan para rendir homenaje al momento cumbre de Fernando, el próximo viernes los Dodgers y los Yanquis jugarán la Serie Mundial, lo cual dejará entre los mexicanos la sensación de que su héroe no se ha ido a ningún lado.
Más que estar en un cielo, como en los viejos tiempos se empeñarán en verlo mirar a las estrellas después de cada lanzamiento.