Informe Healthy Chicago 2025 identifica graves problemas y soluciones para mejorar la salud de las comunidades

La esperanza de vida de los afroamericanos en Chicago es 11 años menor que el promedio y la de la comunidad latina es 3 años menor que antes de la pandemia

El Departamento de Salud Pública de Chicago realiza campañas de vacunación en los barrios de Chicago. (La Raza)

El Departamento de Salud Pública de Chicago realiza campañas de vacunación en los barrios de Chicago. (La Raza) Crédito: Impremedia

El Departamento de Salud Pública de Chicago (CDPH) ha presentado su informe estratégico Healthy Chicago 2025 con el objetivo de abordar las desigualdades de salud y plantear vías para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. El informe pone énfasis en las brechas de esperanza de vida entre las distintas comunidades y destaca acciones concretas en salud, prevención de violencia y atención a poblaciones vulnerables, incluida la comunidad hispana.

Brechas de esperanza de vida: un desafío persistente

La esperanza de vida en Chicago se sitúa en 77.2 años, similar al promedio nacional. Sin embargo, existen grandes diferencias entre grupos raciales y étnicos. La brecha entre residentes afroamericanos y no afroamericanos alcanza los 11.4 años. Las causas principales son:

  • Enfermedades crónicas: 4.7 años
  • Homicidios: 2.1 años
  • Sobredosis de opioides: 1.5 años
  • Enfermedades infecciosas: 0.9 años
  • Mortalidad infantil: 0.4 años

En comunidades como West Garfield Park y North Lawndale, la esperanza de vida es significativamente más baja, oscilando entre los 62 y 64 años.

La comunidad latina, a pesar de tener históricamente la esperanza de vida más alta en Chicago (84.7 años antes de la pandemia), sufrió una notable caída debido al azote de COVID-19. En 2020, la esperanza de vida descendió 6.3 años a causa del covid-19 pero para 2022 se recuperó para situarse en 81.4 años.

Durante la pandemia, este grupo fue uno de los más afectados debido a su alta representación en trabajos esenciales, lo que incrementó la exposición al virus.

Además, la comunidad latinx enfrenta barreras importantes, como acceso limitado a servicios médicos, dificultades lingüísticas y barreras culturales. Estas condiciones contribuyen a tasas más altas de mortalidad por enfermedades infecciosas y respiratorias en comparación con otros grupos étnicos.

Además, los datos de mortalidad infantil muestran disparidades alarmantes. Entre 2020 y 2021, los infantes latinos tenían el doble de probabilidad de morir antes de cumplir un año en comparación con los infantes blancos. Las principales causas incluyen nacimientos prematuros, bajo peso al nacer, casos de muerte súbita inesperada y problemas congénitos.

El informe también resalta programas específicos dirigidos a estas comunidades, entre ellos:

  • Campañas de vacunación en vecindarios de alta concentración latina, como Hermosa y McKinley Park.
  • Programas de salud materna e infantil, enfocados en reducir nacimientos prematuros y garantizar cuidado prenatal.
  • Iniciativas comunitarias, involucrando a líderes locales para fomentar prácticas de salud preventivas.

Estrategias y prioridades en salud

El informe Healthy Chicago 2025 detalla una serie de estrategias para enfrentar las desigualdades en salud y mejorar el bienestar general de la población. Una de las prioridades fundamentales es la inversión en programas dirigidos a jóvenes y la prevención de la violencia. Se indica que se destinarán 100 millones de dólares a organizaciones comunitarias para implementar intervenciones directas que aborden las causas de la violencia en los barrios más afectados. Además, se fortalecerán los programas de empleo juvenil, como One Summer Chicago, que recibirán 52 millones de dólares para aumentar en 2,000 las oportunidades laborales destinadas a jóvenes en situación de vulnerabilidad.

La expansión de los servicios de salud mental es otro eje crucial del plan. Como parte de este esfuerzo, el informe indica que se reabrirán clínicas especializadas y se implementarán telecomunicadores de salud mental en el sistema de emergencias, con el fin de ofrecer respuestas inmediatas a crisis de salud mental. Esta medida, se afirma, ampliará el acceso a servicios esenciales y reducirá la carga en los hospitales y servicios de emergencia tradicionales.

La atención a la población sin hogar es otra de las grandes prioridades del presupuesto. El informe indica que se destinarán 40 millones de dólares para expandir significativamente la infraestructura de refugios en la ciudad, aumentando la disponibilidad de camas de 3,000 a 6,800. Paralelamente, se creará un fondo de 135 millones de dólares para la construcción de viviendas asequibles bajo el programa Green Social Housing, con el objetivo de desarrollar más de 600 unidades habitacionales en los próximos cinco años. Este enfoque integral busca brindar soluciones estables y a largo plazo para las personas sin hogar.

En materia de enfermedades crónicas y adicciones, el presupuesto también contempla iniciativas concretas. Se fortalecerán los programas de prevención de enfermedades cardiovasculares y se ampliará el acceso a alimentos saludables en las comunidades más afectadas. Además, para combatir la creciente crisis de sobredosis de opioides, se implementará una distribución más amplia de naloxona (Narcan), un medicamento clave para revertir las sobredosis y salvar vidas.

La cobertura editorial de La Raza es posible en parte gracias al apoyo del Chicago Community Trust y de la iniciativa Press Forward.

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