Las raíces michoacanas de Miguel Hidalgo y Costilla
El padre de la independencia de México nació en lo que hoy es el estado de Guanajuato pero su familia tiene hondas raíces en Michoacán
Detalle del retrato de Miguel Hidalgo y Costilla, iniciador de la independencia de México y padre de la patria mexicana, pintado en 1865 por Joaquín Ramírez. (Mediateca del INAH, https://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islandora/object/pintura%3A4293) Crédito: Cortesía
Si usted es como yo, de seguro en estos días estará pensando en la vida del ilustre Don Miguel Hidalgo y Costilla, el Padre de la Patria de México.
Hidalgo fue el gestor del inicio de la insurgencia armada para liberar a México después de 300 años bajo la corona española.
Hidalgo fue la figura que sonó la alarma y dio el Grito de Dolores el 16 de septiembre de 1810 en el pueblo de Dolores, en el actual estado de Guanajuato, México.
“¡Viva la Independencia! ¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Muera el mal gobierno!”.
Estas fueron las consignas que, se afirma, pronunció el cura Hidalgo desde la parroquia de Dolores y luego prosiguió a abrir las cárceles y liberar a los prisioneros.
Pero, aunque Hidalgo fue fusilado el 30 de julio de 1811 en Chihuahua, muchas otras figuras, incluyendo a José María Morelos y Pavón, Ignacio López Rayón, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero continuaron en la lucha independentista.
Esa añorada independencia al fin logró llegar en 1821, después de una larga década de lucha. México al fin era libre.
La familia de Hidalgo
Hidalgo nació el 8 de mayo de 1753 en la Hacienda de San Diego de Corralejo, en Guanajuato, no muy lejos de la actual ciudad de Pénjamo.
Su padre fue Cristóbal Hidalgo y Costilla, quien nació en 1713 y murió en 1790 a la edad de 77 años. Cristóbal fue contratado para administrar la gran Hacienda de Corralejo.
La madre de Miguel Hidalgo fue Ana María Gallaga Mandarte, quien nació en Jururemba, Michoacán, en 1731.
Los padres de Ana María fallecieron cuando ella tenía entre tres y cuatro años y por tanto su tío Mateo Manuel Gallaga la recogió y la llevó a vivir al rancho de San Rafael del Caño, cerca de la Hacienda de Corralejo, que es donde ella más tarde conoció a Cristóbal Hidalgo, el que sería su esposo.
La pareja se casó el 15 de agosto de 1750 en la parroquia de Pénjamo, Guanajuato. Él tenía 37 años y ella 19.
Miguel Hidalgo fue el segundo de cinco hijos que tuvo la pareja de Cristóbal y Ana María. Sus hijos fueron José Joaquín, Miguel, Mariano, José María y Manuel Mariano.
Ana María Gallaga falleció el 6 de abril de 1762 al dar a luz al último de sus cinco hijos Manuel Mariano. Ella tenía 31 años y Miguel Hidalgo apenas nueve.
Dato curioso, Hidalgo, el futuro libertador, tenía más de un nombre. Su nombre completo fue Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor.
Su educación formal
Nos cuenta la historia que Cristóbal Hidalgo mandó a su hijo Miguel, cuando este tenía 12 años, a estudiar al Colegio de San Nicolás Obispo en la que era Valladolid, hoy día Morelia. Ahí Hidalgo concentró sus estudios en teología, filosofía y las artes.
Miguel Hidalgo recibió su bachiller en Artes el 30 de marzo de 1770 del Colegio de San Nicolás Obispo cuando tenía 19 años. Luego el 24 de marzo de 1773 Hidalgo, ya de 22 años, recibió su bachiller en Teología del mismo colegio.
Hidalgo luego se recibió de sacerdote en 1778 a la edad de 27 años.
Se dice que Hidalgo aprendió varios otros idiomas incluyendo latín, italiano, francés, náhuatl y purépecha.
Después, el futuro ideólogo de la independencia mexicana trabajó de catedrático dando clases en el mismo Colegio de San Nicolás. Ahí, un joven llamado José María Morelos y Pavón fue uno de sus más distinguidos alumnos.
A sus 39 años, Hidalgo fue nombrado rector del Colegio de San Nicolás en Valladolid en el año 1791.
Lo que nos refiere la historia es que Don Miguel Hidalgo amaba el teatro y ponía en escena a obras francesas traducidas al español, como también organizaba tertulias.
