Baltazar Enríquez, luchador social e impulsor de la educación en Chicago
Se destacó durante la defensa y resistencia de la comunidad latina durante las redadas de inmigración, pero tiene un largo historial de activismo
Baltazar Enríquez, luchador social y líder del Concilio Comunitario de La Villita, Chicago. Crédito: AP
Lo vimos en el centro de la lucha contra las redadas y detenciones de inmigración en La Villita durante la ‘Operación Midway Blitz’ en el área de Chicago.
Él siempre enfatizó el uso de la no violencia y de los silbatos naranja para alertar a los vecinos sobre la presencia de agentes de la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE) y otras entidades federales.
¿Pero quién es Baltazar Enríquez, presidente del Concilio Comunitario de La Villita?
Durante una entrevista con La Raza, tratamos de indagar sobre su persona y su trayectoria para que la gente y nuestros lectores sepan más de este líder comunitario mexicano.
Baltazar Enríquez, de 46 años, llegó a Chicago en 1982 a la tierna edad de 3 años. Sus padres José Enríquez y Teodomira Sánchez eran de Huetamo, Michoacán, México, en donde Baltazar nació.
La región donde está situado Huetamo se le conoce como Tierra Caliente.
Enríquez dijo que proviene de una familia de nueve hombres y una mujer. Sí, familias grandes como se acostumbraba allá en México.
Aquí, en Chicago, hace notar Enríquez, las familias se componen de dos o tres hijos de familia. Y ya si son de cuatro, se dificulta darles buena atención y educación a todos.
Su familia, cuando emigró de México a Chicago, se fue a vivir al norte de la ciudad, cerca de las avenidas Milwaukee y Ashland. Asistió a la Primaria Kosciusko, se graduó de la Secundaria Ferragut y luego recibió un certificado flebotomista del Colegio Comunitario Malcolm X en la ciudad.
Enríquez es presidente del Concilio Comunitario de La Villita (3610 W. Calle 26), en Chicago, desde 2020.
Apoyo a inmigrantes
Este líder nos informa que en los últimos años han llegado tres olas de nuevos residentes a La Villita, un barrio tradicionalmente mexicano.
Ellos son, en orden, los guatemaltecos, luego los ecuatorianos y luego los venezolanos.
“Estamos ayudándolos a integrarse a la comunidad y a que conozcan sus derechos y que sus hijos reciban una buena educación en las Escuelas Públicas de Chicago”, dijo Enríquez.
Este líder hace notar que, por ejemplo, en el caso de los inmigrantes guatemaltecos, algunos vienen de aldeas en Guatemala donde no hay escuelas, no hablan español y, por ejemplo, no saben qué es un concilio escolar comunitario.
Enríquez también menciona que se les enseña a los nuevos inmigrantes qué servicios hay en las escuelas públicas para poder ayudar a sus hijos, por ejemplo, si tienen una incapacidad física o auditiva.
Enríquez también menciona que se les enseña a estos nuevos inmigrantes cuáles son sus derechos bajo la Constitución de Estados Unidos.
Por ejemplo, ellos aprenden lo que pueden hacer en caso de ser detenidos y también que tienen el derecho de hablar con un abogado.
Señala este líder que la educación es clave para el éxito de los niños hispanos y mexicanos y es por eso que esta es una tarea que el Concilio Comunitario de La Villita se toma muy en serio.

Lucha contra la “pesadilla”
“Estamos viviendo una mala pesadilla”, dijo Enríquez sobre los recientes sucesos de las redadas de inmigración en La Villita.
Aun así, este líder que estuvo a la altura de la ocasión defendiendo a los inmigrantes con muchos otros más, está orgulloso de cómo la comunidad salió a dar la cara y a defender a su comunidad.
Enríquez además nos informa que se ha organizado un grupo llamado Madres y Familias Unidos por la Justicia para organizar mejor a la comunidad.
Actualmente, este grupo está poniendo presión a las autoridades de la ciudad para que resuelva el caso de un padre y su hijo, ambos comerciantes, que fueron asesinados por dos sospechosos.
Esto ocurrió el pasado 8 de noviembre de 2025 en la joyería de Faustino Álamo y su hijo Luis Ángel Álamo en las cercanías de las calles Springfield y 26.
Faustino tenía 63 años y Luis Ángel tenía 25 años.
Enríquez se muestra frustrado al decir que solo un detective está trabajando el caso, aún sin resolver, y esto solo parte del tiempo, no todo el día.
“Gregory Bovino [el jefe de las fuerzas federales en las recientes redadas de inmigración] dice que quieren detener a los más peligrosos”, indica Enríquez con fastidio. “¿Por qué no llaman ellos a la FBI a que resuelva este caso?”, añadió en referencia a los asesinatos de Faustino y Luis Ángel Álamo.
Trabajar y organizar
A Baltazar Enríquez siempre le ha gustado hacer dos cosas: una es trabajar y la otra es organizar.
Cuenta que una vez tuvo tres trabajos a la vez cuando tenía 35 años. De esta manera pudo comprarse no una sino cuatro casas.
“Yo sé qué es amar a Dios en tierra ajena”, nos cuenta Enríquez. “Si vienes a este país y tienes sueños y quieres trabajar, tú vas a triunfar”.
Enríquez recuerda que desde joven ayudaba a organizar con la organización ACORN.
Luego que dicha entidad empezó a ser investigada por el gobierno, Enríquez mejor se salió.
Pero organizar a sus compatriotas y ahora también a otros inmigrantes nuevos es su pan de cada día.
Cuál es su héroe o a quien admira de la historia de México, le preguntamos.
“Ah, Francisco I. Madero”, el iniciador de la Revolución Mexicana de 1910 y luego presidente de México, contestó Enríquez muy rápido-
y relata que Madero le habló la verdad al poder que era el dictador Don Porfirio Diaz quien tenía ya 32 años en el poder.
Madero, quien había estudió en la Universidad de California en Berkeley en 1893, tuvo en México el valor de lanzar su candidatura a presidente en contra del dictador Porfirio Díaz, quien llevaba tres décadas en el poder y, a pocos meses de estallar la Revolución, dimitió y se fue al exilio a París, Francia.
A la pregunta de si ve a algún candidato hispano para alcalde de Chicago, Enríquez dice que no.
Con frustración dice que no hay por el momento algún político hispano que tenga madera de querer servir al pueblo.
Toda la política, sugiere este líder comunitario de La Villita, se revuelve alrededor del dinero y no de ser útil a los más afectados.
Pero más que todo, finaliza diciendo este líder michoacano de Chicago, lo que él quisiera es que los niños hispanos de la ciudad tengan una buena educación que los inspire a ser alguien en esta vida.
Es de esperar que este líder latino, aun joven, logrará cambiar las vidas de muchos inmigrantes mexicanos y latinos en La Villita.
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Este artículo fue publicado originalmente en LatidoBeat, una coalición de organizaciones locales líderes de noticias en español, unidas para difundir la rica diversidad de las voces latinas a lo largo de Estados Unidos. Actualmente incluye a La Opinión(Los Ángeles), El Diario(New York), La Raza(Chicago), La Prensa de Houston, La Prensa de Orlando, El Comercio de Colorado y La Noticia(Charlotte). Lee más noticias en LatidoBeat. Síguenos en Facebook, Linkedine Instagram.
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