La Corte Suprema bloquea la orden de Trump de desplegar la Guardia Nacional en Chicago
La sentencia señaló que no existe justificación para que el gobierno de Trump federalice y despliegue la Guardia Nacional en Chicago
Manifestantes marchan en Chicago en contra de los planes del gobierno de Donald Trump de lanzar una embestida de inmigración y enviar la Guardia Nacional a la ciudad. Crédito: AP
La Corte Suprema rechazó el plan del presidente Donald Trump de desplegar a la Guardia Nacional de Illinois en el estado, con el supuesto objetivo de proteger a los agentes federales que ejecutan su política de redadas migratorias.
El gobierno Trump acudió en octubre pasado al máximo tribunal después de que un juez federal bloqueara su orden para enviar los soldados de Illinois a ciudades como Chicago, donde se presentaron protestas por los operativos en la campaña de deportaciones masivas.
La Casa Blanca argumentó que los agentes federales en Chicago enfrentaban “resistencia violenta, coordinada y prolongada” que pone en riesgo su seguridad y obstaculiza la aplicación de la ley migratoria.
Pero en un fallo de 6 a 3, los jueces de la Corte Suprema han rechazado los argumentos, señalando que la ley en la que la Administración Trump se amparó para pedir la orden de emergencia solo se aplica cuando “las fuerzas regulares” sean insuficientes para mantener el orden.
Reacciones en Illinois
El gobernador de Illinois, JB Pritzker, dijo que la decisión de la Corte Suprema es “un gran triunfo para Illinois y la democracia estadounidense. Me alegro de que la Corte Suprema haya dictaminado que Donald Trump no tenía autoridad para desplegar la guardia federalizada en Illinois. Se trata de un paso importante para frenar el abuso de poder constante de la Administración Trump y frenar su marcha hacia el autoritarismo”.
En relación a la embestida antiinmigrante de Trump, Pritzker dijo que “las ciudades, los suburbios y las comunidades estadounidenses no deberían tener que enfrentarse a agentes federales enmascarados que les piden sus documentos, los juzgan por su aspecto o su acento, y vivir con el temor de que el presidente pueda desplegar al ejército en sus calles. Los valientes hombres y mujeres de nuestra Guardia Nacional nunca deberían ser utilizados para el teatro político” y merecen estar con sus familias y comunidades, especialmente durante las fiestas, y estar listos para servir en el extranjero o en casa cuando se les llame en momentos de gran necesidad”.
Aunque la decisión solo se limita a la Guardia Nacional de Illinois y el despliegue en Chicago, marca un precedente para otras batallas legales que la Casa Blanca sostiene con estados demócratas, como California, por la federalización de los soldados estatales, en un hecho que no sucedía en EEUU hace 60 años.
Los senadores por Illinois Dick Durbin y Tammy Duckworth dijeron ante el fallo de la Corte Suprema que “ya es hora de que la Administración Trump deje en paz a Chicago. La mayoría de los estadounidenses cree que han ido demasiado lejos, e incluso la mayoría conservadora de la Corte Suprema se negó a dar luz verde a esta extralimitación claramente ilegal. Se supone que nuestro gobierno debe ayudar a nuestras comunidades, no entrar en guerra con ellas. Los inmigrantes hacen que nuestro país sea mejor, y seguiremos luchando con uñas y dientes para proteger la promesa de Estados Unidos”.
También significa un triunfo para la jueza federal April M. Perry, nombrada por el presidente Joe Biden, que bloqueó a inicios de octubre el intento de Trump de enviar tropas, al considerar que las declaraciones del gobierno federal carecían de “credibilidad suficiente”.
El Tribunal de Apelaciones del Séptimo Circuito mantuvo el bloqueo vigente, aunque dejó bajo control federal a las unidades movilizadas, lo que permitió a la Casa Blanca mantener su solicitud ante la Corte Suprema.
En su respuesta inicial, las autoridades de Illinois insistieron en que no es necesaria la presencia militar, asegurando que “los agentes del orden estatales y locales han manejado sin incidentes mayores las protestas aisladas” en el estado y que “no existe evidencia creíble” que justifique la intervención federal.
“Aunque acogemos con satisfacción esta sentencia, también tenemos claro que la búsqueda de poder sin control por parte de la Administración Trump continúa en todo el país. Illinois permanecerá vigilante, defenderá los derechos de nuestro pueblo y se opondrá a nuevos abusos de autoridad por parte de Donald Trump y sus compinches”, sentenció el gobernador Pritzker.
El gobierno de Trump había sufrido otro revés reciente en California, donde tuvo que retirar a los soldados de la Guardia Nacional de ese estado que cuidaban el edificio federal de inmigración de Los Ángeles, epicentro de las protestas en junio pasado contras las redadas migratorias.