Miguel Hidalgo también les enseñó a las comunidades el cultivo de viñedos y la crianza del gusano de seda.
Por su personalidad vivaz y su astucia, los que lo conocían le llamaban ‘El Zorro’ a Miguel Hidalgo. ¿Dirán algunos lectores, quién no lleva un apodo en México?
Una controversia sobre unos fondos perdidos obligó a las autoridades eclesiásticas a enviar a Miguel Hidalgo a Colima, luego a San Felipe Torres Mochas (Guanajuato) y finalmente en 1803 a Dolores, Guanajuato.
El prócer de la patria era en 1809 miembro de una sociedad secreta en Valladolid y luego, cuando la conspiración de Querétaro se descubrió, la historia cuenta que Hidalgo dijo “Somos perdidos. No nos queda más remedio que ir a coger gachupines”.
Después de haber estado en Guadalajara, en donde Miguel Hidalgo abolió la esclavitud, anuló el tributo que los pueblos tenían que pagar a la Corona Española y ordenó que les regresaran sus tierras a los naturales, el generalísimo se dispuso viajar a Estados Unidos para pedir ayuda y armas.
Pero no pudo llegar ya que el capitán Ignacio Elizondo, de las fuerzas realistas, lo traicionó y lo emboscó en Acatita de Baján, Coahuila. Después de su arresto fue llevado a Monclova, Coahuila, donde tuvo un juicio y degradación eclesiástica por la Santa Inquisición.
Luego fue llevado a la ciudad de Chihuahua donde después de un juicio fue sentenciado a la pena de muerte.
Cuenta la historia que después de ser fusilado le cortaron la cabeza a Hidalgo para ser exhibida en la Alhóndiga de Granaditas en la ciudad de Guanajuato, donde permaneció 10 diez años. Los restos de Hidalgo desde 1925 descansan en el Monumento a la Independencia en la Ciudad de México.
Raíces michoacanas
Como se mencionó arriba, Ana María Gallaga, la madre de Miguel Hidalgo, era de Michoacán. Ella nació el 8 de marzo de 1731. Ana María Gallaga fue bautizada en 1738 en el pueblo de Huaniqueo de Morales, Michoacán. Ella descendía de la familia de Juan de Villaseñor Orozco, el fundador en 1541 de la ciudad de Valladolid, luego Morelia.
La fundación de Valladolid se logró por Juan de Villaseñor a petición del virrey Antonio de Mendoza.
Se dice que la casa de Gallaga en Jururemba, al norte del estado de Michoacán, la están convirtiendo las autoridades locales en un museo.
Los padres de Ana María Gallaga fueron Juan Pedro Gallaga Mandarte y Mora y Joaquina de Villaseñor y Lomelí. Él está enterrado en el cementerio de Huaniqueo y ella en el de Angamacutiro, ambos pueblos en Michoacán.
Miguel Hidalgo mismo, se dice, pasó por Huaniqueo, Michoacán, el 17 de noviembre de 1810 con su ejército rumbo a Guadalajara. En este pueblo hay un marcador que indica la ruta de Hidalgo.
José Joaquín Hidalgo y Costilla, el hermano mayor de Miguel Hidalgo, también fue un sacerdote y estuvo a cargo en 1786 de la iglesia de Coeneo, Michoacán,
Hoy en día en las diferentes ocasiones en que he visitado Morelia es casi imposible no recordar que Miguel Hidalgo fue estudiante, luego catedrático y finalmente rector del Colegio de San Nicolás.
Me imagino que quizás el Padre de la Patria anduvo por los portales en el centro de Morelia y fue a tomar un café con sus colegas.
Y al pasar por el Colegio de San Nicolás uno se imagina a Hidalgo dando una de sus clases con las ventanas abiertas para que entre el sol y alzando sus manos para impresionar y motivar a sus estudiantes.
Hidalgo quizás también paso por estas mismas calles de Morelia para ir a un lugar secreto a una reunión en donde él y sus aliados ya pensaban que México algún día tenía que ser un país democrático, libre y soberano como lo es ahora.
Al buscar los datos para este artículo sobre Miguel Hidalgo encontré una biografía de Ana María Gallaga en el sitio web de una secundaria en Michoacán. La biografía contiene una interesante declaración de Hidalgo.
El Padre de la Patria menciona que su padre Cristóbal los indujo a estudiar y nunca les faltó su cuidado, pero “sin embargo el carácter, aspecto físico y espíritu emprendedor lo heredé de mi Madre Doña Ana María Gallaga”.